Maite Nieva
La crisis entre Rusia y Ucrania se ha convertido en la historia de una guerra anunciada. La escalada de la tensión ha llevado finalmente a un ataque a Ucrania en la mañana del pasado jueves 24. La ofensiva de Putin en el conflicto Rusia-Ucrania con el reconocimiento de las repúblicas populares de Donetsk y Lugansk, y el envío de tropas rusas a la zona, ha disparado la tensión internacional y con ella los anuncios de sanciones de EE UU y Reino Unido y de la Unión Europea. El desplome de las Bolsas mundiales ha sido la consecuencia más inmediata. Según los expertos, la energía será uno de los sectores más afectados, y Europa la más perjudicada a causa de las sanciones de Occidente
Tras conocerse la noticia de la invasión militar rusa a Ucrania, han caído con fuerza los principales índices bursátiles de Europa, después de que las acciones tocaran mínimos de siete meses por las crecientes tensiones. El DAX retrocedía más de un 3% y situándose en mínimo de 50 semanas, tras conocerse la noticia, mientras que el Ibex 35 se hundía un 2,5% y cerraba a mínimos del año y el Stoxx 50 un 3%. Wall Street abría con caídas superiores al 2%; el Dow Jones retrocedía un 2,57%, mientras que el S&P 500 se deja un 2,62% y el Nasdaq un 3,45%.
También los precios de los futuros del petróleo West Texas de EE UU y del Brent se dispararon por encima del 7%. El primero se acercaba a los 98,5 dólares, mientras que el Brent supera los 101 dólares por barril, por primera vez desde septiembre de 2014. En Rusia, el índice MOEX respaldado por rublos se ha desplomado más del 45% para cotizar por debajo de los 1700 puntos, el nivel más bajo desde enero de 2016. La negociación en todos los mercados de la Bolsa de Moscú se suspendió temporalmente.
“La energía será uno de los sectores más afectados y Europa la más perjudicada”, según Warren Patterson, jefe de Estrategia de Materias Primas en ING.
Además, “la guerra entre Rusia y Ucrania, “aumentará la inflación por las interrupciones en el suministro de energía, lo que puede hacer descarrilar la recuperación económica”, comenta Sergio Ávila, analista de IG.
La energía, la más afectada
La energía será uno de los sectores más afectados, y Europa será la más perjudicada a causa de las sanciones de Occidente, según Warren Patterson, jefe de Estrategia de Materias Primas en ING. Y el gas natural, “probablemente recibiría la mayor atención, ya que la región está lidiando con un balance de gas extremadamente ajustado”.
En su opinión, “cualquier reducción adicional en los flujos de gas ruso dejaría vulnerable al mercado europeo”. Rusia es el principal proveedor de gas natural de la región y representa entre el 40 y el 50 % de las importaciones europeas de gas. Además, los flujos llegan desde varios oleoductos a través de Ucrania, el Yamal-Europa, a través de Bielorrusia, el oleoducto Nord Stream 2 que EE.UU ya anunció que se cerraría en caso de sanciones y el oleoducto TurkStream.
Mala noticia para los precios
La amenaza al comercio entre Europa y Rusia es, sin duda, una mala noticia para los precios, ya que los precios de la energía habían subido antes de que surgiera el riesgo de conflicto, señala Benjamin Melman, Global CIO de Edmond de Rothschild AM. “Los inventarios de gas son ahora generalmente bajos en Europa, y el suave invierno y la proximidad de la primavera deberían limitar el riesgo de escasez a corto plazo”, dice. “El problema será reconstruir los inventarios de cara al próximo invierno, ya que Europa depende de Rusia y las entregas ya se habían reducido en 2020”.
Por otra parte, “el paso al gas licuado sólo podría ser limitado, ya que no hay suficientes terminales de licuefacción y regasificación, lo que deja la oferta desajustada a la demanda”, añade. “Habrá que buscar otras fuentes de energía y eso plantea otro problema, sobre todo si se trata de carbón. También habría que pensar en medidas de ahorro energético”, comenta.
El crudo, en la cuerda floja
Los mercados de crudo y productos refinados también se verán afectados, dice el analista de ING. Con alrededor de una cuarta parte de sus importaciones provenientes de Rusia, es probable que Europa vuelva a sentir el mayor impacto. “Cualquier acción potencial que se tome, que afecte una gran parte de estas exportaciones probablemente empujaría al mercado mundial al déficit y sería extremadamente optimista para el petróleo”, asegura Warren Patterson, jefe de Estrategia de Materias Primas en ING.
Rusia es el segundo mayor productor de petróleo del mundo, con una producción promedio de alrededor de 10,5 millones de barriles/día en 2021 aunque, actualmente, está produciendo por debajo de su capacidad, dado que participa en los recortes de suministro de la OPEP+. Una gran parte de este crudo se procesa en refinerías nacionales, pero una cantidad considerable aún se exporta, con volúmenes de crudo y condensado que promedian alrededor de 5 millones de barriles por día. Esto también convierte a Rusia en el segundo mayor exportador de petróleo crudo después de Arabia Saudita.
Impacto en la inflación
Las sanciones a la economía de Rusia, dado su papel como productor de petróleo y gas, podrían contribuir a mantener alta la inflación y complicar las perspectivas para los tipos de interés”, según Julien Holtz, estratega de emergentes de Pictet WM. De hecho, las tensiones ya contribuyen a llamamientos en la UE para reducir dependencia de las importaciones de fuentes de energía rusas, añade. En su opinión, una reducción de compras de petróleo y gas a Rusia por parte de la UE, el principal socio comercial de Europa, “puede ser especialmente doloroso”.
“Las sanciones a la economía rusa, dado su papel como productor de petróleo y gas, podrían contribuir a mantener alta la inflación y complicar las perspectivas para los tipos de interés”, opina Julien Holtz, estratega de emergentes de Pictet WM
En cuanto al posible impacto que pueden tener las sanciones de occidente en Rusia, el estratega advierte que “el superávit estructural por cuenta corriente del país puede permanecer alto, dado el precio del petróleo, baja deuda pública y altas reservas de divisas”. Rusia, es de los pocos países importantes con superávit presupuestario, lo que protege su economía de la necesidad de financiación exterior, según el estratega de Pictet WM. Además, las restricciones de EEUU en 2014, limitando las importaciones de alimentos, la ha hecho más resistente a shocks externos. La reducción de deuda exterior; acumulación de reservas de divisas y una regla fiscal que ha disminuido la sensibilidad de su economía a la volatilidad del precio del petróleo, ha sido una de las consecuencias, apunta.
La economía, en riesgo
La crisis entre Ucrania y Rusia acentuará la volatilidad y el riesgo a la baja para la economía y los mercados financieros, señalaFilippo Casagrande, director de Soluciones de Inversión en Seguros de Generali Asset & Wealth Management En su opinión, el repunte de la inflación, unido a unas políticas monetarias menos expansivas y a las tensiones geopolíticas pesan, inevitablemente, sobre las estimaciones de crecimiento.
“La situación actual es compleja para los países occidentales, dado el papel estratégico de Ucrania y después de las fuertes sanciones de Estados Unidos, el Reino Unido y la Unión Europea contra Rusia”, dice. En los mercados financieros recomienda sangre fría y estricta selección de activos
En Diaphanum creen que habrá un desajuste económico importante. “Sobre todo en Europa que es más dependiente de la energía y materias primas que se producen en Rusia, ya que se adoptarán medidas que introducirán al país en una fuerte depresión económica creando problemas a su sector financiero y exportador”, apunta Miguel Ángel García, director de inversiones de Diaphanum.
En cualquier caso recomienda “no perder la perspectiva, ya que el problema ucraniano se está solapando con la fuerte subida de la inflación en EE.UU., Europa y Reino Unido, que avocará a los Bancos Centrales a reducir sus estímulos antes y con más intensidad de los previsto inicialmente”.
Por otra parte, las tensiones representan un elemento adicional de volatilidad y riesgo a la baja para la economía y los mercados financieros. Las estimaciones de inflación para este año siguen aumentando, alcanzando el 5% en EE.UU. frente al 3% de septiembre, cuando la Fed empezó a hablar de “tapering” y el 3,7% en la eurozona, frente al 1,5% de septiembre.
En EE.UU., el consenso ve ahora un crecimiento del 3,7% durante 2022, mientras que las estimaciones de la eurozona se han revisado del 4,4% al 4%, principalmente debido a la desaceleración de Alemania del 4,5% al 3,7%. El Bundesbank declaró recientemente que la economía alemana podría contraerse en el primer trimestre de 2022, lo que llevaría a una recesión técnica, dado el descenso del PIB en el último trimestre de 2021.