Aunque la pandemia del Covid-19 ha sacudido la economía a nivel mundial, el interés por los productos de inversión sostenibles no ha decaído. De hecho, según revela la segunda parte del Estudio Global de Inversión 2020 de Schroders, que encuestó a 23.000 inversores de 32 lugares del mundo, ha aumentado el grado de compromiso a nivel global. Hasta un 47% de los inversores mundiales reconoce que invierte en productos sostenibles, frente al 42% de hace dos años.
Esta tendencia al alza también se ha visto en España, donde el 45% de los encuestados se vio animado a invertir de manera sostenible, lo que supone un aumento del 7% frente a los resultados de 2018 (38%) La razón que más motiva a los españoles a decantarse por fondos sostenibles es su mayor impacto ambiental (45%), seguido de la probabilidad de que aporten mayores rentabilidades (34%) y el hecho de que se alineen con sus principios sociales (28%).
La razón que más motiva a los españoles a decantarse por fondos sostenibles es su mayor impacto ambiental (45%), seguido de la probabilidad de que aporten mayores rentabilidades (34%) y el hecho de que se alineen con sus principios sociales (28%).
Es tranquilizador constatar que el 76% de los españoles no invertiría en contra de sus principios. Para aquellos que sí lo harían, la rentabilidad media de su inversión tendría que ser del 20% para compensar adecuadamente cualquier sentimiento de culpa. Curiosamente, por nivel de conocimientos, casi un tercio (32%) de los españoles que se describen a sí mismos como “expertos” en temas de inversión son significativamente más propensos a cambiar sus creencias personales por una mayor rentabilidad, en comparación con el 15% de aquellos encuestados con conocimientos básicos en inversión.
A nivel global, los habitantes de China (90%), Italia (82%) y Portugal (82%) son los que más probabilidades tienen de mantenerse fieles a sus principios personales. En contraste, Estados Unidos (67%) o Singapur (67%) son los que más prioridad dan a la rentabilidad.
Cuando se les pregunta por los comportamientos más importantes de las empresas en las que invierten sus fondos, los españoles priorizan el compromiso social de las compañías, la atención a las cuestiones medioambientales y el trato correcto y profesional a los empleados. Además, también consideran que estos son los comportamientos que tienen un mayor impacto positivo en la rentabilidad de una empresa.