La compañía sueca de telecomunicaciones Ericsson ha caído hasta un 15% esta semana en la Bolsa de Estocolmo después de haber publicado un comunicado en el que reconocía que podría haber realizado pagos al ISIS en Irak para poder circular por determinadas rutas de transporte. Aunque la empresa lo ha admitido públicamente ahora, los hechos proceden de una investigación interna que abrió en 2019, después de haber registrado varias partidas de gasto «inusuales» en su filial iraquí.
«La investigación (…) encontró varias violaciones de las reglas de ‘compliance’ y del Código de Ética Empresarial», ha indicado la empresa. «El equipo investigador también identificó pagos a intermediarios y el uso de rutas de transporte alternativas en conexión con el fin de evitar la Aduana iraquí en un momento en el que organizaciones terroristas, incluyendo el ISIS, controlaban algunas rutas de transporte», ha indicado Ericsson, aunque ha matizado que la investigación no pudo determinar el destinatario último de los pagos.