Maite Nieva
Después de un año duro, Santander renace de sus cenizas en Bolsa y supera los mínimos de 20 años alcanzados en septiembre y las caídas que han recortado su cotización hasta situarse en 1,5 euros por acción tras perder el 54% de su valor desde enero. Los resultados obtenidos en los nueve primeros meses, y en particular el último trimestre, han estado por encima de las previsiones del mercado y han permitido al valor tomar impulso con subidas diarias en el entorno del 4%. No obstante, los expertos prefieren no echar las campanas al vuelo hasta estar seguros de que las últimas subidas son algo más que un rebote, una vez que la volatilidad ha vuelto a poner en jaque al valor por la incertidumbre en torno a los resultados de las elecciones de EE UU y el temor a una recuperación tardía en Europa .
Unos resultados por encima de las previsiones del mercado en el tercer trimestre, menores pérdidas anuales, y el anuncio de la recuperación de la retribución al accionista en diciembre con cargo a los resultados de 2019, entre otros factores, han dado un nuevo impulso al valor, permitiéndole dejar atrás una estructura bajista que no acababa de remontar. La entrada de dinero de inversores institucionales y las previsiones positivas de los analistas que estiman que el precio de los títulos de Santander podría alcanzar los dos euros por acción, han permitido que el precio del valor se aleje de los mínimos históricos de hace 20 años y de su tendencia bajista. Al menos por el momento, ya que el aumento de la volatilidad ha frenado parte de las últimas ganancias a finales de la última semana y también la huida del valor de importantes fondos de inversión.
La mejora de las estimaciones de las casas de inversión sobre el valor no se ha hecho esperar y con ellas la revalorización del precio de las acciones. El potencial medio del valor se eleva hasta el 32,5%, según el Consenso del Mercado aunque los más optimistas prevén un potencial superior al 56%. Entre los analistas más madrugadores están Deutsche Bank con una mejora del precio objetivo del valor hasta los 2,80 euros por acción desde 2,75 euros, cuando cotizaba a 1,75 euros y Morgan Stanley con un precio objetivo de 2,75 euros por acción y la recomendación de “sobreponderar”. También los analistas de Citigroup elevan el precio objetivo de Banco Santander hasta los 1,75 euros por acción desde 1,70 euros y Barclays valora el precio de la acción en 2,9 euros, desde los 2,6 anteriores. Igualmente, Credit Suisse sube su valoración desde los 2,20 euros hasta los 2,30 euros, mientras que los analistas de RBC elevan el precio objetivo a 2,20 euros por acción desde 2,10 euros anterior.
La mejora de la tendencia en el tercer trimestre con un beneficio ordinario de 1.750 millones de e uros, un 18% más respecto al segundo trimestre, da alas al valor
Más escépticos con la evolución del valor, Jefferies ha reafirmado su recomendación de venta el mismo día en que se conocieron los resultados trimestrales y las acciones del Santander subían un 4,24% hasta a 1,79 euros. No obstante, sus analistas mantienen el precio objetivo de la acción en 1,70 euros. También la firma de inversión estadounidense KBW, especializada en el sector bancario, seguros y finanzas especializadas, ha elevado su recomendación hasta igual que el mercado desde “infraponderar”.
Mejora la tendencia
Aunque la pandemia ha afectado a la actividad financiera del banco que preside Ana Botín, los ingresos de Santander se han mantenido estables hasta septiembre en 33.605 millones de euros en comparación con el año pasado después de haber crecido un 27% en los últimos cinco años, ha destacado Ana Botín en su discurso ante la Junta General de Accionistas. Igualmente ha subrayado las mejores tendencias en el tercer trimestre con un beneficio ordinario de 1.750 millones de e uros, un 18% más respecto al segundo trimestre.
En los primeros nueve meses de 2020 Santander obtuvo un beneficio ordinario de 3.658 millones de euros un 41% menos que en el mismo periodo del año anterior, «por las mayores provisiones relacionadas con la covid-19», según ha indicado la entidad en un comunicado remitido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Entre enero y septiembre Santander ha perdido 9.048 millones, frente al beneficio de 3.732 millones de euros logrado un año antes, pese al beneficio trimestral de 1.750 millones. El trimestre pasado registró una actualización del fondo de comercio de sus inversiones históricas y de los activos fiscales diferidos (DTAs), lo que generó un cargo extraordinario sin efecto en caja de 12.600 dotaciones por 12.600 millones de euros. La entidad financiera ha informado la entidad a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) que este ajuste no afecta a la posición de liquidez ni de solvencia. En este contexto, el banco obtuvo un beneficio ordinario de 3.658 millones de euros en los primeros nueve meses de este año, un 33% menos que en el mismo periodo del año anterior, por las mayores provisiones relacionadas con la Covid-19.
La presidenta de Banco ha resaltado el fuerte crecimiento del beneficio en Norteamérica en el tercer trimestre (+34% frente al segundo trimestre), impulsado por mayores ingresos de clientes y la mejora en el coste del crédito: “La colaboración entre ambos países llevó a un aumento de los ingresos del corredor comercial México-Estados Unidos en CIB (+29%) y banca comercial (+30%)”.
Dividendos, pese al BCE
Los accionistas de Banco Santander recibirán el dividendo en acciones complementario de 2019 el próximo 11 de diciembre, según el calendario previsto que la entidad ha comunicado a través de la CNMV,. El 12 de noviembre será el día del acuerdo de ejecución del aumento, en el que tendrán derecho a participar quienes sean accionistas de Santander antes de que concluya la jornada del 13 de noviembre. Tras la admisión a cotización de las nuevas acciones en las Bolsas españolas, está previsto que el 11 de diciembre los accionistas reciban sus nuevas acciones. “Nuestra intención es aplicar una política de dividendo 100% en efectivo a nuestros accionistas a partir de 2020”, destaca Ana Botín. En este sentido, ha recordado que “la propuesta de un dividendo en acciones debe entenderse como una medida extraordinaria que hemos tomado para cumplir con la responsabilidad que tenemos con nuestros accionistas, en particular con los minoristas teniendo en cuenta el contexto actual”.
Las casas de inversión ven potencial en el valor y la mejora de las recomendaciones acerca su cotización a los 2 euros por acción
La Junta de accionistas de Santander ha aprobado una ampliación liberada para la distribución de nuevas acciones equivalentes a 0,10 euros por acción, elevando la remuneración total correspondiente a 2019 a 0,20 euros por acción, pese a las restricciones recomendadas por el BCE d a las empresas e no repartir dividendos este año. Asimismo, aprueba el pago en 2021 de 0,10 euros por acción en efectivo con cargo a reserva por prima de emisión, sujeto, entre otras condiciones, a las recomendaciones y la aprobación de los supervisores.
Nuevos modelos de negocio
Santander apuesta también por reinventarse con la crisis y da un giro a su negocio para adaptarse a los nuevos tiempos que se avecina. En este sentido ha anunciado dos iniciativas. Por un lado, la construcción de un modelo operativo y de negocio común bajo la denominación de “One Santander” que ya se ha comenzado a implantarse en sus 4 bancos europeos. Este nuevo modelo que afectará a todos los mercados tiene como objetivo simplificar los productos y servicios que ofrecen a sus clientes para mejorar su experiencia con el banco y seguir impulsando la innovación y automatizar los procesos sobre una plataforma común.
La segunda es la creación de un banco global de financiación al consumo nativo digital aprovechando la escala y presencia de Santander Consumer en Europa y la plataforma de Openbank. “SCF y Openbank son dos negocios, con gran potencial de crecimiento, ha dicho Ana Botín durante su intervención ante la Junta de Accionistas. Nuestro negocio de financiación al consumo es líder europeo, con presencia en 15 mercados y más de 20 millones de clientes.
La tercera iniciativa está encaminada a desarrollar soluciones de pago para competir con las grandes plataformas de pagos. Para ello, Santander está integrando sus negocios de pago más disruptivos en una compañía autónoma y 100% propiedad del grupo, que “tendrá la escala, los equipos, procesos y el gobierno corporativo adecuados para ser un ecosistema potente de soluciones de pago”. El objetivo, es “ofrecer soluciones a los clientes de Santander en una primera etapa, y posteriormente, a nuevos clientes y a otras compañías”.
Botín ha explicado que a finales de 2020 se habrá cumplido el objetivo de lograr un ahorro neto de 1.000millones de euros en Europa y se compromete a una reducción adicional de otros 1.000 millones en los próximos dos años.
El precio de la digitalización
La incertidumbre que arrastra el sector desde hace dos años tras la caída de los tipos de interés como consecuencia de las inyecciones de liquidez de los Bancos Centrales, se ha sumado al cambio de modelo hacia la digitalización, en gran parte impulsado por la pandemia del Covid. En este entorno Santander apuesta por dar una vuelta de tuerca a su modelo de negocio para recuperar su rentabilidad que afectará a todas las unidades del banco y su intensidad dependerá de las necesidades del negocio y las demandas de los clientes”, señalan desde la entidad financiera. El consejero delegado de Banco Santander, José Antonio Álvarez ha confirmado que la llevará a cabo un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) en España para “adaptar el modelo de distribución a las necesidades de plantilla que este conlleva”. Aunque no ha dado la cifra de afectados hasta que se tengan las primeras reuniones con los representantes de los empleados, el mercado baraja que afectará a 3.000 empleos. El ajuste de empleo forma parte de un plan de ahorro de costes de 1.000 millones adicionales en Europa en los próximos dos años, que incluye a España, Portugal, Reino Unido y Polonia.