El presidente de Repsol, Antonio Brufau, ha advertido de que no se pueden cambiar las reglas de juego «a medio partido» y los inversores van a retraerse a la hora de invertir en Europa y en España «si no ven un marco legal estable y de largo plazo». Por su parte, el presidente de Naturgy, Francisco Reynés, ha defendido una regulación «justa que no impida el desarrollo» y ha lamentado que las empresas estén «en la picota» y acaben «pareciendo responsables» de algo que no se entiende bien.
Naturgy pide una regulación «justa que no impida el desarrollo» y lamenta que las empresas estén «permanentemente en la picota»
Brufau y Reynés han realizado estas reflexiones en el marco del XXI Congreso de directivos CEDE, que se celebra en el BEC de Barakaldo, donde han abordado la transición energética. En su intervención, el presidente de Repsol ha indicado que la legislación debe velar por la industria en general y ha advertido de que «el gran error de partida», -que es falso- es pensar que «electrificación es igual a descarbonización». «Si creemos esto vamos a construir un país muy mediocre porque, de alguna forma, la electrificación no puede llegar casi a la mitad de la economía de este país», ha advertido.
Por lo tanto, cree que no se puede partir de la hipótesis de que un mundo «con una energía final 100% eléctrica va a ayudar a tener un entramado industrial y una sociedad más potente». «Seguramente sí va a ser más descarbonizada, pero estoy seguro de que sin energía de tanto en tanto», ha agregado.
A su juicio, el político tiene que aceptar un principio -«que les cuesta mucho»- que es el de neutralidad tecnológica, y se debe «dejar competir a todo el mundo». «Si lo que hacemos es prohibir una serie de cosas y solo aceptar una, en lugar de incentivarlas todas, es intervenir sobre el mercado de una forma equivocada, porque en el mercado tú no intervienes prohibiendo, intervienes regulando, ayudando a que todo el mundo sea competitivo», ha manifestado.
Brufau ha añadido que, si se acepta el principio de neutralidad tecnológica, la ciencia «va a trabajar mucho», por ejemplo, para que los motores de combustión «sean mucho más eficientes» y cree que habrá tecnologías disruptivas. «Demos papel a la ciencia», ha dicho.