Maite Nieva
La creciente presión de la inflación en la economía, la conflictividad geoestratégica entre Rusia y EE UU ante la posible invasión de Ucrania, así como la expectativa de un aumento de tipos inminente ha disparado la volatilidad en los mercados en todos los activos. Y los bonos no han sido una excepción. Las últimas declaraciones de la Fed han dado una nueva vuelta de tuerca al escenario del tablero de inversores han vuelto a confiar en estos activos en busca de refugio. El impacto del endurecimiento del mensaje de la Fed ha sido dispar a uno y otro lado del Atlántico. Mientras las subidas de los bonos del Tesoro estadounidense a 10 años se reactivan y se acercan de nuevo máximos previos a la pandemia con rendimientos de hasta el 1,825% tras una subida del 0,93%, en Europa se han ajustado rápidamente a la baja desencadenado un ‘tsunami’ para las carteras de renta fija.
Las perspectivas bajistas previstas para los mercados de crédito en 2022 han dado un nuevo giro ante la cercanía de la subida de los tipos de interés tras las últimas declaraciones del presidente de la Fed, Jerome Powell, la semana pasada. Los diferenciales se han ampliado, y los rendimientos aún más debido al movimiento de los bonos del Estado, con el consiguiente impacto en las carteras de renta fija mientras los mercados están nerviosos por lo que se avecina.
“Los diferenciales de crédito han comenzado a ajustarse desde las medias del año, y es posible que se produzca un mayor ensanchamiento”, comenta David Norris, responsable de Crédito Estadounidense, TwentyFour AM de Vontobel. “Seguimos pensando que, si mantenemos una duración baja y añadimos créditos que puedan ofrecer una rentabilidad atractiva y una reducción durante las caídas del mercado, podemos mejorar la calidad y la rentabilidad de la cartera como colchón frente a una perspectiva de tipos cada vez más bajista”, señala.
“Desde una óptica global de cartera, tenemos unas perspectivas neutrales en deuda corporativa y estamos infraponderados en duración”, dice Salman Ahmed, responsable global en Fidelity International
En su opinión, los sectores que tradicionalmente favorecen las emisiones a más largo plazo, como los que se encuentran en el crédito con grado de inversión, por ejemplo, no están todavía, probablemente, en unos niveles adecuados como para que los inversores se sientan emocionados de lanzarse a por sus favoritos
Estrategias de inversión
El reto que plantea el endurecimiento monetario ante las presiones inflacionistas para la renta fija es una de las fuerzas dominantes en estos momentos, señala Salman Ahmed, responsable global de macroeconomía y asignación estratégica de activos en Fidelity International. . A consecuencia de ello, desde Fidelity recomiendan deuda con mayores rendimientos, como bonos “high yield” de Europa y EE.UU. “Esperamos que los impagos se mantengan en niveles bajos este año y, aunque las probabilidades de que los diferenciales se compriman son exiguas, el carryajustado al riesgo es aceptable”, explica.
“Desde una óptica global de cartera, tenemos unas perspectivas neutrales en deuda corporativa y estamos infraponderados en duración, debido a que esperamos que los rendimientos de los bonos suban como respuesta al endurecimiento de las condiciones monetarias por parte de los bancos centrales para luchar contra la inflación”, comenta Salman Ahmed. Igualmente, los fondos que invierten en bonos híbridos en todo el mundo también se perfilan como interesantes, añade. “Su sensibilidad a los tipos de interés es baja y ofrecen rendimientos similares a los de los bonos corporativos con calificación B, pero emitidos por entidades de alta calidad crediticia. Además, esperamos que la dinámica de los mercados no cotizados siga siendo buena este año”. En su opinión, los préstamos europeos deberían aguantar bien en este entorno gracias a sus estructuras de tipos variables; además, se caracterizan por un margen de error elevado y los tipos todavía pueden subir bastante antes de que la cobertura de intereses sufra presiones, según sus previsiones.
Alza de la curva de tipos
Desde Oddo BHF esperan un pronunciamiento de la curva de tipos en el mercado de renta fija. Según las previsiones de Laurent Denize, Global Cio de Oddo BHF, “el aumento de los rendimientos de la deuda pública provocará importantes pérdidas de capital en las carteras de larga duración ya que si suben las rentabilidades de los bonos, bajan sus precios. Sin embargo, la combinación de un crecimiento económico superior a la media y la continuación de la política monetaria flexible en Europa seguirán sosteniendo el mercado de bonos high yield en 2022”, explica.
La mayor volatilidad y la lenta retirada del apoyo de los Bancos Centrales a los mercados de capitales indican que la gestión activa será clave en 2022 comenta. En su opinión, los gestores activos tendrán que apostar por empresas con suficiente capacidad de fijación de precios para repercutir la inflación de costes en sus precios o cuya deuda sea lo bastante sostenible incluso en un periodo de subida de los tipos de interés. Por el contrario, las estrategias pasivas que reproducen el mercado en su conjunto, lo tendrán más difícil”, señala Laurent Denize.
Un mundo de oportunidades
Desde el punto de vista de la gestión de carteras, el principal reto es el aumento de la inflación ya que las subidas de los tipos de interés puede tener implicaciones de todo tipo, tanto para los bonos del Tesoro estadounidense como para los de high yield y los de mercados emergentes, explica Mark Holman, Parter & Portfolio Manager, TwentyFour AM (Boutique de Vontobel). No obstante, aunque la inflación es mala para algunos bonos para los gestores activos de fondos de renta fija, que tienen un mercado mundial de bonos de más de 120 billones de dólares en el que elegir, ”hay una colección de tácticas que creemos que pueden ayudar a mitigar el impacto de la inflación”, dice este experto.
En su opinión, en este momento hay una serie de oportunidades que creemos que pueden ayudar a los inversores a prosperar en las actuales circunstancias, dice este experto. “Nuestra primera estrategia para vencer a la inflación con la renta fija es mantener la duración baja”, subraya Mark Holman. Esto se puede conseguir, en parte, con la construcción de cartera, evitando por completo la deuda soberana de larga duración y manteniendo tipos de corta duración exclusivamente con fines de liquidez, por ejemplo. Pero, dada nuestra convicción sobre el ascenso de las curvas de tipos, nos parece que cubrir la exposición a tipos con un swap de tipos de interés, allí donde proceda, tiene bastante sentido, teniendo en cuenta su coste relativamente bajo.
Los bonos flotantes
Otra estrategia es fijarse en los bonos flotantes, que no añaden riesgo de tipo de interés a la cartera porque sus cupones crecen en proporción con cada subida de los tipos básicos. Los préstamos apalancados deberían encontrar aquí un buen soporte, al igual que todo el mercado europeo de valores respaldados por activos (ABS).
“El aumento de los rendimientos de la deuda pública provocará importantes pérdidas de capital en las carteras de larga duración”, según Laurent Denize, Global Cio de Oddo BHF
Para los inversores que deseen aprovechar estos dos sectores, las obligaciones de préstamo colateralizados(CLO) europeas son una de nuestras principales elecciones para 2022, y es probable que los mejores resultados se encuentren en los estratos inferiores del espectro de calificaciones de solvencia. Creemos que las CLO europeas con calificación BB podrían rendir en torno al 7% este año, gracias sobre todo al elevado carry que ofrecen.
La tercera estrategia consiste en centrarse en la rentabilidad por lo dividendos obtenidos (yield) y en el roll-down (estrategia en la que los inversores venden un bono a medida que se acerca a su vencimiento). El yield puede ser una de nuestras armas más eficaces contra la inflación, ya que ayuda a amortiguar una cartera contra el impacto corrosivo de la subida de los tipos, mientras que el roll-down –el estrechamiento natural del diferencial que se produce a medida que los bonos se acercan a su vencimiento– puede reducir considerablemente el riesgo de duración de una cartera.
“La diversificación es tu mejor amiga”
Giorgio Semenzato, CEO y cofundador de Finizens, alerta sobre los riesgos derivados del aumento de la volatilidad en los últimos días y la diversificación de carteras. “Durante fases de corrección como la que se ha iniciado este mes de enero, creemos que, merece la pena dar un paso atrás y recordar dos principios clave para ser un inversor exitoso: el primero, que la diversificación es tu mejor amiga. “Una buena diversificación por activos, divisas y geografías puede ayudar a mitigar mucho la volatilidad, haciendo que la cartera caiga menos que la media del mercado y que por lo tanto te ofrezca una mayor resiliencia para poder recuperarse en un tiempo más corto”, explica.
Según el escenario principal de UBS, los indicadores del mercado de renta variable y la rentabilidad de los bonos soberanos sugieren que los inversores están subestimando la posibilidad de un crecimiento económico por encima de la tendencia. “Somos conscientes de que tales periodos han sido fugaces en la historia reciente, lo que ayuda a explicar el escepticismo del mercado”, señala Jaime Raga, responsable de Relación con Clientes de UBS AM Iberia. “Las valoraciones dan a entender que el consenso es una vuelta al crecimiento débil, si bien no hay mayores evidencias para que esta postura se haga realidad. Si la actividad económica se desarrolla como esperamos, confiamos en que se supere este listón.”
Matteo Germano, director de Multi-Activo en Amundi considera que, en un régimen inflacionista -como el que prevemos para 2022-, los bonos ligados a la inflación tienden a tener un mejor comportamiento que los bonos corporativos, ya que los diferenciales de crédito normalmente se amplían en tiempos de inflación. A medida que se retiran las políticas monetarias en regímenes inflacionistas, los tipos de interés tienden a subir y se debería favorecer un sesgo de duración corta.