Maite Nieva
La escasez mundial de semiconductores, en un momento de fuerte crecimiento económico global, ha puesto a la industria de la tecnología más avanzada entre la espada y la pared por las limitaciones de abastecimiento. Los fabricantes de automóviles se han visto gravemente afectados y muchos han tenido que reducir o retrasar su producción. También los fabricantes de ‘smartphones’ se están viendo afectados de lleno por el aumento de los precios de estos componentes para sus memorias, pero estos dispositivos están presentes en muchos productos de consumo del primer mundo. La industria del 5G, el Internet de las Cosas, la inteligencia artificial y la mejora de las redes de comunicaciones, entre otros, dependen de estos dispositivos.
La crisis mundial de semiconductores está al límite de convertirse en un grave problema para la industria. La economía mundial se ve actualmente afectada por una escasez sin precedentes de estos dispositivos, base de la industria digital, que están presentes en muchos productos de consumo del primer mundo. Desde coches a ordenadores, electrodomésticos y móviles a la mejora de las redes de comunicaciones, entre otros muchos.
“El sector de los semiconductores se enfrenta actualmente a un crecimiento de la demanda tanto cíclico como estructural”, dice Vijay Anand, analista de renta variable europea en Schroders
Aunque los inicios de la escasez se remontan al segundo trimestre de 2020, tras el cierre estricto de las empresas productoras en los tres primeros meses del año pasado, el problema se ha agudizado en la actualidad con la sequía que está sufriendo Taiwán, principal fabricante de semiconductores a nivel mundial, por delante de EE.UU. Una distorsión climática que agrava más aún el problema que venía sufriendo el sector ya que la producción de los semiconductores requiere de grandes volúmenes de agua.
Inventarios escasos
Los inventarios vuelven a ser escasos y los plazos de entrega siguen alargándose, señalan desde Oddo BHF. Y, aunque las cadenas de distribución en las que participan fabricantes, distribuidores y clientes finales están empezando a volver a la normalidad, “probablemente que este proceso dure varios trimestres”, según sus previsiones.
Los fabricantes de automóviles, en particular, se han visto gravemente afectados por esta crisis y muchos han tenido que reducir o retrasar su producción, explica, analista de renta variable europea en Schroders. “Estos problemas ponen de manifiesto la dependencia del sector automovilístico de los semiconductores a medida que la industria se orienta hacia los vehículos eléctricos e incorpora funciones relacionadas con los sistemas avanzados de asistencia al conductor (ADAS por sus siglas en inglés)”. Aun así, el automóvil es un mercado final relativamente pequeño para los semiconductores, en su opinión.
Las tendencias estructurales como el Internet de las Cosas (IoT), la inteligencia artificial y la mejora de las redes de comunicaciones (de 4G a 5G y potencialmente a 6G a finales de la década) son probablemente motores de crecimiento a largo plazo, mucho más significativos para la industria de los semiconductores, señala el analista. “No obstante, el aumento del contenido de semiconductores en los automóviles impulsará el crecimiento a largo plazo de las empresas que tienen una exposición desproporcionadamente alta al sector”, comenta.
En su opinión, el auge de los vehículos eléctricos ha supuesto un cambio en el uso de los semiconductores. Según Infineon Technologies, el valor agregado de los semiconductores utilizados en un vehículo eléctrico es más del doble que el de un motor de combustión interna.
Impacto en la inflación
Dado que los semiconductores representan alrededor del 12% del PIB de EE.UU., la escasez podría elevar la inflación de los bienes significativamente y socavar las perspectivas de crecimiento, según un informe de Oddo BHF firmado por Jan Viebig, CIO de Private Wealth Management y Laurent Denize, Global Co-CIO Oddo BHF.
Goldman Sachs estima que las repercusiones podrían ser de hasta 40 puntos básicos más de inflación y 60 puntos básicos menos de PIB global en 2021. En cuanto a los riesgos de inflación, la elasticidad de la demanda tiende a ser bastante alta para los productos dependientes de los semiconductores, como la electrónica de consumo y los automóviles. “El mercado sigue siendo muy sensible a la inflación, lo que inevitablemente ejercerá presión sobre los bancos centrales2, señalan.
Según Goldman Sachs, los fabricantes de smartphones como Apple, para los que los semiconductores son un componente importante en los costes de producción, se están viendo afectados de lleno por el aumento de los precios de estos componentes para sus memorias, módems, SoCs 5G, antenas y RF. Al contrario que el sector del automóvil, Apple no podrá repercutir en sus precios de venta todo el encarecimiento de los componentes, debido a la fuerte competencia del «mundo Android» (Samsung, Vivo, Oppo y Xiaomi), y ha renunciado a subir los precios de sus iPhones.
Crecimiento estructural
Según el analista de Schroders el sector de los semiconductores se enfrenta actualmente a un crecimiento de la demanda tanto cíclico como estructural. La demanda cíclica se debe a la recuperación de los pedidos tras la crisis del Covid-19 y a la necesidad de nuevos dispositivos, debido a la tendencia de trabajar desde casa, explica. Sin embargo, “aunque esta demanda se normalice, esperamos que el Internet de las Cosas, la inteligencia artificial, las comunicaciones avanzadas y el aumento de la demanda de automóviles proporcionen un crecimiento estructural en el sector durante muchos años”, asegura.
“Las repercusiones podrían ser de hasta 40 puntos básicos más de inflación y 60 puntos básicos menos de PIB global en 2021,”según Goldman Sachs
Un área de crecimiento importante para los semiconductores en la próxima década será el Internet de las Cosas (IoT), en el que los dispositivos llevan incorporados sensores y software y se conectan entre sí a través de Internet, explica el analista. Sin embargo, aunque esta demanda se normalice, esperamos que el Internet de las Cosas, la inteligencia artificial, comunicaciones avanzadas y el aumento de la demanda de automóviles proporcionen un crecimiento estructural en el sector durante muchos años.
Taiwán es un actor crucial en la industria mundial de semiconductores. Según IC Insights (la principal empresa de investigación de mercado del sector), a finales de 2019 albergaba el 21,6% de las capacidades de producción de semiconductores a nivel mundial (con propietarios de fábricas de muchos países diferentes), por delante de Corea del Sur (20,9%), Japón (16%), China continental (13,9%), Norteamérica (12,8%) y Europa (5,8%). TSMC y Mediatek son las estrellas mundiales de los semiconductores, pero Taiwán también alberga a decenas de otros actores de la cadena de valor de los semiconductores, como Realtek, Novatek, Phison y Silicon Motion.
El impulso de la demanda acaba de empezar
El Internet de las cosas y la inteligencia artificial impulsarán la demanda en los próximos 10 años. Las aplicaciones potenciales son enormes, dice Vijay Anand, analista de renta variable europea en Schroders. Las fábricas inteligentes son un ejemplo clave, ya que permiten supervisar una planta de producción a distancia. Se puede controlar todo, desde el uso de la energía de una máquina hasta su tiempo de inactividad, así como los almacenes e inventarios, lo que ayuda a mejorar la eficiencia, liberar capacidad y reducir costes.
Otro ejemplo son los hogares conectados, que permiten controlar la iluminación y los electrodomésticos desde un teléfono o una tableta. Los dispositivos IoT también podrían utilizarse para mejorar la seguridad, permitiendo la supervisión remota de cualquier ventana abierta, fuga o humo. Se prevé que el número de dispositivos conectados al IoT aumente de 7.740 millones en 2019 a 25.440 millones en 2030.
Igualmente, se prevé que el paso al 5G provoque un aumento de la demanda de nuevos smartphones. La empresa de inteligencia de mercado IDC espera que los envíos de teléfonos inteligentes 5G representen más del 40% del volumen mundial en 2021 y aumenten al 69% en 2025 Tanto el aumento de los volúmenes de teléfonos móviles como la mayor complejidad de un teléfono 5G implican una demanda adicional de semiconductores por parte de los fabricantes de teléfonos. Según los participantes del sector un smartphone 5G tiene entre un 20 y un 50 % más de semiconductores que un smartphone 4G.