España y Portugal requerirán de inversiones de unos 17.000 millones de euros anuales en el sector eléctrico durante la próxima década para cumplir con los objetivos de descarbonización recogidos en sus Planes Nacionales de Energía y Clima (PNIEC), según un informe de Moody’s.
En un estudio sobre el mercado eléctrico en Iberia, la agencia de calificación señala que el PNIEC prevé en España unas inversiones totales de 240.000 millones de euros para el periodo 2021-2030, de las que el 24% tendrá por destino redes y electrificación, el 38% las renovables y el 35% la eficiencia energética.
Moody’s cree que el coronavirus ha sido «el último clavo en el ataúd» para la generación de carbón en la Península Ibérica, después de la presión sufrida en 2019
En el caso de Portugal, la ‘hoja de ruta’ del país luso hacia la descarbonización estima un esfuerzo inversor de entre 400.000 y 430.000 millones en el periodo de 2016-2030.
El senior vicepresidente de Moody’s Investors Service, Paul Marty, considera que «se acelera la descarbonización del sector energético en apoyo a España y Portugal para que alcancen sus metas de neutralidad de carbón hacia 2050».
A este respecto, Moody’s cree que el coronavirus ha sido «el último clavo en el ataúd» para la generación de carbón en la Península Ibérica, después de la presión sufrida en 2019 por las condiciones de mercado, con unos precios más altos para el CO2 y unos más bajos de su competidor, el gas natural.
El impacto por la pandemia se plasmará especialmente en la demanda eléctrica, con una caída en Iberia este año de en torno a un 5%, para no recuperar los niveles de 2019 hasta 2023.
En lo que se refiere a precios de la electricidad, Moody’s espera que en el mercado mayorista se negocien dentro de un rango de 40-50 euros por megavatio hora (MWh) hasta 2023.
Además, tras el cierre el pasado mes de junio de siete de las 15 plantas de carbón existentes en España y representar apenas un 2% en la generación el pasado mes de agosto, la firma prevé que el resto de centrales de esta tecnología echen el cierre en 2022, con excepción de Aboño 2, propiedad de EDP, y que se acelere así el despliegue de renovables.