Maite Nieva
El endurecimiento de las medidas monetarias en Estados Unidos, a través de un agresivo ajuste del ‘tapering’, y la previsión de realizar tres subidas de tipos en 2022, ha marcado un punto de inflexión en la política monetaria de los Bancos Centrales. El Banco de Inglaterra (BoE) se suma a la tendencia y ha subido el tipo de interés oficial del 0,1% al 0,25% para contener el aumento de los precios. Por su parte, el Banco Central Europeo aleja de nuevo una subida de tipos en 2022 y comenzará a reducir los estímulos del programa de compras hasta marzo pero extiende el programa de inversión hasta 2024. Contra todo pronóstico, estas medidas han sido recibidas con subidas en los mercados, después de varios meses marcados por la volatilidad.
Con la inflación de noviembre en máximos de cuatro décadas en Estados Unidos tras una subida del 6,8%, el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, asume en la última reunión del año que la inflación se ha generalizado en el país en todos los sectores y seguirá por encima del 2% hasta bien entrado 2022.
Con este objetivo pondrá fin a la compra de bonos en marzo del próximo año duplicando los recortes a 30 000 millones de dólares mensuales, 15 000 millones de dólares más de lo estimado inicialmente y allana el camino para realizar tres subidas de los tipos de interés en 2022. Se trata de unas de las medidas más agresivas tomadas por el Comité Federal del Mercado Abierto(FOMC, por sus siglas en inglés) desde que la inflación comenzó a dispararse. Por otra parte, deja sin cambios los tipos de interés en el rango del 0% y el 0,25%
Powell confirma así, su convencimiento de que las tasas de inflación seguirán siendo elevadas en EE.UU y, a partir de ahora, las eventuales subidas dependerán ahora únicamente de la trayectoria del mercado laboral.
Subida de tipos en marzo
En la conferencia de prensa, el presidente de la Fed ha señalado que la evaluación de la Fed tanto de la inflación como del empleo había evolucionado. Si bien ve ahora una mayor presión sobre los precios en una «gama más amplia de bienes y servicios» (la palabra «transitoria» se eliminó del comunicado), también destacó que el progreso hacia el máximo empleo ha sido «rápido», apunta Christian Scherrmann, economista de DWS en Estados Unidos.
Christine Lagarde volvió a alejar una posible subida de tipos en 2022, a diferencia de las expectativas de la Fed y del Banco de Inglaterra
Una reducción más rápida de las compras de activos significa que la Fed podrá subir los tipos ya en el segundo trimestre de 2022, opina el economista. Sin embargo, “el objetivo del máximo empleo sigue siendo algo difuso. Lo que la Fed ve como máximo empleo podría ser una situación en la que la tasa de participación de la población activa se mantenga por debajo de los niveles previos a la pandemia”, comenta. “Esto implica un mayor nivel de salarios y, por lo tanto, un nivel de inflación algo mayor, que no es lo que vemos en las previsiones actualizadas que miran más allá de 2022. Así, siguen mostrando la habitual convergencia hacia el paradigma histórico de la inflación del 2%, explica.
La política monetaria, acomodaticia
A pesar de que la Fed ha pasado a reducir la política monetaria acomodaticia, ésta seguirá siendo complaciente en 2022, según las previsiones de Jonathan Duensing, director de Renta Fija de Amundi en Estados Unidos. “Vemos riesgo de que la curva de rendimiento se incline a la baja”, dice. ”
No obstante, estas condiciones financieras favorables apoyarán a la renta variable y a otros activos de riesgo, dice. “La solidez de los fundamentales del consumo, incluido el fuerte crecimiento de los ingresos y las elevadas tasas de ahorro, debería seguir apoyando a los mercados de la vivienda, lo que respalda nuestra opinión positiva sobre las inversiones titulizadas”.
El BoE sube el tipo de interés
El Banco de Inglaterra (BoE) ha vuelto a sorprender a los mercados financieros. Esta vez subiendo el tipo de interés oficial del 0,1% al 0,25%.El banco central cree que los riesgos de una mayor inflación superan a los posibles problemas que pueda ocasionar la nueva variante del Covid-19.
La inflación aumentó hasta el 5,1% en noviembre, en gran parte debido a la subida de los precios de la energía al por mayor y a los cuellos de botella en la producción de bienes en general. Incluso las empresas de servicios parecen haberse animado a trasladar el aumento de los costes a sus consumidores.
Según las previsiones de Azad Zangana, estratega y economista senior para Europa de Schroders, el IPC (índice de precios al consumo) del Reino Unido superará el 6,5% en abril de 2022, con un riesgo claramente al alza. Aunque el RPI (índice de precios al por menor) como medida de la inflación ha perdido protagonismo, continúa siendo seguido de cerca, y podría alcanzar los dos dígitos el próximo año. “Un aumento de la inflación, incluso si está impulsado por factores temporales, podría desencadenar fácilmente una mayor inflación salarial debido a la escasez de mano de obra. Esto haría subir aún más los costes y los precios, y podría iniciar una espiral de inflación salarial”, subraya..
El BCE descarta subidas
A diferencia de otros Bancos Centrales, el Banco Central Europeo (BCE) se ha mantenido en su línea, aunque reduce los estímulos. Christine Lagarde volvió a alejar una posible subida de tipos en 2022, a diferencia de las expectativas de la Fed de subirlos al 0,9% a finales de 2022, y el reciente anuncio de subida de tipos del BoE hasta el 0,25%, explica Carlos del Campo,miembro del departamento de Inversiones de Diaphanum. “El programa PEPP finalizará en marzo, pero extienden el horizonte de reinversión hasta 2024 y doblarán el programa anterior (APP) hasta 40.000 millones de euros en el segundo trimestre del año para ir retirándolo de forma gradual a finales de 2022 hasta volver a 20.000 millones euros, donde se mantendrá de forma indefinida.
“La reacción de las Bolsas fue positiva ya que el mensaje continúa siendo acomodaticio al mantener un programa de compra de bonos ininterrumpido y sin ninguna expectativa de subir tipos por el momento”, según Diaphamun
A pesar de que el nivel de compras se reducirá, el enfoque del BCE seguirá siendo flexible y el PEPP podría reactivarse si fuera necesario en un entorno en el que la pandemia está presionando a la baja la confianza empresarial del sector servicios, dice el analista. Por otra parte, “volvieron a revisar al alza la inflación de 2022 hasta el 2,6%, pero siguen convencidos que irá moderándose a medida que las disrupciones de oferta se calmen y los precios de la energía se estabilicen”, señala.
“La reacción de las Bolsas fue positiva ya que el mensaje continúa siendo acomodaticio al mantener un programa de compra de bonos ininterrumpido y sin ninguna expectativa de subir tipos por el momento. Por su parte, los bonos de mayor duración sufrieron, si bien permanecen en niveles muy reducidos, especialmente en términos reales”, señala Carlos del Campo.
Las Bolsas aplauden las medidas de la Fed
Aunque la respuesta de las Bolsas ha sido positiva tras conocerse las decisiones adoptadas por la Reserva Federal, en las reuniones del 14 y 15 de diciembre, son muchos los analistas que interpretan que los tipos de interés reales seguirán siendo lo suficientemente reducidos como para encontrar alternativas atractivas a la renta variable en un mercado repleto de liquidez”, señala Carlos del Campo, miembro del departamento de Inversiones de Diaphanum. “La retirada de estímulos será una de las principales claves para el próximo ejercicio ya que una normalización de la política monetaria abrupta podría generar volatilidad en un mercado con unas valoraciones por encima de la media histórica”
Según las perspectivas de los analistas de Edmond de Rothschild AM, cualquier cambio en las expectativas de inflación afectará tanto a los mercados de renta fija como a los de renta variable. Desde sus persspectiva,” la diversificación de las clases de activos en las carteras corre el riesgo de ser defectuosa hasta que las expectativas de inflación se estabilicen. En consecuencia, preferimos asumir riesgos en los mercados de renta variable, ya que, a diferencia de los mercados de renta fija, tienen un recorrido al alza más evidente en una recuperación”.
Del mismo modo, “los activos de los mercados emergentes cotizan a valoraciones relativamente atractivas y parecen, a primera vista, ofrecer oportunidades. No obstante, creemos que el mejor momento para aprovecharlas es cuando haya una mejor visibilidad sobre la inflación y las expectativas de los bancos centrales. En esta línea proponen un enfoque geográfico y de factores equilibrados”.