“Lo que vemos es que los clientes, en general, están absolutamente interesados en los activos digitales”. Así se ha mostrado Michael Demissie, responsable de activos digitales de Bank of New York Mellon (BNY Mellon), quien ha asegurado que el desplome de finales de 2022 no ha mermado el interés de los inversores en las criptomonedas y se ha mostrado convencido de que el sector de los activos digitales “está aquí para quedarse”.
Demissie señaló que una encuesta realizada por BNY Mellon en octubre encontró que el 91% de los clientes del banco custodio están interesados en invertir en productos tokenizados basados en blockchain. Según este sondeo, el 86% de los actores institucionales están adoptando una estrategia de “comprar y mantener”, lo que puede sugerir que ven el mercado de criptomonedas como un juego a largo plazo. Asimismo, el 88% también afirmó que la caída del precio no había afectado a su estrategia a largo plazo.
Durante la presentación de resultados del tercer trimestre, Robin Vince, consejero delegado de BNY Mellon, aseguró que la demanda de los clientes fue el “punto de inflexión” que condujo finalmente al banco a adentrarse en la esfera de los activos digitales.
“Alrededor del 40% de ellos ya tienen criptomonedas en sus carteras. Alrededor del 75% están invirtiendo activamente o explorando la posibilidad de invertir en activos digitales. Y lo que escuchamos de nuestros clientes es que quieren soluciones de grado institucional en el espacio”, aseguró entonces.
Deimissie ha pedido a los reguladores que aceleren su trabajo para que los actores del sector puedan operar con una mayor claridad normativa. “Necesitamos una regulación y unas normas claras. Necesitamos actores responsables que puedan ofrecer servicios fiables que estén a la altura de la confianza de los inversores”.