La Entrevista de la Semana / Mercedes Cobo ■
“Creemos que sí tiene sentido invertir en ‘hedge funds’ que nos aporten algo que las inversiones habituales en fondos pasivos no nos ofrecen”, indica Jordi Molins. Destaca que la diversificación que les permite conseguir “tanto los fondos aseguradores de riesgo como los seguidores de tendencias es suficientemente importante como para considerar seriamente la inclusión de estas estrategias en una cartera de banca privada tradicional, debido que esa diversificación no se puede conseguir con instrumentos habituales”.
Su especialidad son las estrategias ‘hedge fund’. ¿Por qué son los ‘hedge funds’ una opción interesante para un inversor?
Creemos que el objetivo principal de una cartera de inversión debe de ser la mejora de su perfil de riesgo – beneficio. Y que, en la práctica, eso se consigue a través de la diversificación, tanto de activos como de estrategias.
En los últimos 40 años, una cartera compuesta solo por acciones y deuda se ha comportado muy bien. El motivo es que el régimen económico de estas últimas décadas ha venido controlado por la política monetaria: cuando había una crisis, los bancos centrales se apresuraban a reducir los tipos de interés, con lo que el valor de la deuda subía, amortiguando las pérdidas de las acciones.
Pero en 2022 ya hemos visto que ese comportamiento se ha visto truncado: los bancos centrales ya no bajaron tipos ante la crisis de principios de 2022. Al contrario, los subieron. Y eso hizo que carteras supuestamente conservadoras, con mucha deuda, tuvieran pérdidas superiores a las que se podría esperar.
“En los próximos años, veremos un cambio significativo en el comportamiento de los mercados, y cada vez será más evidente que nos encontramos en un nuevo régimen económico”
Nuestra preferencia, y donde vemos más valor, es diversificar las fuentes de cobertura: creemos que no es aconsejable tener solo una fuente de cobertura (la deuda) sino que es preferible tener varias, para que no vuelva a pasar lo mismo que en 2022, cuando todas las componentes de una cartera de banca privada tradicional (acciones y deuda) cayeron a la vez.
Creemos que es importante añadir otros activos y estrategias a una cartera de inversión tradicional. Por ejemplo, el oro, y otros activos reales, han demostrado a lo largo de la historia que añaden diversificación a una cartera convencional. Pero aún más interesante, en nuestra opinión, son algunas estrategias Hedge Fund, que nos permiten añadir aún más diversificación a las carteras habituales de banca privada.
¿Qué estrategias ‘hedge fund’ consideran más interesantes en el entorno económico actual?
Hay muchas estrategias distintas dentro del mundo Hedge Fund, pero nosotros nos centramos en aquellas estrategias que son conservadoras y líquidas. Y que, por tanto, nos ayudan a diversificar una cartera de banca privada, más allá de las acciones y la deuda.
En particular, creemos que hay dos estrategias Hedge Fund que son útiles para mitigar el riesgo de una cartera de banca privada tradicional.
Por un lado, aquellos Hedge Funds que ganan durante las grandes crisis, que son los llamados «aseguradores de riesgo» (Long Volatility, en inglés). Por ejemplo, estos fondos lo hicieron muy bien durante los primeros momentos de la crisis Covid. Añadir fondos “Aseguradores de riesgo” a una cartera convencional nos permite tener una parte de la cartera que lo va a hacer bien durante una crisis súbita, y nos va a ayudar a “comprar barato y vender caro”, que debe de ser el objetivo prioritario de cualquier inversor.
Por otro lado, hay otra estrategia Hedge Fund que se complementa bien con los fondos “aseguradores de riesgo”, los llamados “seguidores de tendencias” (CTA, en inglés). Si los fondos “aseguradores de riesgo” funcionan bien en crisis inesperadas, los “seguidores de tendencias” funcionan bien en crisis lentas y sostenidas, como lo fue la crisis de inflación de 2022, en la cual la inflación fue subiendo consistentemente con el tiempo. Los “seguidores de tendencias”, como dice su nombre, siguen tendencias sostenidas en el tiempo y, por tanto, permiten a un inversor tener una parte de la cartera que pueda comportarse bien en aquellos escenarios económicos, como los del año 2022, en los cuales la mayoría de los activos de su cartera están perdiendo conjuntamente.
Hay otras muchas estrategias Hedge Fund en el mercado, pero la mayoría de ellas tienen “beta” positiva, es decir, exposición al mercado de acciones. Y no está claro que sea del interés de un inversor pagar las comisiones que tiene un Hedge Fund (que han bajado en los últimos años, pero que aún son más elevadas que las de los fondos pasivos habituales) para acabar teniendo una exposición convencional al mercado.
Pero en cambio, creemos que sí tiene sentido invertir en Hedge Funds que nos aporten algo que las inversiones habituales en fondos pasivos no nos ofrecen. Y creemos que la diversificación que nos permiten conseguir tanto los fondos “aseguradores de riesgo” como los “seguidores de tendencias” es suficientemente importante como para considerar seriamente la inclusión de estas estrategias en una cartera de banca privada tradicional, debido que esa diversificación no se puede conseguir con instrumentos habituales de banca privada.
¿Por qué un inversor con una cartera convencional de banca privada debería de considerar invertir en ‘hedge funds’?
Consideremos un inversor con una cartera convencional de banca privada, por ejemplo, con un perfil de riesgo moderado-dinámico, con un 60% de acciones y un 40% de deuda.
Durante los últimos 40 años, este inversor habrá tenido unos rendimientos razonablemente buenos, dado el riesgo que ha asumido. Entonces, es razonable que ese inversor se pregunte si tiene sentido modificar su cartera (añadiendo Hedge Funds), si ya le ha ido suficientemente bien con los activos en los que está acostumbrado a invertir.
Pero este inversor sufrió pérdidas significativas en 2022. El motivo no es tanto las pérdidas en acciones (algo a lo que está acostumbrado que pase, de tanto en cuanto), sino las pérdidas en la deuda. Este inversor estaba acostumbrado a que en momentos de crisis, la parte de su cartera de renta fija aumentaba de valor, y eso reducía parcialmente las pérdidas de la renta variable.
Por tanto, ese inversor puede preguntarse si el comportamiento del mercado ha cambiado respecto a lo que estaba acostumbrado. De hecho, si estudiamos la historia (y sabemos que quien ignora la historia, está condenado a repetirla) podemos ver que ha habido regímenes económicos en el último siglo para los cuales una cartera de acciones y deuda no se ha comportado nada bien.
“Es importante añadir otros activos y estrategias a una cartera de inversión tradicional. Por ejemplo, el oro, y otros activos reales”
Después de la Primera Guerra Mundial, tuvimos los Maravillosos Años 20. Pero en 1929, empezó la Gran Depresión, que solo se corrigió después del fin de la Segunda Guerra Mundial, con el llamado Baby Boom. Pero ese ciclo económico positivo se vio truncado con la llamada Stagflation de los 60 y 70 del siglo pasado, que a la vez dio paso a la Gran Moderación, después que Paul Volcker, el presidente de la Reserva Federal norteamericana, fuera capaz de derrotar a la inflación después de subir los tipos de interés casi al 20%, en 1980. Esa Gran Moderación ha durado unos 40 años.
Y en estos cinco regímenes económicos del último siglo, en dos de ellos (la Gran Depresión y la Stagflation), una cartera de acciones y de deuda tuvo pérdidas significativas.
Por tanto, es razonable que este inversor considere la posibilidad (no la seguridad: hablamos de probabilidades, que estarán entre el 0% y el 100%) que este régimen económico que nos ha tocado vivir, la Gran Moderación, esté llegando a su fin. Y si es así, cómo modificar su cartera para adaptarse a ese nuevo entorno económico.
Obviamente, no sabemos si realmente estamos ya viviendo y experimentando un nuevo régimen económico ni, mucho menos, cuál será el comportamiento de los mercados en ese nuevo entorno económico.
Lo que sí que podemos afirmar es que, si consideramos que el argumento anterior tiene sentido, entonces sí que creemos que es aconsejable aumentar al máximo la diversificación de la cartera. Porque una cartera con acciones y deuda, aunque esté diversificada geográficamente, está muy concentrada en el crecimiento económico.
De hecho, una cartera con un 60% de acciones y un 40% de deuda tiene más de un 90% de su riesgo concentrado en la renta variable y en el crecimiento económico. Y si bien esa exposición elevada a la renta variable es (y ha sido) positiva en un entorno económico como el de la Gran Moderación, posiblemente no lo sea en un régimen económico no tan favorable al crecimiento puro y duro.
Por tanto, si el inversor considera que este análisis económico es razonable, sí que puede tener sentido invertir en Hedge Funds, y en activos reales (como el oro) para conseguir esa diversificación para su cartera.
Tiene sus ahorros líquidos en el fondo de inversión Empodering Multi-Strategy. ¿Por qué?, ¿cuáles son sus características?
Sí, tengo todos mis ahorros líquidos en el fondo de inversión Empodering Multi-Strategy. El motivo es que ya hace tiempo que quería invertir de una manera más conservadora de lo que me permite una cartera tradicional de banca privada, solo con acciones y con deuda. Mi experiencia como gestor de Hedge Funds en Londres me hizo concluir que había otros activos, y otras estrategias, que se merecían tener su peso en mi cartera de inversión personal. Pero por diversos motivos, me era muy difícil, o imposible, invertir en esos activos y estrategias.
Por tanto, cuando tuve la posibilidad de asesorar el fondo Empodering Multi-Strategy (gestionado por Inversis Gestión, del grupo Banca March) no tuve duda de invertir en ese fondo mis ahorros líquidos, debido que es la única manera que conozco de invertir con el nivel de calidad de control de riesgo al cual estoy acostumbrado, dada mi experiencia profesional.
Creo que, en los próximos años, veremos un cambio significativo en el comportamiento de los mercados, y cada vez será más evidente que nos encontramos en un nuevo régimen económico. Dada esa conclusión, no quiero que mis inversiones estén concentradas en solo acciones y deuda, debido que, si mi análisis es correcto, el riesgo de mi cartera personal sería demasiado elevado, dado mi perfil de riesgo (que es de riesgo moderado, incluso un poco conservador).
El Personaje y su Imagen
Jordi Molins ha sido gestor de ‘hedge funds’ en Londres (durante la crisis de deuda soberana europea) y actualmente es fundador y CEO de Empodering EAF, S.L., donde asesora un fondo de inversión, el Empodering Multi-Strategy, que encapsula todo su conocimiento de mercados (incluyendo las coberturas ‘hedge fund’) en formato fondo. Licenciado en Física por la Universitat de Barcelona, Molins es Executive MBA INSEAD, Fontainebleau (Francia) y tiene un Posgrado en Técnicas Cuantitativas en Mercados Financieros por la Universitat Politècnica de Catalunya.