Bank of America cree bastante «improbable» que ACS termine adquiriendo una participación relevante en el capital de ASPI, la firma italiana propiedad de Atlantia que gestiona las autopistas de Italia y que está actualmente en venta tras un acuerdo alcanzando entre la familia Benetton y el Gobierno italiano por el desplome de un puente en Génova en verano de 2018. La entidad justifica que si la compañía presidida por Florentino Pérez decidiese tan solo adquirir una participación de control, es decir, el 51%, consumiría la práctica totalidad de todos los ingresos que obtendría por la venta a la francesa Vinci de sus activos industriales, una operación que está a punto de cerrarse.
BofA ha subido el precio objetivo de ACS hasta los 32 euros por acción, confiando en que los ingresos derivados de la venta del negocio industrial vayan a las infraestructuras y las renovables
A este obstáculo también se suman otros de tipo político en Italia, donde ACS competiría para hacerse con la compañía con el propio Ejecutivo, que, de forma paralela, también ha entablado negociaciones con Atlantia para comprar las autopistas de forma conjunta con los fondos Blackstone y Macquaire, aunque por el momento todas las ofertas han sido rechazadas por el Gobierno.
Al margen de esta operación, los analistas de Bank of America destacan las dudas que suscita la evolución del negocio de Hochtief, la empresa alemana participada por ACS, sobre todo la de su filial en Australia, Cimic, que en sus últimos resultados mostró una generación «débil» de flujo de caja. No obstante, a pesar de estas dudas, la entidad ha subido el precio objetivo en bolsa de ACS, hasta los 32 euros por acción, confiando en que los ingresos derivados de la venta del negocio industrial vayan enfocados al ámbito de las infraestructuras y energías renovables, así como a la reducción de deuda.
Recientemente se conocía que ACS se ha adjudicado un contrato en Canadá para ampliar un tramo del metro de Toronto por un importe estimado de 1.000 millones de dólares canadienses (670 millones de euros), en consorcio con otras empresas del sector. Según anunciaba el departamento de infraestructuras del Estado de Ontario, la compañía española, a través de su filial Dragados, se hará cargo de la construcción de unos 6 kilómetros de túneles para extender la actual línea de metro ligero.
La semana pasada, La Informacion desvelaba que ACS y Vinci siguen enredados en las ‘due diligence’ para la venta de Cobra. El problema surgido, según confirman fuentes conocedoras, tendría que ver con una prima de aproximadamente 150 millones de euros que Vinci querría ahorrarse al pagar la totalidad de la operación en efectivo a la constructora española.