Maite Nieva
Las Bolsas mundiales rozan récords históricos, con Wall Street a la cabeza superando máximos desde hace años. Y todos los activos están caros, advierten los expertos. Desde la renta variable a la renta fija, así como las criptodivisas y las ‘commodities’. Muchos expertos creen que hay razones para pensar que podría haber más de una burbuja a punto de estallar y aumentan las advertencias acerca de posibles riesgos de burbujas en los mercados financieros. No obstante, aunque habría razones para pensarlo, una mayoría de las casas de inversión consideran que no hay razones para esperar un retroceso sustancial en el repunte esperado por los billones de dólares que los Bancos Centrales están inyectando en el mercado. El principal riesgo en el horizonte sería una reducción de la compra de bonos por parte de la Reserva Federal, pero eso no es probable por el momento, según sus previsiones.
La elevada valoración que están alcanzando una gran parte de los activos de inversión en los mercados financieros, así como los continuos máximos históricos en las Bolsas mundiales, ha intensificado las alertas de posibles burbujas financieras. Esta fiebre por las compras afecta también a algunos activos de riesgo de renta fija, oro, criptodivisas y, últimamente, a las empresas de cannabis y acciones bajistas para impulsar su valor de manera especulativa.
Las acciones globales han visto como entraban 7 billones de dólares desde comienzos de año y las monedas digitales, con el Bitcoin en los 50.000 dólares, se han disparado a un valor de mercado de 1.4 billones de dólares, mientras las ventas de bonos de alto rendimiento están batiendo récords.
“Aparte de divisas, prácticamente nada se puede considerar compra sólo por valoración”, asegura Luca Paolini, estratega jefe de Pictet AM
Todo eso plantea preocupaciones sobre valoraciones insostenibles en todas las clases de activos, si bien los inversores continúan invirtiendo dinero en medio de la confianza de que una acomodación monetaria y fiscal sin precedentes mantendrá la fiesta durante más tiempo, señalan los expertos.
Políticas monetarias
Las políticas monetarias “excepcionalmente flexibles” han impulsado las valoraciones de los activos y actualmente, aparte de divisas, prácticamente nada se puede considerar en «compra» solo por valoración, asegura Luca Paolini, estratega jefe de Pictet AM. No obstante ” no podemos considerar que estemos a nivel de burbuja o exuberancia irracional, ya que la dispersión dentro de una misma clase activos parece haberse estrechado”, explica. Esto es atribuible a la rotación hacia valor. A ello se añade que los flujos hacia fondos de renta variable han sido últimamente elevados, pero venimos de un período de salidas”, señala. Sin embargo, cualquier decepción podría afectar al mercado la segunda mitad del año, puntualiza.
Para igualar los niveles de burbuja de 1987, 2000 y 2008, el S&P 500 debería situarse por encima de los 4.500 puntos y actualmente está por debajo de 4. 000 y su relación precio/beneficios esperados por encima de 26, explica el estratega de Pictet AM. ”Lo que era caro hace 20 años puede no serlo tanto hoy día, dado que la rentabilidad a vencimiento de los bonos es 1 %, comenta .. Así, el S&P 500 parece muy caro a 23 veces precio/beneficios, pero no es razonable esperar que vuelva el ratio de 15 veces del ciclo anterior.
Los beneficios mandan
Además, aunque muchos indicadores de valoración están en máximos respecto a su media, a largo plazo, están reflejando expectativas de aumento de beneficios, en una situación similar a 2008/2000.Desde la gestora suiza esperan que aumenten 26, 29, 32 y 33 % en 2021 en emergentes, EEUU, Japón y Euro Zona respectivamente y un 29 % a nivel mundial, con mayor crecimiento entre empresas de sectores cíclicos, dice este experto. “Eso sí, si hubiera decepción en beneficios, el mercado podría verse afectado la segunda mitad del año”, subraya.
Pictet favorece la renta variable, a medida que la economía mundial se recupera, especialmente países e industrias más expuestos a la recuperación, dice Luca Paolini. En acciones prefieren Asia, especialmente China, así como Japón. El mayor sobrepeso es en sectores cíclicos tradicionales, como materiales, industriales y consumo discrecional. A largo plazo las perspectivas en renta variable son menos claras. Los inversores prevén crecimiento normal en un entorno de tipos de interés permanentemente bajos. Pero en algún momento, los bancos centrales tendrán que empezar a retirar estímulos ante crecientes presiones inflacionarias.
EE UU: señales de advertencia
A primera vista, la mala noticia es que todos los mercados parecen estar en niveles de precios muy elevados, dicen los analistas de Schroders. De las 25 mediciones que figuran en nuestro cuadro de valoración bursátil periódica (cinco mercados y cinco variables para cada uno), 16 se sitúan un 20% por encima de su media de los últimos 15 años, cinco están entre un 10% y un 20% más caras, y otras dos están hasta un 10% más caras. Sólo dos están en verde y, aun así, por poco.
Estados Unidos es de los países que más señales de advertencia presenta, dicen. “Está más caro que en cualquier otro momento de la historia fuera del boom de las puntocom. Esto es especialmente importante, ya que supone casi el 60% de la ponderación bursátil mundial (medido por el índice MSCI All Country World). Lo que ocurra con el mercado estadounidense tendrá un gran impacto en la rentabilidad de la mayoría de los inversores. No obstante, señalan que el ratio precio/beneficio se ha visto distorsionado por el desplome de los beneficios el año pasado debido a la pandemia. Lo mismo ocurre con el rendimiento de los dividendos, ya que las empresas los han recortado.
“Las Bolsas pueden seguir subiendo habiendo llegado a máximos y con algunas aparentes sobrevaloraciones. Sin embargo, esto no tiene por qué significar que vayan a desplomarse”, según Schroders
Los mercados miran al futuro
Esta aparente distorsión se debe a que los mercados miran hacia el futuro, se preocupan por la situación de los beneficios en el futuro, no en el pasado. Anticipan una recuperación de los beneficios y empiezan a descontarla mucho antes de que se produzca. Esto puede llevar a un aumento de los precios incluso cuando los beneficios están cayendo. En estas circunstancias, el PER puede dar una señal de “venta” engañosa.
Desde Schroders señalan que las acciones mundiales están caras, según casi todas las métricas aunque hay algunos factores que atenúan esta situación. Las bolsas pueden seguir subiendo habiendo llegado a máximos y con algunas aparentes sobrevaloraciones. Sin embargo, esto no tiene por qué significar que vayan a desplomarse. No obstante, advierten que los inversores deben prepararse ante las expectativas de baja rentabilidad a largo plazo
Demanda insaciable por los activos de riesgo
La demanda casi insaciable de los inversores por activos de riesgo no sólo se plasma en renta variable. En los mercados de crédito, los síntomas son también evidentes, reflejando un claro desequilibrio entre la oferta y la demanda, señala el equipo de Análisis de Portocolom AV. Incluso en un período en el que muchas compañías han aprovechado para acudir al mercado en búsqueda de nueva financiación o refinanciar su deuda existente, comentan.
En las semanas recientes, varias compañías han financiado el pago de dividendo a sus accionistas con la emisión de bonos de pago en especie (los denominados PIKs en lengua anglosajona), que es un tipo de bono que permite a sus emisores el pago de sus intereses en bonos adicionales en lugar de hacerlo en efectivo. Este tipo de operaciones suele ser un sello característico de mercados demasiado sobrecalentados, señalan en un informe. La semana pasada asistimos, según datos de Bank of America, a la mayor entrada de la historia de flujos en fondos y ETFs de renta variable global con algo más de 58.000 millones de dólares (USD).
En enero más del 53% de las fusiones y compras realizadas donde estuvieron involucradas compañías de high yield, se hicieron con compañías donde su nivel de deuda superaba en más de seis veces su flujo de caja operativo (Ebitda), según datos de LevFin Insights. Un nivel que no se veía desde agosto de 2017, aseguran.
Según Portocolom, uno de los principales activos a vigilar en los próximos meses, será el comportamiento de la deuda soberana, ya que un repunte en sus tasas de rentabilidad (la del bono a diez años americano ha subido 0,40% en los últimos tres meses hasta el 1,25% anual). Como consecuencia de temores de un repunte en inflación, podría tener un peligroso efecto en cadena sobre los mercados de crédito bastante difícil de medir. Y por ende también sobre la renta variable.