Mercedes Cobo ■
Las fuertes turbulencias que ha sufrido en Bolsa la banca regional americana ha puesto a este sector, una vez más, en el disparadero. El miedo a que puedan colapsar más entidades se mezcla con la especulación bursátil que busca ganar dinero con estos desplomes. Según los expertos Las fuertes y rápidas subidas de tipos de interés están dejando a la luz algunas de las fragilidades del sistema, y son las causantes de esta situación.
Con los hundimientos bursátiles de los bancos regionales PacWest, Western Alliance y First Horizonte han vuelto los temores al mercado de que se repita lo ocurrido en marzo con Silicon Valley Bank (SVB) y con Signature Bank, y hace unas semanas con First Republic. Los expertos creen que la agresiva política de tipos de los bancos centrales, en este caso, de la Reserva Federal, y una regulación bancaria que se relajó en la época de Donald Trump, son los causantes de la situación.
Los expertos creen que las condiciones de préstamo se endurecerán aún más, sumándose al efecto negativo de la subida de tipos sobre la demanda
“La crisis provocada por la quiebra del Silicon Valley Bank aún no se ha controlado y el uso todavía elevado de las facilidades de liquidez de la Reserva Federal demuestran que el sector bancario se está resintiendo”, indica Paolo Zanghieri, economista senior en Generali Investments.
Desde Generali Investments esperan que las condiciones de préstamo se endurezcan aún más, sumándose al efecto negativo de la subida de tipos sobre la demanda. “Esto hará que el PIB se contraiga en el segundo semestre, limitando el crecimiento al 0,3% para el conjunto del año”.
Paolo Zanghieri señala que, a pesar de la preocupación por el sector bancario, “la desinflación sigue siendo demasiado tímida y la demanda demasiado sólida para que la Fed atenúe su retórica de halcones. Sin embargo, las actas de la reunión de marzo muestran una creciente divergencia en el seno del FOMC sobre el alcance de un mayor endurecimiento. La Fed cumplió con las previsiones y anunció en mayo una subida de 25 puntos básicos que deja el tipo de interés oficial en la horquilla del 5%-5,25% indicada por los puntos de marzo. Nuestra previsión de crecimiento es menos optimista que la de la Fed y esperamos recortes de tipos en las dos últimas reuniones del año”.
Advierte que el riesgo político reaparecerá, “ya que en julio el Congreso tendrá que encontrar un acuerdo para elevar el techo de la deuda. En el pasado, siempre se ha llegado a un compromiso, que implicaba recortes presupuestarios; este sigue siendo nuestro caso base. Sin embargo, la elevada polarización actual y la insistencia de los republicanos en reducir la financiación de parte de la Ley de Reducción de la Inflación aumentan la probabilidad de un accidente”.
Costes de financiación
Mondher Bettaieb Loriot, director de crédito de TwentyFour AM (boutique de Vontobel), opina que los acontecimientos de marzo en torno al sistema bancario tanto en Estados Unidos como en Europa han tenido efectos. “Si nos referimos a la banca estadounidense, lo sucedido está relacionado con el hecho de que los depositantes de bancos pequeños llevan un tiempo retirando sus depósitos para llevarlos a bancos más grandes o a los mercados monetarios, donde reciben más dinero por sus depósitos. Esta dinámica se ha ido intensificando, generando inquietud y problemas de liquidez a nivel de bancos regionales y de menor dimensión y, en algunos casos, quiebras como las de SVB y el Signature Bank”.
Todo ello, explica Mondher Bettaieb Loriot, está apuntando al endurecimiento de las condiciones de los préstamos para familias y empresas, “que se materializará en los próximos trimestres al aumentar los costes de financiación, y dado que la brecha entre lo que puede ganarse en los mercados monetarios y por los depósitos bancarios no va a poder repararse en un futuro próximo al encontrarse ya el tipo básico de la Fed en un nivel alto y restrictivo, señalamos en su momento que tipos de interés para préstamos por encima del 8% para particulares y empresas son demasiado altos y restrictivos y llevan ya un tiempo aplicándose”.
Destaca que esto ha llevado a la Fed a pisar el freno, modificando su proyección de evolución de tipos, que contemplaba continuar con las subidas para combatir la inflación. “Pensamos ahora que podría ser adecuado sólo algún ajuste monetario más” dependiendo “de los datos que lleguen y del efecto real y previsto del endurecimiento de las condiciones de crédito en la situación económica, el mercado laboral y la inflación”. A nuestro juicio, este es un enfoque de la política monetaria más prudente”.
Con este clima de incertidumbre y de agitación en el crédito creado por la subida del tipo de referencia de la Fed que ha golpeado a todos a la vez, “estos niveles altos en los tipos repercutirán seguramente en la economía y probablemente lleven a un cambio de régimen en la Fed, e incluso tal vez en otros grandes bancos centrales. Es posible que la Fed decida que estas condiciones más estrictas en los préstamos sigan haciéndole su trabajo, y que, de ese modo, haga una pausa en las subidas de tipos. Por lo menos hasta que haya más claridad y certidumbre sobre el efecto de esta crisis bancaria y de crédito y, en especial, hasta que se afiancen las previsiones de la inflación”, indica el director de crédito de TwentyFour AM.
Contagio limitado
Para Thomas Hempell, responsable de análisis macroeconómico y de mercado de Generali Investments, las turbulencias bancarias de mediados de marzo fueron un duro recordatorio de que el endurecimiento monetario rápido y sincronizado tiende a provocar accidentes. “Sin embargo, en la segunda mitad de marzo, el S&P invirtió su caída del 8%, con la ayuda de la inyección de liquidez de la Fed, antes de oscilar en abril. La renta variable de la zona euro superó incluso los máximos anteriores a la crisis de los bancos centrales”, destaca.
Considera que las quiebras de SVB, Signature y Credit Suisse tuvieron un contagio limitado, pero frenaron de forma duradera las expectativas de tipos, “una inminente contracción del crédito está haciendo en parte el trabajo de la Fed. Los futuros de los fondos de la Reserva Federal a finales de 24 meses se sitúan ahora por debajo del 3%, frente al 4,20% anterior al SVB. Las graves preocupaciones bancarias han remitido, pero ha prevalecido el apoyo (del mercado de renta variable) de unos rendimientos más bajos (el rendimiento a 10 años ha bajado unos 50 puntos básicos desde principios de marzo). Los sólidos datos del primer trimestre de 2023 (reapertura de China, revancha del gasto en servicios en EE.UU./zona euro) alimentan la temporada de beneficios del primer trimestre. Las inyecciones de liquidez de los bancos centrales (la Reserva Federal proporcionando liquidez de emergencia, el Banco de Japón defendiendo el YCC, el Banco Popular de China proporcionando estímulo) han impulsado los mercados a nivel mundial”.
No obstante, advierte de que la reciente fortaleza del mercado no debe atraer a los activos de riesgo. “Inusualmente, los cíclicos han quedado rezagados frente a los defensivos en este repunte. La crisis bancaria sigue resonando. Los múltiplos de las acciones han aumentado más de lo justificado por el descenso de la rentabilidad real. Con la contracción del crédito perjudicando al crecimiento, los beneficios se resentirán y aumentarán los impagos. Las inyecciones de liquidez de los bancos centrales serán temporales, a medida que avance el endurecimiento cuantitativo. La reversión de este apoyo también hará subir la volatilidad. El VIX, que ha vuelto a los niveles de antes de la guerra, en torno al 17%, parece desvinculado del sentimiento económico”.
Las quiebras de SVB, Signature y Credit Suisse tuvieron un contagio limitado, pero frenaron de forma duradera las expectativas de tipos, según los analistas
Además, señala el experto, abundan los riesgos geopolíticos, “con la guerra en Ucrania preparada para una ofensiva de primavera y las tensiones entre EE.UU. y China (guerra tecnológica y Taiwán) a fuego lento. Los mercados también están en lo cierto al ponerse nerviosos por el estancamiento político en torno al techo de deuda estadounidense, que probablemente empezará a hacer mella en julio. Los inversores pagan ahora más de un 1,6% por asegurarse contra un impago de EE.UU. en los próximos doce meses, más que el 0,82% pagado en el punto álgido de la crisis del techo de deuda de 2011”, apunta.
Prudencia con los activos de riesgo
Thomas Hempell ve una inminente recesión estadounidense en el segundo semestre del año, y percibe un elevado grado de confianza en los mercados. “Las leyes de la gravedad de unas perspectivas macroeconómicas cada vez más sombrías deberían seguir prevaleciendo, y más aún si tenemos en cuenta que la reciente relajación de las condiciones financieras y la rigidez de la inflación mantendrán a los bancos centrales en una postura más bien agresiva a corto plazo. Por tanto, Generali Investments mantienen una postura prudente respecto a los activos de riesgo, como la renta variable y el crédito high yield (HY). En cambio, mantienen las sobreponderaciones en deuda pública, con preferencia por los Bunds de vencimiento medio y los BTP de vencimiento más corto. “Las perspectivas de los rendimientos están sesgadas a la baja, pero evitamos fuertes apuestas por la duración en medio de la persistente inversión de la curva. También nos gusta el crédito IG (principalmente no financiero) en euros, que tiene un precio decente, y, con más prudencia, los bonos de mercados emergentes. También vemos valor en los bonos del Tesoro de EE.UU., que ofrecen buenas propiedades de cobertura. Vemos más caídas para el dólar estadounidense (USD) a finales de año en medio de la inminente recesión en EE.UU. y el posible liderazgo de la Fed en un ciclo de relajación global, destaca Hempell.