Maite Nieva
La combinación de una política monetaria extremadamente flexible por parte de la mayoría de los principales bancos centrales del mundo; una reducción de la producción mundial inducida por un virus durante gran parte de los últimos doce meses y las expectativas de un rápido repunte de la demanda de consumo mundial han disparado el precio de las materias primas en todo el mundo. A este cóctel explosivo se ha sumado el rally que están protagonizando en los mercados, impulsadas por las presiones de inflación y las preocupaciones de los inversores en búsqueda de protección. Goldman Sachs apuesta por las materias primas y asegura que es la mejor cobertura contra la inflación. Además brindan protección a la cartera y ofrecen rentabilidad y ayudan a diversificar.
En plena pandemia y con una economía a medio gas la subida de los precios de las materias primas se han disparado a nivel mundial y no parece que vaya a frenarse por el momento. El aumento de la demanda de productos básicos ha excedido al volumen de la oferta global desde EE. UU. a China y a Europa y en la actualidad alcanzan valoraciones desorbitadas que no se veían desde hacía tiempo.
“Las preocupaciones sobre la inflación están en aumento y los inversores buscan protección”, dicen los analistas de Commodities de Goldman Sachs
El impacto que ha tenido en las empresas y mercados ha sido desigual. Mientras que ha sido positivo para los resultados y en la cotización de las empresas productoras de estos materiales como ha sido el caso de las cotizadas del Ibex 35, ArcelorMittal y Acerinox, entre otras compañías, también ha añadido una prima en los costes de determinados sectores, como la construcción, automóviles y venta minorista, entre otros. Además, ha impulsado la demanda de estos activos en los mercados financieros, lo que ha contribuido, aún más, a multiplicar los precios.
Acero y cobre, los más alcistas
En Estados Unidos, los precios del acero se negocian actualmente al triple de su media histórica a largo plazo. Los precios del cobre en la Bolsa de Metales de Londres han aumentado un 30% desde el comienzo de 2021, superando los 10.000 dólares/tonelada por primera vez en 10 años; también los precios mundiales de los alimentos están subiendo, y el índice CRB Alimentos se ha revalorizado un 42% este año. Incluso el petróleo, un sector que debería verse afectado negativamente por las restricciones de viaje inducidas por la pandemia del covid, ha vuelto a sus niveles de 2019, señalan desde Goldman Sachs.
Por lo que se refiere al precio del crudo, esperan un repunte significativo en la demanda mundial de petróleo en los próximos meses, y pronostican precios más altos para este verano. El nivel de demanda mundial de petróleo se ha mantenido estable: alrededor de 95 mb / durante los últimos seis meses. En lo que va de primavera la demanda se estabilizó en India, América Latina y partes de Europa y la recuperación de los precios se ha acelerado
En China, los costes de construcción de los proyectos inmobiliarios ascienden a una media de 3.500-4.000 reminbi m², de los cuales los materiales de construcción sólo representan aproximadamente el 55-60%. Incluso dentro de estas materias primas, una gran proporción corresponde al cemento, que no ha experimentado el mismo grado de apreciación de precios en China este año en comparación con otras materias primas industriales.
Cobertura contra la inflación
Uno de los motivos de que las materias primas hayan despertado el interés de los inversores se debe a que siguen siendo la mejor cobertura contra la inflación y brindan protección a la cartera, explican los analistas del departamento de Commodities de Goldman Sachs en su último informe sobre estos activos. “Las preocupaciones sobre la inflación están en aumento y los inversores buscan protección”, aseguran. En términos netos, las materias primas no solo constituyen componentes clave del índice IPC, también funcionan como un activo de diversificación durante la inflación de manera similar a una cartera de acciones / bonos: 60/40, explican.
“El récord de inflación del mes pasado sorprendió a los mercados a medida que aumentaba la inflación subyacente del IPC. La inflación negociada en todos los vencimientos aumentó al nivel más alto desde la crisis financiera 2008-2009”, comentan. “Y, una vez que las expectativas inflacionarias se vuelven lo suficientemente preocupantes sobre la tasa de interés, las acciones ya no actúan como una buena protección contra la inflación”, aseguran.
Los analistas del banco de inversión estadounidense ven a las materias primas repuntando otro 13,5% durante los próximos seis meses, con el petróleo alcanzando los 80 dólares / barril y el cobre alcanzando los 11.000 dólares / tonelada con riesgos al alza”. En consecuencia, reiteran la posición larga de un 35% más desde el inicio en el índice de materias primas, con inclusión de carbono como cobertura a la reflación”.
A principios de junio, el precio del carbono en la Unión Europea superó por primera vez los 50 euros por tonelada, más del doble que antes de la pandemia,
Invulnerables a los tipos
Como activos al contado, las materias primas no son vulnerables a la subida de tipos sino al nivel de demanda en relación con el nivel de oferta actual. Como resultado cubren a corto plazo imprevistos de inflación que se crean en respuesta a una economía en rápida expansión, donde el nivel de demanda de ciertos materiales y mano de obra, supera el nivel de oferta, según el informe de Goldman Sachs.
“La relación entre el IPC a corto plazo y las materias primas se fortalece durante períodos de grandes cambios en los precios de la energía, lo que se vincula con la naturaleza física de los productos básicos, ya que los cambios en los precios de las materias primas, dan lugar a las oscilaciones en los inventarios y la alta volatilidad de los precios al contado”, explican.
“Los precios se han impulsado por una demanda que se mantiene fuerte, mientras que la oferta ha seguido rezagada”, según JP Morgan
Los analistas de Goldman Sachs creen que no hay que temer a una Fed más agresiva a corto plazo, pero sí esperan que se produzca un ajuste gradual de los estímulos a partir de principios de 2022. Según sus previsiones, el primer movimiento de la tasa de interés será en 2023. Un dato que es importante tener en cuenta en el caso de las materias primas.
“Las tasas reales aumentarán durante los próximos meses con una mínima cicatrización potencial, lo que sugiere una tasa natural constante. Así, “es probable que las tasas reales respalden un cambio hacia un retroceso más pronunciado y, por lo tanto, se mantengan para la mayoría de las materias primas cíclicas, como el petróleo, el cobre o el aluminio, durante los próximos 12 a 18 meses”, según sus previsiones.
El cóctel perfecto: política monetaria, baja producción y expectativas de crecimiento
Desde mediados de 2020, los temores inflacionistas han cobrado rápidamente fuerza en todo el mundo. La combinación de una política monetaria extremadamente flexible por parte de la mayoría de los principales Bancos Centrales del mundo; una reducción de la producción mundial inducida por un virus durante gran parte de los últimos 12 meses y las expectativas de un rápido repunte de la demanda de consumo mundial a medida que los países salgan de sus bloqueos, han creado un entorno perfecto para que los precios suban, afirma Marcus Weston, gestor de renta fija de JK Capital Management, empresa miembro del Grupo La Française.
Los precios del acero se sitúan entre los más alcistas, según el informe mensual de JP Morgan en el que proporcionan tendencias de precios en una variedad de productos básicos y una perspectiva histórica sobre cómo los costos de materiales han afectado a la rentabilidad de los activos. Tras un sólido aumento en abril del 7% y del 6% del acero laminado en caliente y en frío, respectivamente, los precios del acero en caliente han aumentado en lo que va de mayo, hasta un 223% interanual, mientras que los precios de laminados en frío subieron un 177%.
Según el equipo de Metales y Minería de J.P. Morgan, estos precios se han impulsado por una demanda que se mantiene fuerte, mientras que la oferta ha seguido rezagada. Y los precios de la chatarra también han aumentado. Así mismo, materiales básicos, en concreto, el cobre, el aluminio, el zinc y el níquel aumentaron 90%, 65%, 51% y 46%, respectivamente sobre una base interanual. En el sector de energías los precios del petróleo crudo subieron un 237% interanual después del aumento del 189% en abril; subieron un 7% en abril a 63,58 dólares por barril, tras la caída del 4% en marzo. Sobre una base interanual, los precios los precios han bajado un 56% desde su pico de julio de 2008.