Los analistas ya están certificando el impacto en las eléctricas que supondrán los planes del Gobierno. Así, Citi ha recortado su recomendación para Endesa de ‘comprar’ a ‘neutral’, rebajando también su precio objetivo de 23,6 euros a 21,2 euros. En el caso de Iberdrola, los analistas del banco estadounidense también han rebajado su precio objetivo para la energética ante el impacto de esta medida, pasando de 8,6 euros a 8,3 euros.
Citi considera que Endesa será la compañía del sector más castigada por el ‘hachazo’ del llamado dividendo de carbono, con una reducción de su beneficio por acción del 14,3% entre este año y 2025. Para Iberdrola cifra un impacto del 8,3%.
La que mejor está capeando el temporal es Naturgy, con el telón de fondo de la lucha por el control de la compañía. Está en los 21,4 euros
El sector lleva a la baja desde el 28 de mayo, y ha perdido más de 6.000 millones de capitalización. La que mejor está capeando el temporal es Naturgy, con el telón de fondo de la lucha por el control de la compañía. De momento, se mueve en los 21,4 euros por acción, la misma cifra en la que estaba cuando se desataron los rumores, hace dos semanas.
Endesa e Iberdrola, las empresas más castigadas por la medida, no salen del rojo. La energética presidida por Ignacio Sánchez Galán se dejó un 6% en la semana, para caer hasta los 10,6 euros. Y acumula una caída en su capitalización de unos 3.500 millones de euros. Por su parte, Endesa, que es el primer operador de energía nuclear en España, perdió un 9% en la semana, para cerrar en los 2160 euros por acción. Desde el lunes suma un descenso del y ha perdido unos 1.800 millones de euros de su valor en Bolsa.
La tercera compañía más castigada por el anuncio del Gobierno es Acciona. En la semana, la caída del grupo de renovables asciende a un 7% y se deja más de 400 millones de euros de su capitalización.
Fue el martes cuando el Consejo de Ministros acordó iniciar la tramitación de un anteproyecto de ley con el que reducir los llamados ‘beneficios caídos del cielo’ (‘windfall profits’) de las nucleares y las hidráulicas, que supondrá un recorte de unos 1.000 millones de euros en la retribución que reciben las eléctricas con el fin de abaratar entre un 4% y un 5% la factura de la luz de los consumidores domésticos.
La propuesta pasa por un mecanismo de mitigación de parte del dividendo de carbono que perciben las tecnologías no emisoras anteriores a 2005 (hidráulica y nuclear). Esta medida va de la mano del Fondo Nacional para la Sostenibilidad del Sistema Eléctrico (FNSSE), con el que se prevé sacar de la tarifa eléctrica el coste de las primas renovables más antiguas (en torno a 6.500 millones anuales) y repartirlo entre todos los sectores energéticos.