Maite Nieva ■
El clima de inversión se presenta cada día más adverso. La inflación aumenta, los tipos de interés se disparan y el crecimiento económico se desacelera. Los confinamientos en China no ayudan y, por el momento, tampoco hay resolución a la vista acerca de la invasión rusa de Ucrania. En los mercados se avecinan turbulencias, aseguran los expertos. Las fuertes caídas globales descuentan una pérdida significativa del impulso económico y aumenta la aversión al riesgo de los inversores. En este entorno sin precedentes, la inversión a largo plazo se postula entre las opciones más recomendadas por la banca de inversión para capear el temporal. Las rentabilidades en renta variable pueden situarse muy por debajo de la media los próximos cinco años, según los expertos.
El desplome de Wall Street el lunes 13 de junio y las subida de tipos de la Fed en 75 puntos básicos la semana pasada, han dado una nueva vuelta de tuerca las alarmas de los inversores, una vez más. El S&P 500 marcó mínimos anuales y entraba en un mercado bajista después de hundirse un 32,7% desde sus máximos históricos de noviembre del año pasado. También el Nasdaq ha tocado mínimos mientras que los índices europeos les siguen a la zaga. Las Bolsas mundiales han perdido más de 24,4 billones de dólares, el equivalente del PIB de EUU., en solo 6 meses.
La preocupación por la resistencia del ciclo de crecimiento aumenta entre los inversores, después de que la OCDE y el Banco Mundial recortaran sus previsiones para 2022, ante los riesgos de la “persistente presión inflacionista”. Los analistas descuentan una pérdida significativa del impulso económico global en los próximos meses.
“Hay que prepararse para asumir más riesgos mediante activos reales, alternativos y privados”, señala Luca Paolini, estratega jefe de Pictet Asset Management
Prepararse para asumir riesgos
Luca Paolini, estratega jefe de Pictet Asset Management, estima que las rentabilidades en renta variable pueden situarse muy por debajo de la media los próximos cinco años. En su opinión, “hay que prepararse para asumir más riesgos, mediante activos reales, alternativos y privados”.
Según sus previsiones, la cartera 50% acciones/50% bonos puede proporcionar una rentabilidad real del 2,4% de media los próximos cinco años. No obstante, para generar una rentabilidad real cercana al 5% considera que hay que incluir más acciones, incluyendo mercados emergentes; deuda de mercados emergentes y activos reales. Así mismo, pone el foco en la inversión temática -sobre todo salud, energías limpias y automatización.
Entre los sectores con potencial, destaca las mineras europeas. “Actualmente, resultan atractivas por cobertura frente a la inflación y exposición al repute en China”, según el estratega de Pictet AM . También incluye las materias primas, -a excepción del petróleo, “cuyo valor puede disminuir-” y los activos inmobiliarios, ya que “no son particularmente caros en relación con las acciones y pueden generar una rentabilidad claramente superior a la inflación los próximos cinco años”, explica.
Por otra parte, el analista considera necesario incorporar ‘hedge funds’, infraestructuras, capital privado y, especialmente, deuda privada, muy interesante en términos de diversificación y rentabilidad adicionales. El capital privado puede proporcionar 10,6% de rentabilidad anualizada, el mejor de los activos. También el oro, donde prevé una rentabilidad anualizada del 7,5%, puede ser un activo diversificador del riesgo, en su opinión.
Cuidado con la inflación
El tema principal a tener en cuenta en el escenario actual en los mercados es el paso de una inflación creciente y un crecimiento robusto a un crecimiento menor y una inflación persistentemente alta, dicen desde el Grupo Amundi Así mismo, hay que tener en cuenta las valoraciones excesivas y los riesgos cíclicos, dicen. “Es fundamental mantener la cautela en las áreas de crecimiento no rentables y caras, al tiempo que se mantiene un sesgo hacia los valores ‘core’ de calidad”.
La creciente preocupación por las perspectivas económicas exigen una reasignación del riesgo de la renta variable al crédito de calidad de calidad, que parece más atractivo después de la reciente revalorización”, señalan. La batalla por el crecimiento y la inflación está evolucionando de forma desigual a nivel mundial, explican.
“Nuestro escenario principal prevé divergencias regionales con una recesión técnica para la Eurozona, frente a un crecimiento de EE.UU. por debajo del potencial, pero sin recesión en 2022”, comenta Vincent Mortier, director de Inversiones del Grupo Amundi .En renta variable, es partidario de la venta masiva de tecnología . Francesco Sandrini y John O’Tooleti, analistas de Multiactivos del Grupo Amundi, proponen una rotación de la asignación de riesgos de la renta variable al crédito Investment Grade.
“Estamos sobreponderados en acciones a largo plazo pero neutrales en un horizonte táctico. Pasamos por ahora”, aseguran los analistas de BlackRock
Respecto a China, desde Amundi esperan un crecimiento del 3,5% en 2022, “dada la amplia desaceleración de la actividad económica desde marzo, el prolongado cierre de Shanghái y las restricciones que se expanden en otras regiones”, dicen. “Estos factores perjudicarán el crecimiento, especialmente en el segundo trimestre, pero esperan un repunte en el segundo semestre, gracias a una mayor inercia de la política económica, y a un apoyo político más incisivo”, añaden.
Visión a medio y largo plazo
Para afrontar con éxito una estrategia de inversión que permita que nuestro ahorro no pierda valor en el contexto actual, es importante tener una visión a medio y largo plazo, subraya Victor Royo, jefe de Estrategia Comercial de Ibercaja. Y, analizar con un asesor experto la mejor opción de acuerdo a la expectativa de rentabilidad de cada cliente y su perfil inversor, añade
A las elevadas tasas de inflación se suma el conflicto de Ucrania, así como a la incertidumbre en la evolución de los tipos de interés y, en determinados sectores, todavía los efectos de la pandemia., por lo que 2022 está siendo complicado para los mercados financieros, dice.
Por otra parte, este experto destaca que los tipos de interés están volviendo a una senda normalizada de evolución positiva y están surgiendo buenas oportunidades también para perfiles más conservadores. Por ejemplo, existe la oportunidad de invertir en fondos de inversión de rentabilidad objetivo, los cuáles garantizan una rentabilidad atractiva en diferentes plazos de vencimiento, invirtiendo en instrumentos de renta fija muy solventes, tanto del sector público, como privado.
Prudencia en las carteras
«El escenario es de desaceleración del crecimiento, pero no de crisis financiera como la de 2008”, ha explicado José Miguel Maté, consejero delegado de Tressis, durante la presentación de las perspectivas de inversión para el segundo semestre. No obstante, defiende que es el momento de mantener la prudencia con carteras sólidas y diversificadas.
La Bolsa americana es la principal apuesta de Tressis por su carácter “defensivo para este contexto de menor visibilidad, además de una “mejor capacidad histórica de trasladar la subida de precios”. Y, por tanto, preservar mejor sus márgenes empresariales”. Las compañías de calidad, con fuertes balances, capacidad de adaptación, ventajas competitivas y barreras de entrada, son las seleccionadas. A nivel sectorial, mantiene la preferencia por sectores defensivos como farma, tecnología con beneficios, algunos segmentos industriales con poder de fijación de precios o relacionados con la transición energética, agroalimentario y ciberseguridad.
Así mismo, incluyen la renta fija pública y privada para la parte conservadora “por las rentabilidades implícitas positivas que ofrecen para los próximos años, así como otros activos que en momentos de estrés puedan tener también un efecto “protector”.
La multinacional estadounidense Black Rock es una las firmas de inversión más radicales a la hora de invertir en el contexto actual de menor optimismo sobre el crecimiento. De hecho, no están “comprando la caída de las acciones”, según el informe que lidera Wei Li, Global Chief Investment Strategist en BlackRock Investment Institute. Las valoraciones realmente no han mejorado, aseguran, y “existe el riesgo de que la Fed se ajuste demasiado y las presiones sobre el margen de ganancias están amentando”, señalan. Además, “las valoraciones no son mucho más baratas, dado el aumento de las tasas de interés y una perspectiva de ganancias más débil”, añaden. Las acciones estadounidenses han sufrido las mayores pérdidas hasta la fecha desde, al menos, la década de 1960”, explican. ” Esta es la razón por la que estamos sobreponderados en acciones a largo plazo pero neutrales en un horizonte táctico. Pasamos por ahora”, aseguran.