El crecimiento de la economía española se frenará sustancialmente el próximo año, cuando la expansión del PIB será del 0,6%, frente al 4,6% estimado para este año por el banco estadounidense Goldman Sachs, que anticipa una recesión suave para el conjunto de la zona euro como consecuencia de la crisis energética.
De este modo, el pronóstico de la influyente entidad de Wall Street se sitúa dos décimas por encima del manejado por el Gobierno español de cara a 2022, pero contempla un crecimiento muy por debajo del 2,1% esperado por Moncloa para 2023.
Anticipa una recesión suave para el conjunto de la zona euro como consecuencia de la crisis energética
Asimismo, la previsión de Goldman Sachs es más optimista para este año que la del Fondo Monetario Internacional (FMI), que prevé una expansión del 4,3% en 2022, así como la de la Comisión Europea, que anticipa un crecimiento del 4,5% este año. Sin embargo, de cara a 2023, el banco estadounidense es más pesimista respecto de España, ya que el FMI prevé una expansión del 1,2% y la CE del 1%.
En cualquier caso, Goldman Sachs señala a España como la gran economía europea que mejor comportamiento tendrá estos años, ya que anticipa una recesión suave para la eurozona, incluyendo caídas del PIB de Alemania e Italia en 2023.
De este modo, la entidad prevé que la economía de la zona euro crecerá en 2022 un 3,3% para retroceder una décima en 2023 y volver a crecer un 1,4% un año después.
Entre las principales economías del euro, aparte de España, el banco prevé que Alemania crezca en 2022 un 1,8%, para sufrir una contracción del 0,6% en 2023, y rebotar un 1,4% en 2024, mientras que Francia crecerá un 2,5% en 2022, un 0,1% en 2023 y un 1,3% en 2024. De su lado, Italia registrará una expansión del 3,8% este año para contraerse un 0,1% el próximo año y crecer un 1,3% en 2024.
«La crisis energética empujará a la economía europea a la recesión este invierno (…) Pero ahora vemos una recesión menos profunda, ya que los datos se han mantenido sorprendentemente resistentes, el reequilibrio del mercado del gas ha reducido el riesgo de racionamiento de energía y los gobiernos han brindado un apoyo fiscal significativo», apunta la entidad.