En un informe Barclays, que mantenía el precio objetivo sobre sus acciones en 16 euros, a pesar de recomendar su venta desde inicios de año, recortó esa guía hasta los 8 euros.
«En el primer semestre de 2022, muchos inversores veían a Grifols como una forma de aprovechar la recuperación pospandémica, pero parece que ese barco ha zarpado», apuntó la entidad financiera.
Los pronósticos de Barclays pasaban por que el ratio de apalancamiento de la compañía se mantuviera por encima de las 6,6 veces en 2022
«Además, aunque sabíamos que la posición de apalancamiento de Grifols iba en aumento desde el anuncio del acuerdo con Biotest, cuando la empresa dijo que tenía una deuda de 9,0x/ebitda en el comunicado del primer semestre de 2022, pudo haber asustado al mercado», añadió.
Por ello, desde Barclays indican que, aunque «la empresa ha dejado muy claro que está trabajando para resolver su problema de apalancamiento, hasta que haya algo más tangible en ese frente, hay mejores oportunidades en el sector farmacéutico de mediana capitalización de la UE».
Según banco británico, a pesar de que la cotizada del Ibex 35 habló en ocasiones anteriores de objetivos de deuda neta/ebitda por debajo de las 4 veces en 2023, y por debajo de las 3,5 veces en 2024, «estos objetivos no se mencionaron explícitamente ni en el informe de resultados del primer semestre de 2022, ni en el comunicado de prensa de la empresa del 26 de septiembre de 2022».
Sobre esta base, los pronósticos de Barclays pasaban porque el ratio de apalancamiento de la compañía se mantuviera por encima de las 6,6 veces en 2022, y se redujera hasta las 4,7 veces en 2023, y hasta las 3,6 veces en 2024.
Unos niveles que, si bien no deberían agravar la situación de la compañía en el actual contexto de subidas de tipos de interés, al tener el 65 por ciento de su deuda a un tipo de interés fijo, «sí seguirá siendo una preocupación para los inversores, hasta que haya una señal más significativa de desapalancamiento».