De acuerdo al informe de flujos de ETF de Amundi correspondiente al mes de septiembre, el apetito de los inversores por los ETFs se mantuvo fuerte en septiembre con flujos de entrada prácticamente iguales a los del mes anterior, de 48.600 millones de euros. La preferencia por los activos de mayor riesgo se reforzó con las asignaciones a renta variable, que superaron a las de renta fija, con un aumento de 33.000 y 13.900 millones de euros respectivamente. Esta predilección por los activos de mayor rendimiento y menos seguros se refleja en casi todas las asignaciones de activos.
En cuanto a los flujos europeos, en renta fija septiembre fue el primer mes desde la crisis en el que las asignaciones descendieron, con reembolsos de 410 millones de euros en los instrumentos de deuda registrados en Europa. Aunque los inversores no hicieron asignaciones generales a estrategias de renta fija, dentro de la clase de activo se registraron evidencias de un mayor apetito por el riesgo.
La inclinación de los inversores hacia activos de mayor riesgo fue evidente no sólo por su preferencia por esta clase de activo, sino también por el tipo de estrategias de renta variable que seleccionaron
Los instrumentos de deuda pública de Estados Unidos y de la Eurozona registraron salidas de 473 y 478 millones de euros, respectivamente, mientras que los bonos de China y de los mercados emergentes registraron entradas de 1.000 millones y 740 millones de euros. También hubo una importante rotación en la deuda corporativa de 1.900 millones de euros. Sin embargo, dentro de esta clase de activo, los inversores retiraron 1.260 millones de euros en deuda de la Eurozona Investment Grade y asignaron 253 millones de euros a High Yield de Estados Unidos, lo que constituye una prueba más del aumento del apetito por activos de mayor rendimiento y menos seguros.
En renta variable, los flujos de entrada en los ETF registrados en Europa fueron de 6.400 millones de euros durante el mes. La inclinación de los inversores hacia activos de mayor riesgo fue evidente no sólo por su preferencia por esta clase de activo, sino también por el tipo de estrategias de renta variable que seleccionaron. La tendencia del mes pasado de realizar asignaciones a renta variable global continuó, con entradas de 1.000 millones de euros, así como con la asignación de 2.900 millones de euros a estrategias norteamericanas. Esta es la primera vez desde la crisis que los inversores tienen posiciones sobreponderadas en estas dos clases de activos.