Mercedes Cobo
Olea Gestión nació en 2019 con el objetivo de gestionar Olea Neutral, un fondo multiactivo global. “Tenemos un objetivo muy claro: alcanzar una rentabilidad media del 5% TAE en el medio-largo plazo”, señala Rafael Peña. Indica que al ser un fondo patrimonialista son muy cuidadosos con los riesgos y se preocupan mucho “por mantener una volatilidad que se sitúe entre el 5% y el 9%”. Para los próximos meses recomienda estar muy pendientes de la inflación “y estar especialmente atentos a cómo puede afectar a las políticas monetarias que marquen los bancos centrales para los próximos años”.
¿Qué es Olea Gestión? ¿Cuáles son sus propuestas?-Olea es una Sociedad Gestora de Instituciones de Inversión Colectiva (SGIIC) que se creó en 2019 con el único objetivo de poder gestionar de la mejor manera posible un fondo, Olea Neutral, del que tanto Hernán Cortés como yo, llevamos siendo gestores más de doce y diecisiete años respectivamente.
Cuando pusimos en marcha Olea, lo hicimos con la vocación de ser, como dice nuestro claim, la inversión más sencilla. La sencillez es uno de nuestros principales valores junto con la alineación de intereses y la reflexión.
Somos sencillos porque ofrecemos un solo producto que le puede encajar a cualquier inversor al menos en un porcentaje de su cartera. Y también porque en Olea Neutral tenemos unos objetivos claros de rentabilidad y riesgo. Además, participar en este fondo es muy fácil ya que se puede hacer mediante un proceso 100% digital.
Hablamos de alineación de intereses porque nuestra implicación es total. Económicamente, todo nuestro patrimonio financiero está invertido en el fondo y en la propiedad de la gestora; y profesionalmente, es nuestra única actividad remunerada.
“Si la inflación supera el 3%-4% de forma estructural, nos veríamos obligados a reducir riesgo en la cartera de nuestro fondo”
Por último, también tomamos la reflexión como un pilar básico de la gestora. Hablar de reflexión es poner en valor nuestra forma de gestionar, activa y estratégica, con la vista puesta en el largo plazo y especialmente huidiza de los vaivenes que pueden derivar de una inversión cortoplacista. Procuramos hacer una gestión seria y responsable.
¿Cómo definiría su fondo Olea Neutral?
Olea Neutral es un fondo multiactivo global con más de 17 años de historia. Al ser el único producto de Olea Gestión, estamos involucrados y enfocados en él al 100%. Cuidamos mucho qué riesgos asumimos en cuanto a renta variable, tipos de interés, crédito y divisas. Además, seguir una estrategia a largo plazo nos permite reducir los vaivenes del mercado, manejar en cierto modo la volatilidad y dar una mayor confianza a nuestros partícipes.
¿Qué objetivos se han marcado?
En Olea Neutral tenemos un objetivo muy claro: alcanzar una rentabilidad media del 5% TAE en el medio-largo plazo. Pero para alcanzarlo, nos imponemos una limitación que para nosotros es fundamental: que nuestros partícipes conserven su patrimonio si permanecen al menos tres años invertidos con nosotros. Somos un fondo patrimonialista. Esto es muy importante para nosotros y es la razón por la que somos tan cuidadosos con los riesgos que asumimos. Por ejemplo, nos preocupamos mucho por mantener una volatilidad que se sitúe entre el 5% y el 9%.
Según la CNMV, nuestro nivel de riesgo es de 4 sobre 7. Esto hace que encaje perfectamente con un perfil de inversor moderado. Pero, precisamente por ser un producto equilibrado, Olea Neutral también puede encajar en otros perfiles más conservadores o arriesgados. A todos nuestros inversores siempre les recomendamos diversificar sus inversiones.
¿Qué esperan de los mercados en los próximos meses?
En Olea nos caracterizamos por tener una estrategia a medio y largo plazo. No estamos enfocados en maximizar la rentabilidad en los próximos meses, sino que miramos más allá. Tratamos de construir una cartera estable que se adapte a los riesgos a los que nos enfrentamos y que a la vez ofrezca una rentabilidad proporcional al riesgo asumido. Como decimos habitualmente, nos gusta ganarle al mercado 3-2 y no 5-0.
No por ello, sin embargo, somos ajenos a cómo pueden reaccionar los mercados en el corto plazo. Somos conscientes de que en los próximos meses vamos a tener que estar muy pendientes de la inflación, que llega como consecuencia de una recuperación económica que ya se está produciendo. Recuperación que llega después de un año y medio marcado por la pandemia y las restricciones. Todo apunta a que en lo que resta de año, vamos a ver un escenario económico muy distinto a lo vivido en los últimos meses. Esto lo podemos ver, por ejemplo, en las últimas cifras que se han publicado sobre los precios de producción (IPP) tanto en Europa como en Estados Unidos y China. Cifras que no se veían desde 2008.
De hecho, ya se empiezan a notar los efectos de la subida de precios, tanto en Estados Unidos como, en menor medida, en Europa. Habrá que estar muy atentos, especialmente a cómo puede afectar a las políticas monetarias que marquen los bancos centrales para los próximos años.
¿Cuándo cree que empezarán a subir los tipos de interés en Estados Unidos y Europa?
En general, pensamos que se está produciendo una excesiva complacencia por parte de los bancos centrales en su política monetaria, tanto en Europa como en EEUU. La buena noticia es que la Fed ha confirmado que planea empezar a subir los tipos hacia finales de 2023. De la última reunión del Banco Central, sin embargo, no se pudo deducir que vaya a haber ningún cambio en su política monetaria, al menos no en el corto plazo.
Las subidas de tipo por parte de los bancos centrales, salvo que se descontrole la inflación, pensamos que serán muy graduales. Si finalmente es así, creemos que se puede repetir el proceso vivido hace unos años, tras la gran crisis financiera de 2008-2011. Por el contrario, los tipos a largo plazo vienen de un escenario muy diferente, con preocupantes niveles de deuda pública sobre PIB en la mayoría de los países y con tipos negativos reales a largo plazo que generan problemas añadidos.
¿Para cuándo esperan el ‘tapering’ en Estados Unidos?
La Reserva Federal de Estados Unidos, según hemos ido conociendo en los últimos días, ya está pensando en cambiar sus políticas de cara a 2023. Actualmente tiene un programa de compras de, aproximadamente, 120.000 millones de dólares mensuales, que es mucho dinero. Habrá que estar pendiente de con qué ritmo se empiezan a retirar esos estímulos y de qué manera se va a hacer.
De momento, por lo que sabemos, este va a ser un proceso ordenado, metódico y transparente. Creemos que este va a ser el principal catalizador de lo que está por venir, por lo que tendremos que estar muy atentos a cómo se desarrolla. Afortunadamente, según nos cuentan, va a ser un proceso transparente para evitar que haya una venta desordenada de activos. Esto sería de gran ayuda para los inversores.
¿Cómo afectará la subida de precios a la renta fija y a la bolsa? ¿Qué bolsas cuentan con un mayor potencial?
Para adaptarse a un mundo con tipos de interés tan bajos como los que hemos tenido en los últimos meses, llegando incluso a tipos negativos, es necesario gestionar los riesgos financieros de los activos de renta fija de una manera diferente. Normalizar tipos reales negativos en todos los plazos, en un momento en el que no se está produciendo una mejora de la solvencia de los países emisores de deuda, incrementa nuestras precauciones con respecto a la renta fija de los gobiernos. Por este motivo debemos asumir los riesgos del actual escenario económico fijándose sobre todo en activos que sí retribuyen el riesgo que estamos asumiendo los fondos y los inversores en general. Si hay algo que en Olea intentamos evitar es, sin lugar a dudas, los riesgos no retribuidos.
Los índices de renta variable, aunque parcialmente han reducido las diferencias de valoración entre los sectores de valor y crecimiento, que llegó a máximos durante el segundo semestre de 2020, nos ofrecen todavía posibilidades con valoraciones atractivas en un escenario económico de repunte de la actividad económica. Esto puede ser así siempre y cuando el repunte de la inflación y las rentabilidades de los bonos de gobierno se mantengan dentro de un escenario ordenado y controlado. Si la inflación supera el 3%-4% de forma estructural, nos veríamos obligados a reducir riesgo en la cartera de nuestro fondo.
“El segundo semestre del año estaremos realizando de forma puntual coberturas en la parte de la cartera que se compone de renta variable”
¿Cómo se presenta la recta final de año?
Nuestro fondo, Olea Neutral, lo ha hecho muy bien en este primer semestre del año. Hemos conseguido evitar las pérdidas en los mercados de renta fija de gobiernos y hemos capitalizado nuestra exposición a los sectores con mejores valoraciones fundamentales y que se están comportando mejor en el proceso de vuelta a la normalidad.
El segundo semestre del año estaremos realizando de forma puntual coberturas en la parte de la cartera que se compone de renta variable. Y, si como pensamos, el dólar se aprecia, reduciremos también nuestra exposición. En renta fija seguiremos con una estrategia de bond picking que reduzca al máximo la sensibilidad de nuestra cartera a las subidas de tipos de interés. No es fácil encontrar activos de renta fija que, a día de hoy, tengan riesgos retribuidos, pero existen. Y es en esos en los que nos queremos fijar especialmente.
¿Cuáles son sus recomendaciones?
Seguimos viendo con especial preocupación los bonos de gobiernos en el mundo desarrollado. Nuestra cartera trata de evitar estos activos tanto de forma directa como a través de aquellas otras inversiones que se han visto favorecidas en exceso por la política monetaria expansiva de los últimos años. Este es un ejemplo claro de que en Olea procuramos evitar riesgos no retribuidos, independientemente de otras consideraciones como los benchmarks o el posicionamiento de la competencia.
Sin embargo, esto no significa que no se deba invertir en renta fija. Creemos que en el mercado existen opciones muy interesantes que hay que saber encontrar. Un ejemplo es la renta fija en moneda local de países emergentes es el riesgo retribuido que debe complementar el buen inicio de año del fondo y que nos debe servir para diversificar frente a las excesivas valoraciones de los activos en países desarrollados.
El Personaje y su Imagen
Rafael Peña Gorospe (1966) es economista por la Universidad Autónoma de Madrid. En 1994 pasó a formar parte del Banco Central Hispano como director de Inversiones de Central Hispano Pensiones y posteriormente como director de Inversiones del Área de Gestión de Activos. En 2003 se incorporó a Tressis SV gestionando diversas carteras. En 2004 gestiona el fondo Adriza Neutral de Tressis SGIIZ. En 2019, funda Olea Gestión con el fin de gestionar el fondo Olea Neutral del que es gestor junto con Hernán Cortés.