Maite Nieva
A medida que crece el escenario de incertidumbre actual y las expectativas de inflación se disparan, los inversores vuelven la mirada hacia los bonos como activos refugio. La curva de tipos en EE UU está registrando un comportamiento inusual, con fuertes movimientos tanto al alza como a la baja y preocupa a los analistas, ya que la inversión de la curva se ha tomado en algunas ocasiones como señal de recesión. Las casas de inversión reanudan la sobreponderación de la renta fija frente a la variable y ven potencial en los bonos corporativos y aseguran que las valoraciones del crédito son atractivas y los fundamentales de las empresas sólidos. El sector inmobiliario, infraestructuras y energético, están entre los sectores con más potencial para hacer frente a la incertidumbre actual, aseguran.
Desde noviembre del año pasado, los barómetros de la inflación en EE.UU. y Europa apuntan al alza con fuerza y en los mercados financieros creen probable que continúen subiendo. En la última semana los rendimientos de los bonos del Tesoro a 5 años superan a los de 30 años. Algo que está disparando las alertas de los inversores que interpretan que la Reserva Federaltendrá que subir los tipos de interés de forma agresiva y, en consecuencia, el riesgo de recesión es muy alto.
Los mercados de deuda, que ya estaban presionados por el cambio de rumbo en las políticas de los Bancos Centrales y la creciente inflación, se enfrentan ahora a una importante crisis geopolítica y a las consecuencias de una guerra devastadora, señalan desde Schroders . Para hacer frente a esta fase de incertidumbre ponen en valor las oportunidades de inversión en crédito.
“Las valoraciones del crédito son atractivas y los fundamentales son sólidos en la actualidad,” señala Patrick Vogel, responsable de Crédito Europeo de Schroders
Valoraciones atractivas
En la actualidad, las valoraciones del crédito son atractivas y los fundamentales son sólidos señala Patrick Vogel, responsable de Crédito Europeo de Schroders. Asimismo, la deuda puede actuar como elemento de diversificación en caso de que el crecimiento se debilite más de lo previsto, comenta. “Los ingresos proporcionan cierta estabilidad, mientras que los bonos corporativos de mayor calidad son menos sensibles al crecimiento que las acciones. Estos factores deberían hacer que la inversión en deuda sea atractiva para una base de inversores más amplia y no especializada, lo que podría animar a los inversores institucionales o a los fondos multiactivos a aumentar sus asignaciones”, dice.
Por otra parte, “los niveles son ahora más interesantes, con rendimientos que se sitúan en niveles atractivos e incluso ofrecen mejores perspectivas de ingresos que la renta variable”, añade Patrick Vogel. “La diferencia entre la rentabilidad bruta de los dividendos del Euro Stoxx 600 y la rentabilidad de la deuda grado de inversión en euros es la más reducida en casi una década. Los bonos híbridos corporativos (como los bonos perpetuos, que no tienen fecha de vencimiento fija) están ofreciendo la misma rentabilidad que la Bolsa”.
No obstante, insiste en la creciente necesidad de ser selectivo. “Las empresas se enfrentan a la presión de los costes de los bienes de consumo, que podría agravarse si los precios de la energía siguen subiendo, y estamos empezando a ver que esto afecta a los ingresos”, comenta.
Solidez en los fundamentales
Teniendo en cuenta que el crecimiento sigue siendo globalmente favorable y la solidez de los fundamentales de las empresas, creemos que hay margen para que el crédito se estabilice y comience a tener un mejor comportamiento con el tiempo, dice. “Mantenemos nuestra confianza en sectores y empresas fuertes, con las características necesarias para capear las circunstancias difíciles, buscando oportunidades donde encontremos valoraciones desvinculadas de los fundamentales”.
En las economías subyacentes de Europa y, sobre todo, de EE.UU., sigue habiendo indicios de una actividad razonable, apunta el responsable de Crédito Europeo de Schroders y al mismo tiempo China ha comenzado a flexibilizar su política monetaria Patrick Vogel, responsable de crédito europeo de Schroders. “Esto favorece los fundamentales de las empresas, respaldando los beneficios, que se encuentran en niveles récord. Los balances también están claramente saneados, ya que el año pasado las empresas se financiaron a unos intereses reducidos. En el caso del crédito de grado de inversión en euros, la cobertura de intereses (EBITDA a gastos de intereses) es superior a 10 veces. Los niveles del mercado implican una tasa de impagos más alta de lo que es probable que se materialice sobre la base de los fundamentales.
Sectores mejor posicionados
Desde Schroders apuestan por sectores bien posicionados, con características defensivas incorporadas, como la protección contra la inflación y la fortaleza de sus activos. En esta línea ven potencial en el sector inmobiliario. “Muchas empresas tienen los alquileres vinculados a la inflación a medio plazo y también las empresas especializadas en logística y residenciales se benefician de una demanda todavía sólida y carteras inmobiliarias bien diversificadas”, explica. Un ejemplo similar es el de las infraestructuras. Es el caso de los operadores de activos como las autopistas de peaje y las torres de telecomunicaciones que tienen ingresos vinculados a la inflación de los precios al consumo y los gastos de mantenimiento son relativamente bajos, por lo que los flujos de caja son predecibles”, explica.
“Los bonos corporativos en euros ofrecen un carry más generoso, por el riesgo limitado de los bonos de grado de inversión “, dice Elisa Belgacem, estratega de Crédito Senior de Generali Investments
Igualmente, el sector energético está experimentando un gran impulso de ingresos y beneficios gracias a la subida de los precios del petróleo, el gas y la electricidad, señala. “Vemos oportunidades a largo plazo para las empresas energéticas integradas con planes de transición hacia un futuro de bajas emisiones de carbono y cero emisiones netas. No obstante, “a pesar de los beneficios récord y el escaso apalancamiento, los bonos vinculados al sector energético han experimentado fuertes caídas de precios, en varios casos injustificadas teniendo en cuenta los fundamentales”, asegura.
Sorpresas positivas
Desde Credit Suisse consideran que los bonos convertibles pueden dar una sorpresa positiva. Según sus previsiones aún no han desplegado todo su potencial en la fase actual de tipos de interés. “Esto se debe al “elevado peso del sector tecnológico, que incluye muchas empresas orientadas al crecimiento. En este espacio, las perspectivas de una subida de tipos han tenido un efecto negativo, ya que los beneficios situados en un futuro más lejano tienen que descontarse ahora a un tipo de interés más elevado., comenta Lukas Buxtorf, gestor de fondos en Credit Suisse. La buena noticia, sin embargo, es que muchos de estos bonos convertibles han vuelto a situarse por debajo de sus máximos, ofreciendo una excelente oportunidad de entrada a niveles más bajos
Estrategias defensivas en Europa
Los Bancos Centrales de los países desarrollados se enfrentan este año a una desalentadora disyuntiva entre crecimiento e inflación, comenta Vincent Chaigneau, Jefe de Análisis, Generali Investments Partners. “Es la primera vez desde la década de los 70 que tienen que apretar para empujar la inflación hacia abajo, en lugar de simplemente mantenerla bajo control”, dice. Por otra parte, “el mercado está valorando casi 10 subidas de tipos de la Reserva Federal este año, frente a las menos de tres previstas cuando empezó el año y un pico por encima del 3,25% para el verano de 2023”, añade.
En su opinión, es de esperar que los resultados económicos se deterioren, sobre todo en Europa. Desde Generali IP sospechan que la subida de los rendimientos a largo plazo se moderará, lo que les hace ser cautelosos en cuanto a los activos de riesgo y apuestan por infraponderar ligeramente la renta variable y sobreponderamos el crédito, favoreciendo las estrategias defensivas.
Elisa Belgacem, estratega de crédito senior de Generali Investments, destaca que los diferenciales de crédito se han visto relativamente afectados especialmente en Europa, entre otras métricas de riesgo. “Esto, combinado con el aumento de los rendimientos sin riesgo, implica que los bonos corporativos en euros ofrecen un carry más generoso, por el riesgo limitado en el espacio de los bonos de grado de inversión (IG), explica. “Nuestra sobreponderación se ejecuta a través de estrategias defensivas, bonos de grado de inversión en lugar de alto rendimiento (HY), deuda subordinada en lugar de HY puro, deuda no financiera en lugar de financiera, y sectores defensivos en lugar de cíclicos.