Maite Nieva
El optimismo de las casas de inversión se enfría a medida que avanza el año. La elevada volatilidad, un escenario de la inflación al alza y el riesgo de que los bancos centrales retiren los estímulos antes de lo previsto son el denominador común que están teniendo en cuenta los gestores a la hora de diseñar sus estrategias de inversión de cara a fin de año. No obstante la visión de los mercados está dividida. Mientras que algunas gestoras esperan fuertes correcciones en los mercados y apuestan por una fuerte reducción de los activos de riesgo, fundamentalmente de renta variable y bonos gubernamentales a favor de la liquidez, aumentan las apuestas por los activos de riesgo. Mientras haya exceso de liquidez en los mercados y bancos centrales acomodaticios, el inversor seguirá buscando rentabilidad en estos activos, aseguran.
Diaphanum apuesta por la prudencia y opta por una posición de infraponderación en Renta Variable, y Bonos gubernamentales, al tiempo que sobrepondera la Tesorería. En bonos corporativos y activos alternativos mantienen una posición neutral.
La tesis básica que defiende el equipo de inversiones de la sociedad de valores es que la mayor parte de estos activos “están demasiado caros,” apoyados en factores como la normalización del impacto económico de la pandemia, la recuperación del crecimiento, los estímulos monetarios y fiscales y la evolución de los resultados. Por otra parte los indicadores adelantados y la confianza de los consumidores y empresarios se está debilitándose están debilitando.
Diaphanum ve oportunidades en activos ilíquidos como Venture Capital, Private Equity, Renovables, Real Estate e Infraestructuras. “Ofrecen una rentabilidad muy atractiva, con una descorrelación frente a la evolución de los mercados financieros”
La inflación, el debilitamiento de algunos indicadores adelantados y la posibilidad de una reducción de los estímulos monetarios, son algunos de los motivos de preocupación que inciden en estas decisiones. Con respecto a la política monetaria, el equipo de expertos de Diaphanum cree que el “tapering” será muy gradual, que estará liderado por EE.UU. y no prevé subidas de tipos hasta 2023.
Activos contra la inflación
Las valoraciones están muy ajustadas en renta variable, señala Miguel Ángel García, director de Inversiones de Diaphanum. Por otra parte los resultados de las empresas se revisan a la baja de cara a 2022. No obstante, esperan que, a medida que la crisis del Covid-19 remita y las empresas dejen de estar tan preocupadas por preservar su tesorería y mejore la rentabilidad por dividendo. En este sentido la exposición de la renta variable en las carteras equilibradas oscila en tono al 50%
Como contrapartida, la gestora apuesta por activos ilíquidos “que ofrezcan una rentabilidad muy atractiva, con una descorrelación frente a la evolución de los mercados financieros”. Concretamente, aconseja una proporción entre el 5% y el 15% del patrimonio invertido en este tipo de activos y ve oportunidades en Venture Capital, Private Equity, Renovables, Real Estate e Infraestructuras. “El BCE mantiene el tipo de facilidad de depósito en el -0,5% y los demás tipos de intervención muy bajos y lo mantendrá hasta que se confirme la reactivación económica, salvo que el proceso inflacionista permanezca. En este escenario, la tesorería puede convertirse en un refugio ante la posibilidad de sufrir pérdidas en otros activos con la ventaja que permite bajar la volatilidad de las carteras y aprovechar oportunidades,” explica el director de Inversiones de Diaphanum.
EE UU y Emergentes vs. Ibex-35
A pesar de este entorno, la escasa rentabilidad de los bonos y el apoyo de los Bancos Centrales a los mercados, ha impulsado a la renta variable, dice. Por áreas geográficas, Diaphanum prefiere la Bolsa de EE.UU. y emergentes (especialmente China e India), frente Europa y Japón, y sobre pondera sectores con resultados predecibles como tecnología, salud y consumo no cíclico.
Por compañías, sus principales apuestas se concentran en Microsoft; Alphabet, Amazon. Así mismo forma n parte de n su cartera Berkshire Hathaway, la francesa Saint Gobin y Phizer. En Bolsa española, Diaphanum está infraponderada en el Ibex 35. “No tenemos ningún fondo específico del mercado español y dentro de las carteras apenas tenemos tres valores” dice el director de Inversiones. “En los últimos años la Bolsa española ha sido más pobre que el resto y no representa a la economía española,” explica.
Optimismo pero con cautela
Desde IG no creen que haya ahora mismo un activo más rentable que la renta variable debido a la elevada liquidez y la amplitud de mercado, “evidentemente con los Bancos Centrales detrás”. Mientras haya liquidez el inversor irá buscando rentabilidad y lo hará en la renta variable, dice Sergio Ávila, analista de IG .”Tenemos los índices mundiales cerca de los máximos anuales y eso hace que siga habiendo optimismo moderado y se mantenga la tendencia de momento “.
De cara a los próximos meses, IG recomienda buscar compañías con calidad y fortaleza, así como cobertura frente a la inflación. Fundamentalmente en el mercado americano. Las tecnológicas Alphabet, Amazon, Google, Apple, Facebook, Microsoft o Tesla siguen teniendo un potencial muy elevado Para Alphabet se estiman unos beneficios de 58.872 euros a diciembre de 2021, más de un 46% que el año anterior. Otros valores atractivos para tener en carteras son Intel, Coca Cola, Intel, o Visa.
En Europa, ArcelorMittal, es una de las más atractivas. La multinacional acerera prevé unos ingresos a diciembre de 2021 de 71.315 millones de euros, un 36% más respecto al mismo periodo anterior. Adidas, Daimler son también otras propuestas para tener en cartera.
“Mientras haya liquidez, el inversor irá buscando rentabilidad y lo hará en la renta variable”, dice Sergio Ávila, analista de IG
También intentaría evitar todo lo más cíclico, señala el analista de IG. . “Sobre todo en la Bolsa Española. La inflación prevista en a finales de año en España es del 3% y aún queda mucho para consolidar el crecimiento económico, añade. Por otra parte, el Ibex 35 carece de empresas tecnológicas de gran calidad y la incertidumbre acerca del sector eléctrico es muy elevada. El sector turístico tiene todavía muchas dificultades y todavía no es un activo en el que habría que estar. Las expectativas son que no van a recuperar beneficios hasta 2022, sobre todo en aerolíneas.
Para un inversor de corto plazo que quiera realizar una inversión activa, lo mejor es buscar fortaleza y cuanto más a corto plazo, mejor, así como vigilar los riesgos que tiene el mercado, recomienda el analista de IG.
Aumentan los factores de riesgo
“Cuanto más avanzamos en este ciclo, más vemos que los mercados de renta variable alcanzan niveles cada vez más altos y surgen más posibles factores de riesgo a su alrededor, comenta Benjamin Melman, Global CIO en Edmond de Rothschild AM, en su carta de septiembre a los inversores.
No obstante, en Edmond de Rothschild AM están convencidos de que “aún es demasiado pronto para reducir nuestras exposiciones al riesgo en las carteras, sobre todo porque todavía se avecinan algunas posibles sorpresas positivas.”. En la asignación de activos neutraliza la posición de renta variable china y aumenta el peso de la deuda pública estadounidense. “Ahora que se ha desvelado el plan del “tapering” creemos que los riesgos que los riesgos son mucho más simétricos en esta clase de activos”, dice. No obstante, considera que hay “varios factores favorecen que los mercados mantengan una tendencia positiva en las próximas semanas. Por un lado, las políticas monetarias siguen siendo muy laxas y existe una amplia liquidez y una gran cantidad de estímulos en el sistema. Por otra parte, los beneficios empresariales del segundo trimestre en EE.UU. y Europa fueron excelentes, lo que supone un apoyo adicional para los mercados de renta variable.“
Aumentan las alertas de ‘crash’ en los mercados
A grandes rasgos, los mercados consideran que la economía mundial se recupera con fuerza de la recesión histórica de 2020, con un ritmo de salida de la contracción económica que está siendo uno de los más rápidos de la historia. No obstante, en las últimas semanas, el número de gestores que advierten de un posible “crash” de aquí a finales de año y principios de 2022, ha ido en aumento. Sergio Ávila está convencido de que “mientras siga la liquidez que hay en los mercados, de momento va a ser difícil que haya una caída muy fuerte. “Hay mucho dinero que está buscando rentabilidad”, dice.
A pesar de la corrección que hemos visto en los mercados en la última semana, los Indicadores de miedo y codicia (CNN) están en 31 puntos sobre cien- miedo. No hay un sentimiento demasiado exagerado y eso puede indicar que las correcciones no sean demasiado profundas”, explica el analista de IG.
No obstante, reconoce que, en cuanto los Bancos Centrales empiecen a reducir las compras de activos, las cosas se pueden complicar muchísimo, debido a las divergencias que hay en los mercados y los riesgos que hay encima de la mesa. “Si en la próxima reunión de la Reserva Federal se anticipan, y anuncian un recorte de compras de activos como ya ha hecho el BCE, y otros Bancos Centrales globales y la liquidez empieza a reducirse, ya va a ser difícil que se sostengan las valoraciones que estamos viendo ahora”, dice. Para que eso ocurriese tendríamos que tener un crecimiento económico fuerte y sostenible y sin inflación, como estamos viendo o por el contrario si sigue repuntando la inflación significaría que los Bancos Centrales tuviesen que anticipar una subida de tipos de interés, con lo cual ahí también tendríamos un posible frenazo en las Bolsas. Soy optimista pero con cautela, ¿podría haber un “crash”?. No lo descarto”, añade.