Mercedes Cobo ■
Durante el 2022, el ‘private equity’ y el ‘venture capital’ han entrado en un periodo de mayor incertidumbre. Aun así, la demanda de activos privados por parte de los inversores sigue siendo sólida, aunque inferior a los niveles récord de 2021. Sin embargo, los expertos consideran que nos encontramos en medio de un proceso de búsqueda de calidad.
Durante el 2022, el private equity y el venture capital han entrado en un periodo de mayor incertidumbre. Actualmente, la atención se centra en la inflación y en el aumento de la volatilidad en los mercados públicos de renta variable, lo que repercute en las empresas privadas. En los próximos meses los expertos prevén que estos factores continúen, sobre todo porque el coste de la deuda (un factor clave para las transacciones de las empresas privadas) aumenta con la subida de los tipos. “En este contexto, la demanda de activos privados por parte de los inversores sigue siendo sólida, pero inferior a los niveles récord de 2021. Sin embargo, prensamos que nos encontramos en medio de un proceso de búsqueda de calidad”, señala Jaime Raga, senior CRM de UBS AM Iberia.
Es un momento excelente para invertir en nuevos fondos e inversiones de ‘private equity’, según UBS AM Iberia
Reconoce que las inversiones de private equity se enfrentan a estos vientos en contra, al igual que el resto del mercado, “pero creemos que es un momento excelente para invertir en nuevos fondos e inversiones de private equity. Y es que los múltiplos EV/EBITDA de las compras en el mercado estadounidense están por debajo de los parámetros de referencia del mercado público a partir de 2021. La moderación de los múltiplos de entrada y los precios de compra al principio hacen que las empresas sean razonablemente atractivas para los fondos recién creados y, un inversor de private equity que entre hoy en el mercado puede esperar que su capital se invierta en los próximos años, muy posiblemente en un entorno más atractivo que el actual”, asegura.
Estrategias destacadas
En cuanto a las previsiones para las estrategias más destacadas en capital privado, para Buyouts indica que las compras de empresas privadas, el núcleo del capital privado, se han ralentizado en 2022 en línea con los mercados en general. Además, los inversores están siendo más cautelosos y disciplinados a la hora de fijar los precios ante la preocupación por el crecimiento económico mundial, las interrupciones en la cadena de suministro y los efectos de la inflación en las empresas.
Por su parte, los inversores de fondos también se están volviendo más conservadores, centrados en el ritmo de inversión, ya que muchos fondos se han invertido completamente en dos años, frente a la media a largo plazo de tres a cuatro años, explica.
“Desde UBS AM estamos enfocando el entorno actual de mercado con un planteamiento de calidad y un énfasis en el crecimiento fundamental más que en el arbitraje o la ingeniería financiera, buscando modelos de negocio líderes en su segmento con un apalancamiento conservador que se beneficien de las macrotendencias, como la consolidación del sector industrial, las nuevas tecnologías y los cambios demográficos. Además, en sectores complejos como el de la sanidad, seguimos favoreciendo a los inversores especializados”.
En cuanto a la inversión en growth, que se sitúa entre el buyout y el venture capital, Jaime Raga indica que está atravesando muchas de las dificultades de las empresas en fase inicial y de las ya consolidadas. “El alto crecimiento está exigiendo una prima de valoración menor que en los últimos años, lo que eleva el coste del capital para estas empresas que normalmente no tienen balances tan sólidos como los de las empresas más maduras. Las vías de salida pueden verse limitadas y las tasas de crecimiento reducidas para conservar el capital”.
Se muestra convencido del poder de permanencia del growth equity, “hemos visto que la captación de fondos se ha ralentizado y creemos que es prudente adoptar un enfoque más cauteloso para apoyar a los gestores de eficacia demostrada a corto plazo. Esto incluye una mayor atención a las empresas que se encuentran en el punto de equilibrio sobre la base del flujo de caja y que podrían autosostenerse con un apoyo de capital en curso limitado en caso de un ciclo económico prolongado”.
Por su parte, considera que los fondos de venture capital se enfrentan a una gran volatilidad en las valoraciones debido a su gran exposición a las empresas en fase inicial, de por debajo del punto de equilibrio y del sector tecnológico. “El ritmo y el entusiasmo por realizar mayores rondas de financiación a valoraciones más elevadas ha disminuido y muchos gestores de venture capital están animando a las empresas a centrarse en la conservación del efectivo y la estabilidad del balance, lo que supone un notable distanciamiento del modus operandi de crecimiento a cualquier coste de la pasada década”.
Considera que estas medidas de control de costes incluyen la reducción del ritmo de contratación y del gasto en marketing (una inversión de la oferta de incentivos para la adquisición de clientes que a menudo impulsaba el crecimiento con una economía unitaria marginal negativa). “Este hecho hará que el ritmo de crecimiento sea notablemente más lento para todas las empresas, excepto las mejores respaldadas por el venture capital, pero también debería significar que las empresas que escalen con éxito la curva de crecimiento serán, por término medio, más estables y menos volátiles”, aclara.
El experto de UBS AM Iberia indica que los mercados cotizados, “que suelen ser una vía de salida para las empresas respaldadas por el capital riesgo, son actualmente menos atractivos que en trimestres anteriores, debido a la mayor cautela de los inversores. Sin embargo, cuando el sentimiento de los inversores se invierta, puede haber un entusiasmo reprimido y una oleada de salidas a bolsa para las empresas que navegan con éxito el mercado actual”.
Evolución del mercado y previsiones
El capital privado como sector y clase de activos sigue creciendo rápidamente. Según el informe anual sobre mercados privados de 2022 de Mckinsey, es la alternativa más común para invertir entre los inversores institucionales donde el 60% de los cuales declara tener una asignación a fondos de capital privado (incluidos los fondos de fondos).
De los inversores institucionales encuestados por Preqin, un gestor de datos e investigación de mercados alternativos, más del 50% declararon su intención de aumentar su asignación a la renta variable privada a largo plazo, frente a sólo el 5% que tiene intención de reducirla. “No es de extrañar pues que el capital de crecimiento y el capital riesgo hayan alcanzado niveles récord de captación de fondos en 2021, mientras que el AUM (activos bajo administración) de capital privado alcanzó un récord”, explica Jaime Raga.
El 60% de los inversores instituciones declara tener una asignación a fondos de capital privado, incluidos los fondos de fondos
“Esperamos un retroceso en la captación de fondos a corto plazo, ya que muchas captaciones de capital se adelantaron a 2020-2021 por el entorno favorable del mercado. Los fondos están tardando más en captar fondos, especialmente los patrocinadores menos consolidados o los que han tenido problemas de rendimiento en los últimos años”, indica
Destaca que la actividad de las operaciones sigue siendo igualmente elevada en 2022, pero podría estar por debajo del ritmo récord de los últimos años, ya que los patrocinadores reevalúan el ritmo de despliegue y reajustan la disciplina de precios en previsión de unos trimestres más volátiles. “La disponibilidad de apalancamiento también puede limitar la realización de operaciones, ya que se requieren mayores cantidades de capital para completar cada transacción”.
Destaca que, el crecimiento y el capital riesgo alcanzan niveles récord de captación de fondos en 2021 a través de la captación de fondos de capital riesgo mundial por subclase de activos, en miles de millones de dólares.
10.000 millones de euros invertidos
El 2022 promete pasar a la historia como un año de récord absoluto para la industria de private equity y venture capital en España con 10.000 millones de euros invertidos, superando el máximo histórico del sector, alcanzado en 2019 y cifrado en 8.890 millones. Pese al convulso entorno de mercado, las estimaciones de Capital & Corporate apuntan a que el capital privado volverá a pulverizar todos sus registros en un ejercicio sin precedentes gracias, entre otros factores, a las grandes inversiones cerradas y la decidida apuesta de los fondos internacionales por España.
Según los datos facilitados por Capital & Corporate, en el tercer trimestre del año se han cerrado un total de 124 operaciones que suman 2.100 millones de euros en equity, es decir, recursos propios aportados por los fondos. El volumen invertido hasta septiembre suma 7.740 millones de euros, importe que prácticamente iguala el importe del sector en España durante todo el año 2021. Las cifras hacen gala de la buena salud de la industria e ilustran su dinamismo como motor clave de la recuperación económica, tanto en operaciones cerradas como en otras en curso.
En el actual contexto de incertidumbre, el capital privado ha logrado mantener un elevado nivel de actividad gracias al empuje de las inversiones en el segmento de empresas medianas y la apuesta de los fondos internacionales por los activos españoles. La mayoría de las operaciones cerradas durante el último trimestre han tenido como protagonistas a fondos extranjeros. A la cabeza se sitúa la compra de ITP Aero, referente mundial de motores aeronáuticos e industriales, por Bain Capital a Rolls Royce valorada en 1.700 millones de euros, sellada un año después del acuerdo sin haber terminado de configurar el consorcio industrial español que acompañará al fondo estadounidense junto a JB Capital y Sapa.