Las turbulencias que azotan a los mercados en 2022 han dejado paralizado al mercado. La guerra en Ucrania y la crisis energética derivada, la escalada de los tipos de interés para frenar una inflación disparada y ahora la inestabilidad en el Reino Unido están marcando a fuego el ejercicio e impulsando a inversores y empresas a guardar en el cajón todo tipo de operaciones. La sequía se ha impuesto tanto para las operaciones de compra como para las salidas a Bolsa –a excepción de la de Porsche– y las ampliaciones de capital. En el mercado español solo se ha ejecutado un estreno bursátil en la Bolsa sénior, el de OPDE, y el dinero levantado por las cotizadas en ampliaciones de capital es solo un 22,5% de lo captado en el mismo periodo de 2021.
En los ocho primeros meses del año las cotizadas españolas han captado financiación en el mercado vía ampliaciones de capital por importe de 4.281 millones de euros. Una cifra que no se registraba desde 2005, cuando las empresas levantaron 4.449 millones en todo el ejercicio, según los datos de Bolsas y Mercados Españoles (BME).
Fuentes del mercado explican que «la mayor incertidumbre económica y el aumento de los tipos de interés son los principales motivos. Los mercados privados tardan más tiempo en incorporar la información que los públicos, y seguramente los vendedores tienen unas expectativas de valoración que no se corresponden con la realidad de los mercados».
En esa línea, Javier Garrido, subdirector del servicio de estudios de BME, reconoce que «las empresas están aplazando muchas decisiones de financiación ante la actual incertidumbre del mercado».
Con todo, desde BME, Javier Garrido destaca que en número las ampliaciones de capital han sido más cuantiosas que las ejecutadas hasta septiembre en 2021. «Son operaciones más pequeñas y recurrentes, que se hacen todos los años y que son un ejemplo de que el apoyo financiero que presta el mercado», defiende.