Mercedes Cobo ■
Los mercados emergentes, deuda, acciones y divisas, parecen estar saliendo de su ciclo bajista más largo y uno de los más pronunciados, y se posicionan para experimentar un ‘rally’ tras meses a la sombra de un dólar fuerte y subidas de tipos, indican los expertos. Aunque el entorno es complicado para estas economías, aun así, consideran que los indicadores clave apuntan a una atractiva propuesta de riesgo-recompensa, lo que hace que la renta variable de los mercados emergentes se sitúe en una posición más favorable que la de los mercados desarrollados durante este año.
Los mercados emergentes están al alza, así lo consideran los analistas de Morgan Stanley, “Estamos seguros de que nos encontramos al comienzo de un ciclo alcista en los mercados emergentes”, afirma Jonathan Garner, estratega jefe de la firma para Asia y mercados emergentes, quien espera que, “como en ciclos anteriores, esté liderado por los grandes mercados del norte de Asia: China, Corea del Sur y Taiwán”. Asimismo, recuerda que el equipo del banco neoyorquino ya se mostró alcista con la renta variable asiática en octubre, señalando que el crecimiento de los beneficios tenía recorrido, mientras que las valoraciones se situaban un 40% por debajo de su máximo del ciclo de febrero de 2021.
El actual ciclo bajista de los semiconductores y la tecnología en Taiwán ya estaba totalmente descontado, según los analistas
Según los expertos de la compañía norteamericana, los mercados emergentes parecen estar saliendo de su ciclo bajista “más largo y uno de los más pronunciados”. “En octubre de 2022, la caída del índice MSCI Emerging Markets había superado la caída media de los 10 mercados bajistas anteriores, incluida la crisis financiera asiática de 1997”, explican desde Morgan Stanley, al tiempo que resaltan que el índice había descendido hasta un 7% por debajo del mínimo del ciclo de 2018.
“Las acciones asiáticas habían perdido en ese momento más del 40% desde su máximo de febrero de 2021. En los 10 ciclos anteriores, la renta variable alcanzó máximos que oscilaban entre el 22,7% y el 124,8% desde los mínimos del mercado bajista en una media de unos 451 días”, indican.
Entre las razones que esgrime la firma estadounidense para este renovado optimismo se encuentran el “debilitamiento del dólar estadounidense” y el movimiento de China “hacia una política de gestión del coronavirus más sostenible”. Sobre esto último, Danske Bank estima que la repentina (y acelerada) reapertura orquestada por Pekín lastre el PIB del país asiático en el último trimestre de 2022 y en el primero de 2023, pero también calculan que la recuperación comenzará entre febrero y marzo, unos cuatro meses antes de lo esperado. Asimismo, el banco danés ha recortado el PIB de 2023 al 4,6% desde el 4,9%, pero ha aumentado el de 2024 hasta el 6% desde el 5,3% anterior.
“Mientras tanto, el mercado inmobiliario chino se está estabilizando y las medidas reguladoras en los sectores de Internet y el comercio electrónico parecen haber concluido en gran medida”, señalan estos expertos. El equipo de Morgan Stanley también espera que el crecimiento de los beneficios se acelere de un crecimiento “de un dígito bajo” en 2022 a uno de “un dígito medio” en 2023.
Corea del Sur y Taiwán
Paralelamente, Morgan Stanley destaca que, en los mercados de Corea del Sur y Taiwán, donde las acciones han tenido en general un rendimiento inferior en 2022, “las valoraciones son baratas y suelen tocar fondo antes de que giren los ciclos de inventarios tecnológicos”. “Estos mercados de ciclo temprano tienen el mejor historial de liderar recuperaciones en renta variable asiática y de mercados emergentes”, añaden.
En el caso de Corea del Sur, señalan que la renta variable del país ha sido históricamente líder en los cambios de tendencia en los mercados emergentes y que puede volver a serlo “ya que está fuertemente ponderada por los valores cíclicos de principio de ciclo”. “En los sectores de crecimiento de calidad, como la tecnología y los bienes de capital, las valoraciones parecen haber tocado fondo y es probable que las perspectivas de beneficios mejoren el año que viene”, afirma Garner.
En cuanto a Taiwán, resaltan que el actual ciclo bajista de los semiconductores y la tecnología ya estaba “totalmente descontado” en las valoraciones realizadas a principios de octubre, “sobre todo si se tiene en cuenta la tendencia a la mejora de la rentabilidad de las empresas del sector”. El equipo de Morgan Stanley estima que es “probable” que las revisiones a la baja de los beneficios se inviertan a mediados de 2023 y señalan la reapertura total tras los cierres por Covid-19 como otro posible catalizador del mercado. “Podría traer una mayor afluencia de visitantes y dar un nuevo impulso a la economía nacional”, apuntan.
Por otra parte, la firma estadounidense señala que las elevadas valoraciones de la renta variable de la India pueden provocar que se quede rezagada respecto a la china, surcoreana y taiwanesa. Con todo, estos analistas son optimistas con las perspectivas del país para la próxima década y creen que el mercado indio se beneficiará del interés de los inversores y de los cambios a largo plazo hacia un mundo multipolar.
China
Roberto Scholtes Ruiz, jefe de Estrategia de Singular Bank, indica que ahora mismo es un entorno complicado para las economías emergentes por esa combinación de subida de tipos de interés, especialmente en EEUU, de un dólar fuerte, se retraen los flujos de capitales internacionales, desaceleración económica, no sólo en Norteamérica y en Europa, sino también en China, “y por eso ahora mismo tenemos una posición cauta en la renta fija de mercados emergentes y neutral en las bolsas emergentes. Estamos recomendando aquí, que es otra de nuestras ideas de inversión para este año, diversificar en el conjunto de Asia-Pacifico, porque, aunque la bolsa china está barata, tiene problemas coyunturales y estructurales, pero las bolsas de Corea, Taiwán y de Japón están igualmente baratas y esperamos que vayan a funcionar bien en los próximos meses”.
En Morgan Stanley creen que el mercado indio se beneficiará del interés de los inversores y de los cambios a largo plazo hacia un mundo multipolar
Firmas que buscan ofrecer rentabilidades atractivas con un modelo de alta convicción, como Aperture Investors, parte del ecosistema de gestoras de activos de Generali Investments, ponen en sus quinielas de este año que acaba de comenzar a los mercados emergentes (deuda, acciones y divisas), que se posicionan para experimentar un rally tras meses a la sombra de un dólar fuerte y subidas de tipos, sin olvidar que existen oportunidades en la dispersión e ineficiencias del mercado de crédito. Por otro lado, señalan que las acciones europeas con una fuerte impronta de innovación en su filosofía empresarial también serán atractivas para construir carteras este año.
Para Jeremy Lawson, economista jefe de abrdn en China, a pesar del entusiasmo por un giro en dos direcciones hacia la flexibilización de las políticas de Covid cero y del sector inmobiliario, el aumento de los casos de Covid está contribuyendo a un empeoramiento del crecimiento a corto plazo. “No esperamos una relajación más generalizada de las restricciones hasta la segunda mitad de 2023. Del mismo modo, es poco probable que se produzca una recuperación enérgica del sector de la vivienda, ya que las condiciones de financiación de los promotores son estrictas, las perspectivas de actividad están deprimidas y existe un exceso de oferta”.
Señala que en el conjunto de los mercados emergentes, las perspectivas macroeconómicas son muy diversas. “Asia es la mejor situada, mientras que algunas partes de América Latina están a punto de relajar su política monetaria. La inflación sigue siendo demasiado elevada en los países de Europa Central y Oriental, mientras que muchos mercados emergentes fronterizos se encuentran en plena crisis”.
Por su parte BlackRock, también aconseja acciones de esta región y la deuda corporativa con alta calificación ante la recesión, una pausa en el alza de tipos y la reapertura de China.
Una renta variable mejor posicionada
Morgan Stanley destaca que, en las últimas semanas, los mercados asiáticos han mostrado una menor sensibilidad a las tendencias de los mercados estadounidenses, especialmente en el caso de la renta variable china. Esto, explican, es típico en las primeras fases de una recuperación. “Como clase de activo de ciclo temprano, la renta variable asiática tiende a alcanzar su máximo antes que el S&P 500 (en este ciclo, en febrero de 2021) y también su mínimo antes que este”.
En este sentido, recuerdan que “persisten los riesgos” para una recuperación del mercado, como el impacto de la inflación mundial en las valoraciones generales de la renta variable, así como factores geopolíticos, como la interacción de las relaciones entre China, Taiwán y EEUU, el calendario de la reapertura de China y los efectos del actual conflicto entre Ucrania y Rusia en los precios de la energía.
“Aun así, consideran que los indicadores clave apuntan a una atractiva propuesta de riesgo-recompensa para los inversores, lo que hace que la renta variable de los mercados emergentes se sitúe en una posición más favorable que la de los mercados desarrollados durante este año”.