Mercedes Cobo ■
2023 trae muchos retos para los inversores, con la inflación en el punto de mira de los mercados financieros y, a la espera de un repunte bursátil aún sin fecha prevista, los expertos creen que es el momento de volver a apostar por la deuda como elemento clave par diversificar carteras. Los bonos, que han sufrido importantes pérdidas en 2022, este año se convierten en una fuente de rentabilidad gracias a las alzas de los tipos de interés.
El comienzo del nuevo año puede ser una buena oportunidad para optimizar, diversificar o mantener la cartera. Las gestoras y firmas de inversión recuerdan que venimos de un 2022 muy convulso y este año no presenta menos retos, pero sí oportunidades y deseos por cumplir, siempre en función de cuál sea el perfil, los intereses y la temática del inversor.
Desde Capital Group indican que la inversión en renta fija antes de que los tipos alcancen su nivel máximo puede ofrecer sólidos resultados. La evolución de los tipos de interés en 2022 ha afectado enormemente a la renta fija. Se prevé que la Reserva Federal ponga fin a su ciclo de subidas de tipos a mediados de 2023, frente a lo cual los inversores tienen dos opciones: esperar o invertir ya. “Creo que los tipos acabarán situándose en torno al 5%, así que la Reserva Federal no tardará mucho en poner fin a su ciclo de endurecimiento de la política monetaria», afirma el gestor de renta fija de Capìtal Group, Pramod Atluri.
Los analistas concentran las preferencias en renta fija en la deuda corporativa de empresas de calidad
Señala que históricamente, la inversión antes de que los tipos de interés hayan alcanzado su nivel máximo ha resultado favorable. “En los últimos 40 años se han producido seis ciclos de subida de tipos. Si en cada uno de dichos ciclos un inversor hubiera comenzado a invertir en renta fija seis meses antes de la última subida de tipos de la Fed y lo hubiera hecho de forma regular durante un año habría generado una rentabilidad entre el 3,3% y el 10,2% en los primeros doce meses. A más largo plazo, dicha inversión generaría una rentabilidad total anualizada a cinco años entre el 5,9% y el 15,6%. Los mercados se mueven con rapidez. En lo que respecta al posicionamiento de mis carteras de inversión, prefiero adelantarme a llegar tarde”, asegura.
La renta fija se ha convertido en una opción unánime de los expertos para construir carteras de inversión en 2023. Los bonos, que han sufrido importantes pérdidas en 2022, este año se convierten en una fuente de rentabilidad gracias a las alzas de los tipos de interés.
Los analistas concentran las preferencias en renta fija en la deuda corporativa de empresas de calidad, que ya ha puesto en precio el riesgo de recesión en mucha mayor medida que la Bolsa. “Estamos a favor del crédito de alta calidad, ya que vemos que compensa los riesgos de la recesión”, señalan en BlackRock. Desde Singular Bank añaden que el crédito grado de inversión a plazos cortos e intermedios “es el activo financiero con la mejor rentabilidad riesgo en el entorno actual”. La firma también encuentra interés en los bonos high yield a corto plazo. “No hace falta asumir la volatilidad de los vencimientos largos para obtener retornos muy atractivos ya que los diferenciales son similares”, explican.
En Mutuactivos también ven claras oportunidades en la deuda privada subordinada y destacan que “es posible encontrar opciones en renta fija con rentabilidades superiores al 4% sin tener que asumir grandes riesgos”.
Riesgos
Por su parte, Jaime Raga, senior CRM de UBS AM Iberia, considera que, con las alzas en las TIR de los bonos globales, los mercados de renta fija parecen cada vez más atractivos, pero los riesgos deben gestionarse adecuadamente.
En su opinión, la clave será aprovechar algunas de las indudables oportunidades que ofrecen los mercados de renta fija, manteniendo al mismo tiempo los niveles de riesgo bajo control. “Un buen punto de partida es evitar las estrategias unidimensionales propensas a la volatilidad observada en los gilts británicos hace unas semanas. Las opciones poco diversificadas que funcionaron bien en el pasado conllevan hoy otros riesgos. Por tanto, una diversificación adecuada y una gestión activa sólida son esenciales para obtener resultados, asegura.
Tomando esto como punto de partida, indica cuatro estrategias con las que se sienten especialmente optimistas. “El mercado de renta fija estadounidense es el más líquido y diverso del mundo para los inversores. El Bloomberg US Broad Market, un popular índice de renta fija seguido por muchos inversores, tiene un valor de más de 30 billones de dólares y su TIRsupera ligeramente el 4,5%, niveles no vistos desde 2009. El mercado en su conjunto es de muy alta calidad (AA+), y abarca una gama de sectores que incluye bonos gubernamentales, MBS, bonos corporativos y algunos emisores supranacionales como el Banco Mundial. Aunque la Reserva Federal (Fed) ha subido los tipos de interés de forma agresiva, dados los niveles de rendimiento actuales y, dado que el mercado ya ha descontado más subidas de tipos el año que viene, los riesgos a la baja para el inversor son mucho menores que hace un año. Si la inflación empieza a moderarse, EE.UU. ofrece probablemente una de las mejores oportunidades de rentabilidad ajustada por el riesgo para los inversores en renta fija”, explica.
Bonos
Otra de las estrategias que recomienda son los bonos del tesoro ligados a la inflación (TIPS por sus siglas en inglés).Aunque no forman parte del índice US Broad Market Index, “los TIPS son una parte crucial del conjunto de oportunidades para la gestión activa de bonos. A largo plazo, el rendimiento real (es decir, después de la inflación) de los TIPS debería coincidir aproximadamente con la tasa de crecimiento real de la economía. Durante varios años tras la crisis financiera mundial, los rendimientos reales se redujeron a niveles inferiores a la tasa de crecimiento real, un factor clave detrás de los extraordinarios rendimientos de la renta variable y otros activos de riesgo en los años posteriores a la crisis financiera”, explica.
Sin embargo, indica, “a medida que la Fed ha endurecido la política monetaria para enfriar el crecimiento, los rendimientos de los TIPS han aumentado, hasta el punto de que los TIPS a largo plazo rinden hoy en torno al 1,75%. Dado que los rendimientos actuales de los TIPS se sitúan ahora al nivel de las tasas de crecimiento real previstas, o incluso ligeramente por encima de ellas, parecen mucho más rentables que en muchos momentos desde la crisis financiera mundial. Como tienen la ventaja obvia de pagar un cupón más la inflación de EE.UU., también proporcionarán a los inversores una buena protección a la baja si la inflación se resiste a los intentos de la Reserva Federal de volver a su objetivo”.
“Un buen punto de partida es evitar las estrategias unidimensionales propensas a la volatilidad observada en los gilts británicos hace unas semanas”, recomienda UBS AM Iberia
Señala que, como consecuencia de la exposición a los mercados de EE.UU., “la diversificación definitiva (y, por tanto, una alta probabilidad de buenos resultados) la encontrarán los inversores que puedan ampliar sus horizontes para abarcar los mercados globales de renta fija. Los retos a los que se enfrentan la Fed y el BCE son superficialmente parecidos (inflación muy por encima del objetivo), pero tienen causas algo diferentes (y, por tanto, requieren soluciones alternativas). Una estrategia activa sólida rotará entre países y sectores a lo largo del tiempo (los gilts parecían una trampa mortal en septiembre, pero ahora Reino Unido parece atractivo desde el punto de vista fiscal). Los inversores deben ser ágiles”, advierte.
Recomienda high yield europeo, aunque parezca contradictorio teniendo en cuenta los retos a los que se enfrentan las economías europeas. En su opinión, los mercados han actuado con rapidez para revalorizar estos riesgos y los rendimientos siguen estando cerca de los máximos de los últimos 10 años, mientras que las tasas de impago previstas para 2023 son relativamente bajas, “lo que mejora la rentabilidad ajustada al riesgo prevista (muchas empresas no necesitan refinanciarse a corto plazo, un riesgo clave para los inversores en high yield). No cabe duda de que algunos sectores industriales son más vulnerables que otros, por lo que la gestión activa será clave para el éxito. Los rendimientos serán probablemente más volátiles que los de otras ideas, pero los inversores a largo plazo serán los más beneficiados”, indica.
Cinco tendencias de inversión ASG para el futuro
La ASG sigue creciendo en importancia y se vuelve clave para el futuro. Desde UBS AM creen que hay una serie de tendencias en inversión ASG que seguirán ocupando la atención principal en la agenda global durante este año.
Álvaro Cabeza, Country Head de UBS AM Iberia, indica que habrá un crecimiento de la regulación y de los marcos de divulgación en todo el sector. En segundo lugar, señala que también habrá un mayor desarrollo y actuación en relación con los objetivos provisionales de emisiones netas cero. En tercer lugar, indica que, “los datos son fundamentales y cada vez serán más importantes en todos los aspectos de la ASG. La normativa exigirá aún más divulgación y evidencias de los datos”. En cuarto lugar, señala que habrá que seguir de cerca la innovación. “En este sentido, las tecnologías avanzadas, como el aprendizaje automático y las capacidades de blockchain, se reutilizarán y adaptarán para resolver los retos críticos de la sostenibilidad en el sector financiero, incluso en los mercados privados. Por último, aunque históricamente han estado relegados a un segundo plano por detrás de los temas medioambientales, los temas sociales están ganando importancia en los programas ASG. “Por tanto, esperamos que continúe esta tendencia y que se produzcan mejoras significativas en la medición cuantitativa y cualitativa en este ámbito”, explica.