Mercedes Cobo ■
La rentabilidad de la renta variable a largo plazo está ligada al crecimiento de los beneficios, y en Europa éste sigue siendo estructuralmente bajo. Sin embargo, para el inversor selectivo hay suficientes empresas europeas de alta calidad que pueden crecer a pesar de un contexto de lenta expansión, según los expertos de Vontobel.
La preocupación de los inversores por la recesión, el aumento de los costes de la energía, el incremento de la inflación, el prolongado bloqueo de China y el conflicto en Ucrania se atenuado en el primer trimestre de 2023, hasta que en marzo asomó la amenaza de una crisis bancaria. “No obstante, la mejora del sentimiento inversor contribuyó a las subidas de la renta variable europea desde unos niveles relativamente bajos, señala Donny Kranson, gestor de Vontobel sobre las posibilidades de inversión que ofrece este activo.
En Vontobel siguen siendo prudentes con las corporaciones que operan en los sectores de la energía, los materiales y los bancos, que en general no consideran de alta calidad
Considera que el rebote desde unas valoraciones muy bajas es una oportunidad única para la renta variable europea. Explica que La rentabilidad de este activo a largo plazo está ligada al crecimiento de los beneficios, “y en Europa éste sigue siendo estructuralmente bajo. Sin embargo, para el inversor selectivo hay suficientes empresas europeas de alta calidad que pueden crecer a pesar de un contexto de lenta expansión”.
Donny Kranson, destaca que la rapidez con que los reguladores respondieron a la crisis bancaria contribuyó a calmar los mercados, “y actualmente, el sector en Europa es mucho más sólido de lo que era antes de la crisis financiera mundial”. Indica que los tipos bajos y negativos iban a suponer un reto cuando se invirtieran. “El mercado celebró la subida de tipos, pero se pasaron por alto los problemas relacionados con los préstamos morosos y la exposición a tipos sin cobertura. Aunque no podamos saber dónde están todos los problemas, prevemos que aparezcan otros, ya que la mala asignación de capital estaba extendida más allá de los bancos actualmente afectados. La financiación de los bancos también será más difícil debido a la decisión del regulador suizo de no proteger a los titulares de instrumentos de deuda AT1 (bonos convertibles contingentes)”.
Sector industrial
El gestor de Vontobel recomienda a los inversores buscar empresas con niveles de deuda sostenibles que generen efectivo y puedan autofinanciar el crecimiento. “Aquellas que no son rentables y que no demuestren su eficacia deberían sufrir un ajuste, al igual que el mercado inmobiliario, dada la subida de los tipos de interés. Los proyectos ecológicos deberían seguir atrayendo capital gracias, en parte, a los fondos públicos disponibles”, advierte.
Indica que siguen siendo prudentes con las corporaciones que operan en los sectores de la energía, los materiales y los bancos, que en general no consideran de alta calidad. “Sin embargo, actuamos ante las oportunidades, como la adquisición de Credit Suisse por UBS, que le permitió hacerse con su rival a un precio atractivo, incluso con pérdidas asumidas. Aunque podría haber sorpresas en el futuro, esperamos que el resultado refuerce el negocio de gestión de patrimonios de UBS”.
Destaca que están sobreponderados en el sector industrial, pero evitan las empresas intensivas en capital y altamente cíclicas. En su lugar, se centran en aquellas que se caracterizan por un crecimiento estructural y escasa correlación con el entorno macroeconómico, “como RELX y Wolters Kluwer, expuestas a la gestión y el análisis de datos, o Vinci y Rentokil, que ofrecen servicios necesarios en cualquier entorno económico”.
Inflación
El experto de Vontobel considera que la inflación parece haber tocado techo. “La crisis bancaria y el supuesto endurecimiento del crédito pueden cambiar la tasa máxima y la trayectoria, pero esperamos que los tipos sigan subiendo. Aunque la inflación elevada es relativamente poco frecuente en Europa, otras regiones la han experimentado en los últimos tiempos. La mayoría de las multinacionales, sobre todo en el sector del consumo, tienen la experiencia y las herramientas necesarias para reaccionar”.
Indica que algunos costes empresariales, como la energía y el transporte, están empezando a reducirse, lo que será de gran ayuda para las compañías. “Es poco probable que las reducciones ayuden a los beneficios en 2023, ya que la mayoría están cubiertas. En cambio, esperamos que los beneficios comiencen a notarse en los beneficios de 2024”, apunta.
Desde Vontobel creen que las cotizadas que ofrecen productos y servicios únicos pero necesarios, y que poseen la capacidad de subir los precios en consonancia con la inflación, seguirán obteniendo buenos resultados en un entorno económico difícil. “Las que venden artículos de lujo y atienden a personas adineradas también deberían estar protegidas, como en las últimas recesiones”.
Esperan que las compañías sanitarias que ofrecen tratamientos y servicios no ligados a la economía “se comporten con relativa solidez, así como las que operan con grandes plazos de entrega, por ejemplo, en el ámbito tecnológico, que también deberían estar algo aisladas de este entorno”, aseguran.
Vuelven las carteras 60/40
Julie Dickson, investment director, Capital Group señala que nos enfrentamos a un mercado incierto, con la mutabilidad que rodea a las respuestas políticas de los bancos centrales, la ralentización de la economía mundial, una guerra en curso en Ucrania y el cambio en el liderazgo del mercado de los valores de crecimiento a los de valor. En este entorno, considera que para un inversor con un perfil de riesgo más conservador, buscar soluciones de inversión que puedan equilibrar el crecimiento del capital a largo plazo, la conservación del capital y unas rentas corrientes es una opción muy sensata. “Creemos que las carteras 60/40 ofrecen esa opción y los inversores no deberían pasar por alto sus credenciales a largo plazo por un único mal año”, recomienda.
Analizando hipotéticamente las carteras 60/40, en Capital Group han descubierto que los años naturales en los que los resultados han sido negativos suelen ir seguidos de años naturales de fuertes resultados positivos. “Esto reafirma nuestra creencia de que los inversores deberían tener en cuenta las carteras 60/40, en lugar de preocuparse excesivamente por ellas. Aunque el entorno de inversión y las influencias externas que impulsan los resultados de los portfolios pueden variar enormemente de un año a otro, hay tres factores importantes que creemos que podrían impulsar potencialmente a los vehículos de inversión 60/40 a obtener mejores resultados en 2023 y años sucesivos”.
Señala que la elevada inflación y los altos rendimientos de los bonos también conllevan factores de descuento más elevados para los beneficios futuros de las empresas, lo que a su vez perjudica a los precios de las acciones. “Sin embargo, la diferente evolución de las acciones y los bonos es un requisito previo importante para el éxito del concepto 60/40”.
La revalorización de sectores tradicionales de crecimiento como el software, las redes sociales, los pagos digitales y los semiconductores pueden brindar oportunidades a los inversores en valores individuales, según Capital Group
Otro factor que destaca Julie Dickson, según sus análisis de 11 ciclos estadounidenses desde 1950, es que las recesiones han oscilado entre dos y 18 meses, con una duración media de unos 10 meses. “Además, los mercados bursátiles suelen empezar a recuperarse antes de que finalice una recesión. En este ciclo, los mercados bursátiles ya han liderado la caída de la economía, y casi todos los principales mercados de renta variable han entrado en territorio bajista a mediados de 2022. Y si la historia sirve de guía, podrían repuntar unos seis meses antes de que lo haga la economía”, indica.
El experto de Capital Group señala que en un entorno marcado por una inflación elevada y subidas de los tipos de interés también podría incrementar los rendimientos de los bonos en el futuro, y que las rentas también podrían volver a cobrar importancia para la renta variable “La revalorización de muchos sectores tradicionales de crecimiento, como el software, las redes sociales, los pagos digitales y los semiconductores, también podría brindar oportunidades a los inversores en valores individuales”, apunta.