Maite Nieva
La previsión de mayores estímulos económicos en EE UU ha impulsado el rendimiento de los bonos americanos a 10 años, alcanzando la subida psicológica de los tipos hasta el 1,1% desde 0,91% anterior el pasado 11 de enero. Este cambio repentino en la evolución de la deuda pública estadounidense ha disparado las alertas del mercado ante la posibilidad de un aumento gradual de los rendimientos. El mercado teme que el aumento de los estímulos económicos en EE UU aprobado por el presidente electo, Joe Biden, dispare los riesgos de inflación en el país. El plan de ayuda, por importe de 1,9 billones de dólares, contempla, también cheques adicionales de 1.400 dólares, extensión del programa de desempleo y un impulso al programa de vacunación en los próximos meses. Además, durante el mes de febrero, se espera que anuncie otro nuevo paquete enfocado en la recuperación económica que podría rondar los 3 billones de dólares. Los expertos coinciden en la importancia de estas ayudas, pero aseguran que afectarán negativamente a la mayoría de los activos financieros del mercado.
La política de estímulos sin precedentes a través del apoyo de los gobiernos y Bancos Centrales despierta una doble lectura en los mercados. El aumento de los rendimientos de los bonos americanos (los precios caen), ha sido la chispa que ha disparado las alarmas ya que reflejan expectativas de inflación, aseguran los expertos. De momento ha provocado rebote del dólar frente a las principales monedas fiduciarias.
La situación económica y política en Estados Unidos mantiene en alerta a los inversores de renta fija, especialmente en la americana, señala Diego Morín, analista de IG. Las políticas llevadas a cabo por la Reserva Federal han generado que el bono americano comience a repuntar con la llegada de Joe Biden a la presidencia de EE.UU., ya que están dando por hecho el apoyo fiscal de la nueva Administración del gobierno”, dice este experto. “No sabemos si esta subida de los rendimientos se mantendrá en el tiempo, puesto que esto dependerá de la valoración que haga el mercado de las primeras medidas tomadas por el nuevo presidente”, dice. “No obstante, ha provocado que los inversores comiencen a agilizar sus inversiones”.
El nuevo nominal
Los rendimientos de los bonos del Tesoro superaron el 1% por primera vez desde marzo pasado, impulsados por aumentos en las expectativas de inflación y rendimientos reales, señala Scott Thiel, director general, estratega jefe de renta fija de BlackRock y miembro del BlackRock Investment Institute (BII. “Esto sugiere que es probable que los mercados pongan a prueba la determinación de la Fed de apoyarse en cualquier subida excesiva de los rendimientos nominales” subraya.
“El aumento del gasto público hará las veces de catalizador de nuestra temática denominada «la nueva situación de los tipos nominales»”, según Scott Thiel, director general, estratega jefe de Renta Fija de BlackRock
A juicio de los analistas de BlackRock Investment Institute, “la mayoría obtenida recientemente por el Partido Demócrata en el Congreso de EE. UU. sienta las bases para un aumento del gasto público, aunque el estrecho margen de esta mayoría limita las posibilidades de que se produzcan subidas de impuestos. “Prevemos que este resultado hará las veces de catalizador de nuestra temática denominada «la nueva situación de los tipos nominales» o, en otras palabras, nuestras expectativas de que tenga lugar un crecimiento más sólido en un entorno de rendimientos nominales estables en el futuro”, comenta).
En definitiva, “la nueva y reducida mayoría demócrata en el Congreso aumenta las expectativas de más gasto público sin aumentos de impuestos proporcionales”, explica Scott Thiel. Y también esperan un fuerte reinicio impulsado por las vacunas a finales de año, lo que refuerza su “visión sobre crecimiento, tasas e inflación”, y respalda “la preferencia por los valores protegidos contra la inflación sobre los valores nominales del Tesoro de EE. UU”.
En esta línea esperan que la Fed apoye contra cualquier aumento adicional en los rendimientos de los bonos nominales. “Seguimos siendo pro-riesgo en general, favoreciendo sobreponderaciones en tanto en acciones como en crédito, pero vemos un camino potencialmente accidentado para los precios de los activos en general, especialmente porque los mercados se han movido mucho desde principios de diciembre”, dice el estratega jefe de renta fija de BlackRock. Según Scott Thiel, los riesgos de inflación a medio plazo parecen subestimados. Los Bancos Centrales parecen más dispuestos a permitir que las economías se aceleren con una inflación por encima del objetivo para compensar los que la inflación no alcanza”, dice.
Perspectivas de inflación
Raphael Thuin, responsable de Capital Markets Strategies de Tikehau Capital sostiene que el aumento de los tipos de interés viene casi exclusivamente de las expectativas de que haya una inflación mayor en el futuro. “Por ello, se está vigilando de cerca la posibilidad de un reflation trade (apuesta por mayor crecimiento, subidas de tipos y más inflación). Esto tendría consecuencias significativas en el mercado, entre las cuales están el impacto en el mercado de renta variable; rendimiento de acciones en crecimiento, entre las que se encuentran las grandes empresas tecnológicas estadounidense, y en las valoraciones de renta fija, entre otras.
En su opinión es difícil hacer pronósticos a corto plazo sobre los bonos. Sin embargo, a más largo plazo en Tikehau Capital ven potencial en la tendencia de la subida de los tipos. Especialmente en el tramo final de la curva (lo que el mercado llama empuje bajista o “bear steepening” en inglés). Hay muchas razones que apoyan este punto de vista, dice. Entre otras, se espera que las políticas monetarias de los Bancos Centrales sigan siendo acomodaticias; que los Bancos Centrales están dispuestos a mantenerse detrás de la curva, por ejemplo, dejando que la inflación aumente por un tiempo y la entrada en un nuevo ciclo económico en el que su fase inicial debería ser inflacionaria.
“Creemos que la Reserva Federal se echará atrás ante un aumento brusco de los rendimientos de los bonos que contribuya a un endurecimiento de las condiciones financieras“, dice Diogo Gomes, Senior CRM UBS AM Iberia
La Reserva Federal, al quite
Un sólido estímulo fiscal, un avance en materia de vacunación y un repunte de la inflación impulsado por un efecto de base podrían fomentar un aumento de los rendimientos de los bonos, a medida que los inversores se adelantan a las expectativas sobre el momento de la reducción del estímulo monetario, explica Diogo Gomes, Senior CRM UBS AM Iberia. Desde su perspectiva, cualquier efecto negativo sobre los activos de riesgo sería temporal, en nuestra opinión. “Creemos que la Reserva Federal se echará atrás ante un aumento brusco de los rendimientos de los bonos que contribuya a un endurecimiento de las condiciones financieras o que ponga en duda su postura de mantener los tipos bajos hasta que se alcancen los objetivos del doble mandato”. En su opinión, “para establecer la credibilidad de su postura pesimista hacia un objetivo de inflación medio flexible será necesario demostrar que el Banco Central ha cumplido su compromiso permitiendo que se mantengan las presiones sobre los precios”
Riesgos, a mediados de año
Los riesgos para nuestras perspectivas aumentarán a mediados de año, cuando los inversores empiecen a descontar cuánto se desacelerará el crecimiento mundial en 2022, dice el experto de UBS AM Iberia. “Las indicaciones sobre la rapidez y la cantidad de apoyo fiscal que se puede retirar estarán entre las principales señales que determinarán la oportunidad procíclica”, apunta. En su opinión, “la oportunidad de la reflación puede disminuir si el cambio estructural duradero a raíz de la COVID-19 resulta ser impulsor del aumento de la cuota de mercado para las empresas tecnológicas en lugar de un cambio de régimen hacia una política fiscal expansiva”.
Se impone la espera, por el momento
La subida de las rentabilidades de los bonos americanos a 10 años ha pillado con el pie cambiado a una gran parte del mercado. Los tipos negativos o cercanas a cero de la deuda soberana impulsadas por los Bancos Centrales, para hacer frente a la covid, han situado a la deuda pública de los gobiernos en un segundo plano.
Diogo Gomes, Senior CRM UBS AM Iberia explica que solo “revisarían la postura de riesgo si, en contra de sus expectativas, las vacunas resultan ser ineficaces contra las nuevas cepas del virus, los gobiernos se inclinan rápidamente hacia la austeridad o si los rendimientos reales aumentarán de forma brusca”. “Los bajos tipos reales y nuestra expectativa de un crecimiento económico sostenido y el aumento de los beneficios nos llevan a favorecer las acciones y el crédito frente a los bonos soberanos y el dólar estadounidense”, asegura. Las valoraciones de los activos de riesgo pueden parecer caras en comparación con el pasado, pero no lo son en el contexto de los bajos rendimientos de los bonos, subraya.
“Dentro de las clases de activos que más nos gustan, la etapa del ciclo y la postura fiscal relativamente acomodaticia nos ayudan a dirigirnos hacia las áreas más reflacionarias del mercado, con una inclinación hacia las acciones value y no estadounidenses, así como hacia el crédito”, dice. Además, “nos inclinamos hacia las acciones de los mercados emergentes, particularmente excluyendo China, frente a las de los mercados desarrollados. Los altos niveles de volatilidad implícita que persistieron en 2020, debido a la COVID-19 y a las elecciones en Estados Unidos, también deberían disminuir tras la votación en Georgia y dar paso a un aumento de la confianza y la visibilidad de una recuperación integral.