Diaphanum afronta la recta final del año con cautela ante un entorno de mercado muy volátil y complejo, donde la guerra en Ucrania, un entorno inflacionista histórico, el agresivo proceso de subidas de tipos y la retirada de otros estímulos por los bancos centrales, lastrarán el crecimiento económico mundial, donde Europa se verá más afectada mientras que la zona asiática explicará la mayor parte del crecimiento.
Según sus previsiones, la ralentización del consumo, la estabilización de los cuellos de botella y la caída de las materias primas irán presionando a la baja las altas tasas de inflación, la principal preocupación de los mercados. Aunque tenderá a normalizarse, esperan que se mantenga en niveles muy incómodos para los bancos centrales. En Europa, será más difícil de controlar por su alto componente energético mientras que en EE.UU. preocupan especialmente los efectos de segunda ronda por el aumento de los salarios.
La entidad estima que los bancos centrales seguirán subiendo tipos de forma agresiva hasta que la inflación de señales claras de moderación. El riesgo de sobreactuación es elevado y podría llevar a la economía a una recesión profunda
El ritmo de subidas de tipos en los países occidentales está siendo uno de los más rápidos de la historia y la economía mundial se enfrenta a un nuevo freno en las expectativas de crecimiento, aumentando de manera significativa las posibilidades de recesión en Europa y EE.UU., A pesar de que este escenario está parcialmente descontado por los mercados, advierten que la reducción del balance endurecerá las condiciones de financiación. En el caso de la zona euro, el BCE mantendrá las primas de riesgo de los periféricos controladas a través del TPI (Transmission Protection Instrument).
La fortaleza del mercado laboral y la menor exposición a la crisis energética permitirán a EE.UU. afrontar una recesión suave y corta, sin embargo, la pérdida de poder adquisitivo ante el repunte de la inflación seguirá lastrando la confianza del consumidor y de los empresarios. En Europa, la recesión será más profunda que al otro lado del Atlántico debido a las consecuencias de la crisis energética. La entidad pone el énfasis en dos aspectos: el crecimiento de los salarios que está siendo inferior a la inflación y los mínimos históricos de la confianza del consumidor.