Manuel Tortajada
España es el segundo país europeo que más energía eólica ha instalado y ocupa el primer puesto en sistemas solares de concentración. Un proceso en el que está en camino de reforzarse por la inversión del Gobierno de 26.640 millones de euros entre 2021 y 2023 para acelerar la transición ecológica y la movilidad sostenible. Fuera de España, el resto de países europeos también van a modernizar sus economías con un impulso similar de las renovables, y todos los analistas apuntan que lo mismo sucederá en EE UU si el candidato demócrata, Joe Biden, llega a la Casa Blanca tras las elecciones del 3 de noviembre frente a Donald Trump.
Las renovables serán uno de los motores incuestionables en la recuperación de esta crisis. La propia Comisión Europea ha recomendado encarecidamente a los países destinar las ayudas del fondo de recuperación a impulsar las transiciones ecológica y digital. De momento, prueba de ello son las ganancias en bolsa que arrojan estas compañías en un año de mercado tan complicado como está siendo 2020. Así, las mayores alzas son para Solaria, que suma un 161%, Grenergy, que repunta un 33% y Solarpack, que suma un 27%.
Este mayor interés, por ejemplo, se ha trasladado a la negociación bursátil, convirtiendo a Solaria en una de las 29 empresas que más dinero ha movido en la bolsa española entre los meses de abril a septiembre (cerca de 7,4 millones de euros de media al día, según datos de Bloomberg).
Hace solo unos días que Solaria presentaba sus resultados del semestre en los que anunciaba que la producción se triplicó respecto al mismo periodo del año anterior, lo que se tradujo en un aumento del 39% en el beneficio antes de amortizaciones, depreciaciones, intereses e impuestos (ebitda), hasta los 22,4 millones de euros. Los bancos de inversión prevén que esta cifra pueda acercarse a los 50 millones en el conjunto del año, según las previsiones recogidas por FactSet, lo que supondría un 58% más que en 2019. Y que el ebitda pueda triplicarse en dos años. Los inversores estarían pagando ahora 67 veces el beneficio neto esperado para 2021 y 36 por el previsto por los analistas para 2022. La recomendación del consenso de mercado es mantener.
Solaria es el nuevo integrante del Ibex-35 en sustitución de MásMóvil tras acumular una revalorización en el año superior al 178% hasta los 18,92 euros por acción.
De la evolución de este sector da buena cuenta que Soltec Power Holdings se convierta, previsiblemente, en el mes de noviembre en la primera salida a bolsa en España de los últimos dos años. La compañía especializada en energía solar comparte con el último estreno que se ha visto en el Mercado Continuo el sector, al tratarse de Solarpack que aterrizó en diciembre de 2018 en el parqué nacional, y también la fórmula. Soltec realizará, como ya hizo su predecesor, una ampliación de capital para acceder al mercado y dar entrada a nuevos inversores. Pero parece que sólo los valores relacionados con energías limpias se atreven a dar un paso al frente. También fue así en el caso de Grenergy, que el año pasado se considera el único estreno del Continuo al saltar desde el antiguo MAB (hoy BME Growth).
Soltec Power Holdings es una compañía especializada en la fabricación y suministro de equipos de seguimiento solar para plantas fotovoltaicas a nivel global, con sede en Murcia y 16 años de experiencia. Se estima que su capitalización en bolsa pueda rondar los 300-400 millones de euros, considerando una OPS de, aproximadamente, 150 millones de euros, según calcula la propia compañía.
Descarbonización
El objetivo de descarbonización que se ha marcado Bruselas en el horizonte de 2030 es que el 32% de la energía final consumida en la UE de cara deberá ser de objetivo renovable y las empresas del sector jugarán un papel clave en la próxima década. El compromiso con lo sostenible está ganando cada vez nuevos adeptos y poco a poco son más las cotizadas centradas en la transición energética. Es el caso de Solaria, Solarpack, Grenergy y ahora Soltec, que al calor del Pacto Verde Europeo (el núcleo del paquete de recuperación frente al Covid-19 para avanzar hacia una Europa climáticamente neutral), así como la consolidación de la inversión socialmente responsable (ESG, por sus siglas en inglés) los inversores están poniendo el foco en estas pequeñas compañías.
Siemens Energy debuta en la bolsa alemana
Siemens Energy, principal accionista de Siemens Gamesa, ha debutado este pasado mes de septiembre en la Bolsa de Fráncfort a un precio de 22,01 euros por acción, lo que supone una valoración bursátil de casi 16.000 millones de euros, completando así la escisión del conglomerado industrial alemán que comenzó hace varios meses.
La empresa escindida, que aglutina el negocio de energía y gas de Siemens, cuenta con una plantilla de 91.000 empleados en más de 90 países. Uno de sus principales activos es la propia Siemens Gamesa, de la que ostenta un 67% de su capital social. El debut en los mercados de Siemens Energy también supone la finalización de la hoja de ruta de reestructuración que se había marcado Siemens, que también abarcaba la escisión de Siemens Healthineers.
De momento, Siemens ha transferido el 55% de Siemens Energy a sus accionistas, mientras que otro 9,9% se ha transferido a Siemens Pension-Trust. La firma alemana ha asegurado que seguirá reduciendo aún más su participación en su antigua filial de gas y energía en los próximos 18 meses.
Separada de Siemens debido a sus débiles márgenes de beneficio, la división prevé un margen de no más del 1% en 2020 sobre los beneficios antes de intereses, impuestos y amortización antes de partidas extraordinarias (EBITDA), debido a la crisis del coronavirus y a la debilidad del negocio de turbinas eólicas en tierra firme.
Este margen debería aumentar entre un 6.5% y un 8.5% en 2023, gracias a más de 1,300 millones de euros de recortes de gastos que, según una fuente, incluirán el cierre de algunas de las plantas de producción del grupo.
La directora financiera de la compañía, Maria Ferraro, ha explicado que Siemens Energy tiene «intención» de distribuir entre los accionistas entre el 40% y el 60% de los beneficios netos consolidados después de impuestos. «Nuestra misión es apoyar a nuestros clientes en la transformación de los mercados energéticos globales y, al mismo tiempo, aumentar el valor para los accionistas», ha indicado la ejecutiva.
«Como compañía independiente, ahora tenemos la flexibilidad empresarial que necesitamos para ayudar a dar forma a la transformación global de los mercados de energía de una manera sostenible y económicamente exitosa», ha asegurado el consejero delegado de Siemens Energy, Christian Bruch.