Los bancos centrales siguen estando en el punto de mira en este 2023. Sus decisiones de tipos seguirán marcando la marcha de los mercados, pero puede que no en la dirección que muchos esperan. Así lo advierten los estrategas de BlackRock, que avisan de que es probable que la esperada relajación de la política monetaria de la Reserva Federal o del Banco Central Europeo podría no llegar. Es más, en la mayor gestora de activos del mundo son de la opinión de que no habrá bajadas de los tipos este año.
En el caso de EE UU, comentan desde la gestora, para que la inflación vuelva a situarse en los objetivos de la Fed «habría que reducir la demanda de mano de obra”
En su último comentario de mercado, los analistas de BlackRock estiman que los bancos centrales de los mercados desarrollados «detendrán sus subidas de tipos cuando el daño infligido a la economía resulte evidente». Y es que esperan que las economías de los mercados desarrollados entren en recesión en 2023.
«La inflación de los bienes debería caer con fuerza a medida que el gasto vaya reorientándose», pero con todo «no esperamos recortes de tipos, ya que la inflación se mantendrá por encima de los niveles objetivo», argumentan.
«Las fuertes subidas de tipos destinadas a reducir la inflación provocarán recesiones. Ya estamos viendo que las subidas de tipos están perjudicando a las partes de la economía más sensibles a los tipos de interés, como la vivienda», destaca BlackRock, que recuerda además que elevar el precio del dinero tiene «un efecto general retardado en la crisis energética en Europa y pesará sobre los consumidores estadounidenses a medida que agoten sus ahorros».
En el caso de EEUU, comentan desde la gestora, para que la inflación vuelva a situarse en los objetivos de la Fed «habría que reducir la demanda de mano de obra, lo que requeriría una recesión aún más profunda de la que prevemos». Por eso esperan que los bancos centrales mantendrán los tipos «más altos de lo que esperan los mercados, en lugar de recortarlos».