La Entrevista de la Semana / Mercedes Cobo ■
“Seguimos pensando que las empresas de servicios financieros, y especialmente los bancos de los países emergentes, reúnen las condiciones para destacar en el entorno actual: se benefician de las subidas de tipos sincronizadas, en muchos casos cotizan en niveles especialmente atractivos y ofrecen, en general, unas buenas rentabilidades por dividendo”, señala Nick Price. En cuanto a países, considera que el mercado indio “es una sólida tendencia de crecimiento estructural”, y esperan un aumento del consumo y la demanda de bienes, servicios financieros, y servicios tecnológicos en el futuro.
¿Cómo ve la situación de los mercados emergentes? ¿Qué potencial alcista ofrecen?
Tras 2022, un año difícil para la renta variable de los mercados emergentes (ME), las perspectivas parecen mejorar. El repunte económico de China, la inflación en máximos de los ME pero por debajo de la de los mercados desarrollados y las historias internas positivas presentan oportunidades atractivas para los inversores.
La política de gestión del Covid en China ahora es más sostenible y eso mejora las perspectivas. China se ha adentrado en 2023 con muchos ingredientes para la recuperación sobre la mesa: la actividad económica está rebotando, la confianza de los consumidores está regresando y el gobierno está tratando de estabilizar el sector inmobiliario y de aplicar estímulos. Los mercados emergentes siguen ofreciendo unas oportunidades interesantes. El atractivo relativo de las valoraciones emergentes frente a los mercados desarrollados, especialmente el mercado estadounidense, crea buenas oportunidades para obtener fuertes rentabilidades con las acciones emergentes a más largo plazo.
“La prioridad sigue siendo invertir en negocios bien capitalizados y con balances saneados”
El dólar estadounidense se revalorizó frente a la mayor parte de las monedas internacionales en 2022, ya que la trayectoria de los tipos de interés de EE.UU. estimuló la demanda de dólares, y eso lastró el comportamiento de los mercados emergentes. De cara al futuro, la dirección del dólar estadounidense es esencial; el año pasado se caracterizó por la fortaleza del dólar, aunque el billete verde comenzó a debilitarse a comienzos de año. Esta debilidad es prometedora para la clase de activos en la que invertimos.
Los bancos centrales de los mercados emergentes comenzaron a subir los tipos antes que sus homólogos desarrollados y, por lo tanto, marchan más avanzados en sus ciclos de subidas; así, varios se encuentran cerca del máximo o lo han alcanzado ya. Están mejor posicionados desde el punto de vista de la política monetaria, ya que la fortaleza del mercado laboral estadounidense está generando dudas en torno al posible tipo terminal de la Fed.
Aunque las empresas de todo el mundo, y en especial de los mercados desarrollados, se enfrentan a dificultades, seguimos apreciando una fortaleza general en los balances de las empresas emergentes. La prioridad sigue siendo invertir en negocios bien capitalizados y con balances saneados. Me centro en invertir en empresas que deberían estar mejor preparadas para lo que seguirá siendo un entorno complejo.
¿Cuáles son los principales focos de atención?
El ciclo de recuperación de la demanda pinta un panorama halagüeño para los valores tecnológicos de los países emergentes. El sector de los chips de memoria está sufriendo una de sus rachas más nefastas, pero parece que lo peor ha pasado y que el ciclo de contracción podría estar tocando fondo. Las valoraciones están en mínimos o cerca, los precios al contado de las memorias DRAM han bajado considerablemente, las existencias están en máximos o lo estarán pronto y las acciones han dejado de caer ante los incumplimientos de las previsiones o las malas noticias. En un plano más general, están aumentando las expectativas de recuperación de la demanda en el segundo semestre de 2023 y la certidumbre sobre la trayectoria de los tipos de interés y la inflación. El levantamiento de las restricciones relacionadas con el Covid en China en fechas recientes también es positivo; así, Corea y Taiwán está beneficiándose del aumento previsto de las exportaciones de tecnología a China.
Por países, las finanzas de algunas de las economías más vulnerables se han apuntalado, las presiones inflacionistas se han suavizado y, cuando se ha necesitado, hemos visto cómo se reforzaban las reservas y cómo se tomaban posiblemente las decisiones de política monetaria más proactivas del mundo; así pues, aunque sigue habiendo cierto nerviosismo entre los actores del mercado en todo el mundo, soy más optimista a este respecto.
¿Dónde ve más oportunidades?
Seguimos pensando que las empresas de servicios financieros, y especialmente los bancos de los países emergentes, reúnen las condiciones para destacar en el entorno actual: se benefician de las subidas de tipos sincronizadas, en muchos casos cotizan en niveles especialmente atractivos y ofrecen, en general, unas buenas rentabilidades por dividendo. Consideramos que las consecuencias de lo sucedido con Credit Suisse y Silicon Valley Bank están muy localizadas y no apreciamos impactos directos en sus homólogos emergentes. De hecho, creemos que los bancos de los mercados emergentes están bien posicionados y tienen balances sólidos y activos de calidad, por lo que podrían atraer a los inversores.
La inclusión de bancos con un enfoque muy selectivo ha sido determinante para dar mayor diversidad a la cartera durante un periodo de incertidumbre elevada. Soy consciente de que el fondo está expuesto a entidades más sensibles a los tipos y lo vigilo de cerca. Si los tipos de interés se mantienen en niveles altos a medio plazo, entonces estos bancos lo harán bien, pero estamos atentos al ciclo y tratamos de garantizar la diversificación y el equilibrio. Nuestras incorporaciones recientes en el sector financiero son Erste Group Bank, Nu Holdings y Standard Bank, que ofrecen exposición a los servicios bancarios en Europa central y oriental, Brasil y Sudáfrica. Todos están baratos y se benefician del entorno de tipos altos.
Como indicaba antes, los semiconductores y, por extensión, las acciones de Corea del Sur y Taiwán, están a la espera de una recuperación frente al hundimiento de 2022. La recuperación de la demanda en China debería dar impulso, aunque siguen siendo vulnerable al riesgo de recesión en EE.UU.
¿Es China la gran apuesta de los fondos de inversión?
China ha estado en boca de todos y no solo porque, al ser el mayor mercado de nuestro universo, desempeña un papel protagonista a la hora de forjar el sentimiento hacia esta clase de activo y el comportamiento general del índice.
La adopción de un enfoque más pragmático para gestionar la pandemia ha sido un momento clave, junto con unas políticas más favorables, lo que ha dado lugar a un vuelco en el sentimiento negativo hacia el mercado. No obstante, las condiciones siguen siendo volátiles.
“El ciclo de recuperación de la demanda pinta un panorama halagüeño para los valores tecnológicos de los países emergentes”
En cuanto a la demanda, tanto la de consumo como la industrial están rebotando gracias al discurso de la reapertura y las medidas de estímulo. Las perturbaciones de las cadenas de suministro, la logística y las redes de transporte están normalizándose. La regulación de Internet suscita menos inquietud y el gobierno está aumentando los esfuerzos para estabilizar el mercado inmobiliario. Las estimaciones apuntan a un ingente volumen de ahorro entre las familias, lo que, siendo conservador, puede dar un apoyo más prolongado a la recuperación. Sin embargo, sigue sin gustarme el sector inmobiliario chino a medio plazo, ya que la negativa evolución demográfica y las tensiones geopolíticas enturbian el panorama.
La exposición en el fondo se enfoca como una combinación de China, Hong Kong y Naspers (por la participación de la compañía en Tencent). Estamos cerca de un posicionamiento neutral.
El fondo invierte en valores de Internet chinos. Alibaba está barata y su compromiso constante con las recompras de acciones es atractivo, pero el negocio debe superar varios problemas de tipo operativo. La exposición del fondo está más diversificada hoy que en toda su historia y ha incorporado a Pinduoduo, que ha tenido mucho éxito aumentando su cuota de mercado. A ello hay que sumarle la exposición a Tencent (principalmente a través de Naspers), Trip.com y BYD.
El fondo también está expuesto a las oportunidades que ofrece el consumo chino, donde el foco está puesto en valores de alta calidad que pueden beneficiarse de la recuperación de la demanda y están protegidos frente a las amenazas de recesión mundial. A este respecto, cabe mencionar nuestras posiciones en la marca de ropa deportiva Li Ning, el productor lácteo China Mengniu y el productor de baijiu Kweichow Moutai, entre otras.
La aseguradora cotizada en Hong Kong AIA Gtoup y la empresa de maletas Samsonite International también van a beneficiarse de la reapertura acelerada de China y la apertura de la frontera entre China y Hong Kong.
¿Qué países van a tener un mejor comportamiento?
Creo que el mercado indio es una sólida tendencia de crecimiento estructural. La India se beneficia de varios catalizadores a largo plazo y su economía ofrece un amplio margen de crecimiento debido al bajo nivel de su PIB per cápita y su creciente población activa. Esperamos un aumento del consumo y la demanda de bienes, servicios financieros y servicios tecnológicos en el futuro.
El país también se beneficia de varias fuerzas a corto plazo. La India lleva diez años sin desarrollar un ciclo de inversión empresarial y hemos visto balances empresariales fuertes, así como una aceleración del ciclo de crecimiento del crédito. También esperamos un aumento del gasto público este año, dado que 2024 es un año electoral en la India.
¿Es buen momento para la renta variable? ¿Cuáles son sus previsiones a largo plazo?
La renta variable mundial sigue estando sujeta a un alto nivel de incertidumbre macroeconómica en relación con la trayectoria futura de la economía mundial y los tipos de interés. La agitación que ha vivido recientemente el sector bancario cortó la recuperación de las bolsas mundiales. Sin embargo, eso no altera nuestra visión a largo plazo sobre el atractivo relativo de la renta variable y la renta variable emergente.
Con la renta variable emergente, existe un consenso cada vez mayor de que los mercados emergentes podrían volver a ser una inversión atractiva este año. En el último trimestre de 2022, el índice MSCI EM consiguió recuperar parte de lo perdido.
El Personaje y su Imagen
Nick Price gestiona este fondo desde julio de 2009. Se incorporó a Fidelity en 1998 como analista y está avalado por su trayectoria en este mercado; además, en 2005 consolidó los recursos de Fidelity para los países emergentes de EMEA dentro del departamento de mercados emergentes de la compañía en Londres. Price es licenciado en Comercio y Contabilidad por la Universidad de Natal y miembro del Instituto Surafricano de Censores de Cuentas. También es CFA.