Maite Nieva
El fantasma de la inflación se impone y marca las tendencias de los mercados para 2020, una vez que parecen confirmarse que la nueva variante del Covid es menos agresiva de lo previsto inicialmente. Aunque sí, más contagiosa. En EE UU ha llegado a máximos de 30 años y es alta en Europa y Asia, además, es previsible que se mantenga. Por otra parte, después de que los mercados emergentes hayan liderado el ciclo de ajuste monetario este año, las casas de inversión esperan que lo hagan otros Bancos Centrales de los mercados desarrollados. De hecho, la Reserva Federal de EE UU (Fed) ya ha dado el primer paso y se esperan las primeras subidas de tipos en 2022 y no se descarta que el BCE también mueva ficha. Los analistas consideran que es un buen momento para la renta variable.
El impacto inicial provocado en los mercados por el riesgo sanitario y económico de la nueva variante del covid, ómicrom, comienza a perder fuelle a medida que los expertos quitan hierro a su gravedad. En su lugar el fantasma de la inflación se impone como el principal riesgo que amenaza a los mercados en 2022.
La nueva variante del coronavirus podría ser más contagiosa pero menos agresiva de lo que se espera, según las investigaciones sanitarias recientes. Aunque la incertidumbre no ha desaparecido, los inversores creen que no afectará a la reapertura de las economías. Como contrapartida, la subida de los precios continúa y es más persistente de lo esperado, a medida que la mayoría de los países reanudan la actividad.
“No es probable que la nueva variante dicte el curso del ciclo económico, aunque puede influirlo”, comenta Luca Paolini, estratega jefe de Pictet AM
El programa lo marca la inflación
Las perspectivas de inflación serán el eje sobre el que se va a calibrar el programa de compra de activos, según los expertos de las casas de inversión. “En los EE. UU., la inflación se ha disparado a un máximo de 30 años, lo que aumenta la preocupación sobre el “cuándo y la rapidez” de la Fed a la hora de subir las tasas de interés. Una revalorización rápida y volátil del mercado o un shock inflacionario, afectará a los valores financieros y reales”, advierten.
“Si las presiones de costos persisten o se intensifican, la erosión de las ganancias podría generalizarse y ser más pronunciada de lo que esperamos, sopesando sobre la calidad crediticia para algunas empresas”, según las previsiones de Standard &Poors’s Global Ratings
Los analistas de DWS esperan un ajuste significativo de las previsiones de inflación del BCE en 2022, hasta situarlas muy por encima del 2%. “Esto sienta las bases para mantener las compras de activos, aunque a un ritmo mucho más lento que en 2021”, dice el economista jefe de DWS, Philip Lane. Por otra parte, con las tasas de inflación de octubre y noviembre, que se dispararon del 4,1% al 4,9%, respectivamente, las previsiones sobre la evolución futura de la inflación de cara a la próxima reunión del BCE, programada para el 16 de diciembre de 2021, se presentan controvertidas. Por primera vez, el BCE publicará también proyecciones para 2024, dice el economista jefe de DWS. Algunos miembros del BCE, como es el caso del economista jefe Philip Lane, temen mayores riesgos de inflación a medio plazo”, añaden.
Buen augurio para acciones
Luca Paolini, estratega jefe de Pictet AM, “no ve probable que la nueva variante dicte el curso del ciclo económico, aunque puede influirlo”, comenta. “El mayor riesgo es la inflación y que los bancos centrales no hagan nada al respecto, es decir un escenario de alta inflación con bajo crecimiento”. De hecho, en la gestora de activos esperan un mayor crecimiento e inflación que el consenso, con menor dispersión entre regiones y sectores que en 2021. Así, prevén un 4,8% de crecimiento del PIB global en 2022, por encima del potencial, prácticamente en todas las regiones, especialmente EE.UU , “cuyo crecimiento puede superar a China por primer vez”, Europa y Japón.
En su opinión, es buen augurio para la renta variable. “Las principales clases de activos siguen caras por estándares históricos. Las de más riesgo cotizan en cerca de máximos, sobre todo en EEUU, aunque por buenas razones”, dice. Por otra parte, “la demanda de consumo e industrial es robusta, los cuellos de botella del suministro parecen disminuir y beneficios y márgenes empresariales siguen saludables. Al mismo tiempo, las valoraciones de las acciones sensibles al Covid sugieren que los inversores ha estado en gran medida escépticos respecto a un reapertura sin contratiempos y el apetito por el riesgo ha vuelto a niveles neutrales”.
No obstante, alerta que en 2002 las subidas de los precios de las acciones van a tener que estar motivadas por el aumento de beneficios, ya que, en dos años se ha producido una mejora de múltiplos de valoración de las acciones que normalmente llevaría un ciclo completo. Por otra parte, esperas una reducción del 5 al 10% en los múltiplos de valoración. El resultado puede ser una rentabilidad de 5 a 10% en acciones en 2022.
Por otra parte, cree que es previsible un mejor comportamiento de los mercados desarrollados la primera parte del año, seguida de recuperación de los emergentes la segunda mitad.
Apuesta por las acciones cíclicas
Luca Paolini, destaca que las acciones cíclicas han superado a las defensivas a medida que han aumentado las expectativas de inflación; con una prima cerca en máximos del ciclo en 16 %. “Con la reapertura de las economías, las acciones cíclicas de valor deben comportarse mejor”, dicen. “Si a ese valor se añade capacidad protección contra la inflación, convienen bancos de mercados desarrollados, sectores de energía y mineras, acciones de Japón, pequeñas y medianas empresas de capitalización de EEUU, activos inmobiliarios, tecnológicas China y acciones de Rusia.
“Si las presiones de costos persisten o se intensifican, la erosión de las ganancias podría generalizarse y ser más pronunciada de lo que esperamos, sopesando sobre la calidad crediticia para algunas empresas”, según Standard & Poors’s Global Ratings
Según este experto, el sector finanzas sigue valorado atractivamente, a pesar de su fuerte repunte este año, y la rentabilidad de los bancos mejorará a medida que aumenta la de los bonos y se elimina en gran medida los obstáculos a la distribución de sus dividendos.
En cuanto al sector de bienes inmuebles considera que “es de los más baratos en 20 años y puede servir como cobertura parcial contra la inflación”. Por el contrario es más cauteloso con los sectores defensivos, cuyo buen comportamiento relativo los últimos meses es vulnerable al repunte del crecimiento económico. “Hemos rebajado servicios públicos y consumo básico a infra ponderar. Se comportan como bonos y pueden tener dificultades a medida que aumenta la rentabilidad a vencimiento en renta fija. Además, las empresas de servicios públicos pueden verse sometidas a mayor presión de los gobiernos que buscan contener los precios de la energía”apunta.
Una hoja de ruta para el nuevo ciclo
«A medida que la economía se normaliza tras el impacto de la COVID-19, los inversores deben prepararse para un panorama de inversión muy diferente al de la última década, señala Barry Gill, director de inversiones de UBS Asset Management.
De cara al año que viene “será necesario implementar una nueva hoja de ruta que ayude a los inversores a evaluar los riesgos derivados de una posible inflación estructural, una ralentización de los estímulos monetarios y la rebaja de las perspectivas de crecimiento para China”, según las perspectivas de inversión “Panorama: Invertir en 2022”.
Sin embargo, hay razones para ser optimistas, añade. “El crecimiento en los mercados desarrollados es sólido y la mayoría de los inversores están mejor posicionados para este ciclo económico que al salir de la crisis financiera global», dice. En esta línea UBSAM identifica seis cuestiones clave: mejores puntos de partida; un suelo fiscal más alto; Inflación inducida por la cadena de suministro; mayores expectativas de inversión; menos apoyo monetario, así como las perspectivas de la actividad china. Esta última, “la mayor preocupación para los inversores en el horizonte económico”, según sus previsiones.
Los indicadores de os mercados de renta variable y de bonos soberanos sugieren que los inversores están subestimando la posibilidad de un crecimiento económico por encima de la tendencia”, según UBS AM. Según sus previsiones, los activos de riesgo más expuestos a la fortaleza cíclica están bien posicionados para obtener mejores resultados en un mundo de sorpresas de crecimiento al alza que deberían impulsar las rentabilidades de los bonos. Así mismo, la exposición a las materias primas, tanto directamente como a través de la renta variable del sector energético, podrían ayudar a compensar los riesgos de que la inflación resulte perjudicial tanto para la renta variable como para la renta fija.