Mercedes Cobo ■
Una vez aclaradas las directrices de los bancos centrales y si la inflación disminuye en los próximos meses, el entorno será especialmente propicio para un mercado alcista sólido, según Edmond de Rothschild AM. Teniendo esto en cuenta, son optimistas a medio plazo. Sin embargo, indican que la cautela será una aliada para las carteras.
En un mercado como el actual, en el que la volatilidad y los riesgos a la baja están a la orden del día, resulta fundamental evitar quedarse anclado en las tasas de crecimiento, los márgenes de beneficios o las cotizaciones que se registraban en el pasado, asegura Jody Jonsson, gestora de Capital Group.
En su opinión, no estamos ante una tormenta pasajera, sino ante un verdadero “cambio climático” en los mercados.Dada la gran incertidumbre que ofrece el entorno actual, aconseja invertir fundamentalmente en compañías consolidadas y dominantes en sus respectivos sectores, que generan sólidos flujos de caja, cuentan con fuertes ventajas competitivas y pueden financiar su propio crecimiento.
Edmond de Rothschild AM apuesta por la atención sanitaria y el Big Data
Por otro lado, recomienda invertir de forma más moderada en aquellas otras empresas más volátiles que ofrecen un mayor riesgo y una mayor rentabilidad, ya que, en un entorno de subida de tipos de interés, los inversores tienden a mostrarse menos indulgentes con las valoraciones de las compañías más especulativas.
“Trato de invertir en compañías con valoraciones razonables y justificadas según los flujos de caja y los beneficios a corto plazo. Entre ellas, por ejemplo, se incluyen algunos proveedores de servicios sanitarios o fabricantes de dispositivos del sector sanitario, o compañías financieras no bancarias, como aseguradoras y operadores de mercados, que pueden verse favorecidas por la subida de los tipos de interés y el aumento de los volúmenes de negociación y no son excesivamente sensibles a la evolución de la economía”, explica.
En Edmond de Rothschild AM, creen que el entorno será especialmente propicio para un mercado alcista sólido. Sin embargo, consideran que la cautela será una aliada para las carteras debido tres razones principales. “En primer lugar, los tipos de interés a corto plazo se han tenido en cuenta en los mensajes de Jackson Hole de forma bastante eficaz, pero quizá no del todo. Los mercados podrían seguir sufriendo correcciones, ya que la percepción de una política monetaria restrictiva duradera podría aumentar la probabilidad de una recesión para los inversores. En segundo lugar, el endurecimiento cuantitativo de la Fed, cuyos efectos no están claros, pero sí son potencialmente negativos para los mercados, verá duplicada su intensidad durante las próximas semanas. En tercer lugar, entramos en una fase de revisiones a la baja de las previsiones de beneficios”.
No obstante, indican que su postura de cautela a corto plazo será limitada y la revisarán en un futuro muy próximo, a medida que evolucione la situación.
Europa en el punto de mira
Benjamin Melman, CIO Global, Edmond de Rothschild Asset Management, prevé que Las tarifas energéticas y la inflación aumentarán significativamente con la subida del precio del gas en Europa. “La magnitud del choque es tal que las previsiones de crecimiento económico europeo se han suspendido. Además, el deterioro del euro, provocado en parte por la crisis energética europea, está presionando al BCE y aumentando el riesgo de una tendencia recesiva en la política monetaria”.
En su opinión, el problema clave para los inversores es que el desafío actual para Europa puede resumirse en un solo factor: el precio del gas, que es muy político y volátil. “Los activos europeos han descontado una gran cantidad de noticias negativas, pero no han incorporado el escenario de una grave recesión. Por ello, preferimos infraponderar los activos europeos (renta variable, bonos de alto rendimiento (high yield), pero sólo de forma limitada”.
Por otor lado, cree que la situación puede cambiar en cualquier momento y mantenerse fuera de estos mercados cotizados sería costoso. “Dentro de los mercados de renta variable, apreciamos la atención sanitaria, que es resistente en periodos de desaceleración económica, y el Big Data. Indica que la gran racha del mercado indio ha confirmado su fe en este tema de inversión desde hace tiempo: “la India ofrece ahora perspectivas de crecimiento a largo plazo. El auge del real estate residencial en el país ha apoyado el desarrollo duradero de una clase media, acompañado de una elevada demanda de bienes y equipos”.
Por su parte, el equipo de análisis de Mainfirst, no ven en los tipos un obstáculo para la rentabilidad total en el futuro. Para los expertos de Mainfirst, durante las últimas semanas se ha producido una rotación desde los valores cíclicos hacia los defensivos. “Los ganadores relativos fueron las empresas energéticas, los bancos y los valores de las telecomunicaciones. Los perdedores relativos fueron los sectores inmobiliario e industrial, así como las empresas tecnológicas. Los sectores sensibles a los tipos de interés, como el inmobiliario y el tecnológico, se vieron afectados por el mayor endurecimiento de la política monetaria”.
Conservan su perspectiva positiva (con respecto a la deuda corporative emergente) para esta segunda mitad del año, ya que los fundamentales de las empresas de los mercados emergentes siguen siendo sólidos (con la excepción de las situaciones idiosincrásicas de Rusia, Guinea y el sector inmobiliario chino) y las valoraciones son muy atractivas, ya que los diferenciales actuales se sitúan aproximadamente en el 75º percentil histórico. “Los fundamentales de las empresas de los mercados emergentes siguen beneficiándose de los fuertes precios de las materias primas. Desde esta perspectiva, Oriente Medio, LATAM y algunos países africanos y asiáticos son los que más se aprovecharán de esta tendencia”.
Para Mainfirst, aunque algunos precios de las materias primas han bajado últimamente, esperan que sigan estando bien respaldados, por los bajos niveles de existencias y la limitación de la oferta. “Muchas empresas de nuestra cartera están produciendo márgenes saludables con los precios actuales y se desapalancarán aún más en esta segunda parte del año”.
Los tipos de interés no son un obstáculo para la rentabilidad total en el futuro, según Mainfirst
En su opinión, los tipos no serán un obstáculo importante para la rentabilidad total en el futuro, “ya que parece que han tocado techo. El endurecimiento de las condiciones financieras derivado del ciclo económico y la ralentización del crecimiento mundial afectarán inevitablemente a la economía estadounidense y, con ello, a la función de reacción del banco central. Una vez que la desaceleración se haga más visible en los datos, la Fed se verá más limitada”.
Por lo que respecta a China, creen que la relajación de la política monetaria y el fuerte gasto fiscal deberían permitir al gobierno amortiguar el impacto negativo de la política de covid cero y la desaceleración inmobiliaria de este año. Aunque las medidas tomadas hasta ahora para resolver la crisis inmobiliaria van en la dirección correcta, creen que son insuficientes. “Para restablecer la confianza de los inversores y de los compradores de viviendas, se requiere una respuesta más firme y sostenible. No obstante, aunque los fundamentales siguen siendo débiles, las valoraciones sin precedentes limitan la caída a medio plazo”, indican.
Renta variable estadounidense frente a la europea
Thomas Dhainau, responsable de renta variable de La Française AM, considera que las fuentes de preocupación no se han disipado y aconseja cautela. “Las expectativas de beneficios parecen optimistas, en nuestra opinión, y no reflejan el riesgo de una desaceleración económica. Las valoraciones han vuelto a las medias históricas y no son un apoyo importante, mientras que las revisiones de las previsiones de beneficios podrían pesar en los mercados”. Por lo tanto, en el contexto de la crisis geopolítica y energética europea, prefieren la renta variable estadounidense a la europea.
También se decantan por los temas relacionados con la transición climática que promueven la reducción de las emisiones de carbono como: productos de bajo consumo, servicios de optimización energética, construcción sostenible, digitalización, energías renovables, economía circular y movilidad verde.
Por el contrario, mantienen la cautela con el sector consumo, que podría verse afectado por el descenso del poder adquisitivo de los hogares. No creen que la desaceleración económica haya sido suficientemente descontada por los índices bursátiles. “Será necesaria una mejora de las cifras de inflación junto con un mensaje más acomodaticio de los bancos centrales antes de adoptar una postura más agresiva”.