Maite Nieva
El optimismo cobra fuerza en los mercados a medida que se acerca 2021 y aumenta la confianza en fuerte crecimiento mundial, a medida que se inicia la distribución de vacunas. Esta vez, la situación macroeconómica será muy diferente a la de la crisis financiera de 2008, coinciden los expertos. Gran parte de las casas de inversión esperan que la recuperación sea fuerte tras la normalización de la actividad económica, aunque prevén que sea gradual. Por otra parte, el repunte en Asia, y en particular el auge en el liderazgo de China en el crecimiento mundial, será uno de los movimientos más destacados, señalan. También el fenómeno de la demanda acumulada en Europa y Estados Unidos, debería impulsar el crecimiento del comercio mundial durante el próximo año.
“Esta vez la situación macroeconómica es muy diferente de la crisis financiera de 2008, señala Mathilde Lemoine, economista jefe del Grupo Edmond de Rothschild. Y por tanto, espera que el crecimiento siga acelerándose en 2021. Sus previsiones sitúan el crecimiento de la economía mundial en un 5% en 2021 y un 4% en 2022, tras la contracción del 3,9% del PIB en 2020.
También han cambiado las posiciones de los jugadores en el tablero. Y China se posiciona como el mercado de mayor crecimiento. Desde Edmond de Rothschild esperan que la economía de este país se expanda un 9,8% en 2021 y un 5% en 2022, a medida que acelera el gasto en proyectos de infraestructura y da prioridad a la demanda interna en su nuevo plan quinquenal. “La recuperación del gasto de los consumidores chinos y de la inversión privada, así como el crecimiento de las importaciones de Estados Unidos y Europa, están destinados a levantar las economías asiáticas”, señala Mathilde Lemoine.
El repunte de Asia, junto con el fenómeno de la demanda reprimida en Europa y Estados Unidos, debería impulsar el crecimiento del comercio mundial en 2021, aunque las tensiones entre China y EE.UU. son estructurales, reconoce esta experta. Por otra parte, señala que el cambio de estilo y liderazgo en las organizaciones internacionales del presidente electo, Joe Biden, debería reducir la incertidumbre, reconoce la analista, aunque “todavía tiene que determinar el destino de los aranceles impuestos por Donald Trump”.
“La economía china crecerá un 9,8% en 2021 y un 5% en 2022, a medida que el país acelera el gasto en proyectos de infraestructura y da prioridad a la demanda interna en su nuevo plan quinquenal”, señalan desde el Grupo Edmond de Rothschild
Por otra parte, el índice de incertidumbre del comercio mundial alcanzó un máximo histórico en 2019. Subió especialmente en EE.UU., mientras que en China fue la mitad de alto, reconoce esta experta. No obstante, reconoce que la incertidumbre tiene una influencia directa en las decisiones de exportación, como muestran los últimos estudios econométricos, explica. Un tercio del aumento de las exportaciones chinas, desde que se incorporó a la OMC, se produjo como resultado de la reducción de la incertidumbre de la política comercial. La incertidumbre también afecta a los precios de las acciones y, por lo tanto, tiene un efecto directo e indirecto en las decisiones de inversión» subraya.
China lidera el crecimiento
Las previsiones económicas de Goldman Sachs Global son igualmente positivas con la recuperación económica y en concreto por el país asiático. Y sus cifras de crecimiento mundial se mantienen muy por encima del consenso. Al contrario de las recesiones anteriores, “la recesión de 2020 fue el resultado de una crisis de salud, cuyo efecto negativo sobre la producción fue enorme e inmediata, pero también rápidamente reversible”, aseguran. Por otra parte, el inicio de las aprobaciones y distribución de vacunas aumenta nuestra confianza en fuerte crecimiento mundial en 2021, señalan los analistas del banco de inversión.
“China se sitúa excepcionalmente entre las principales economías y el PIB ya está por encima del nivel prepandémico, ampliando y profundizado la recuperación económica más que en la mayoría de los lugares”, subrayan. “El gran y floreciente superávit comercial de China aumentó a 75.400 millones de dólares en noviembre (sin ajuste estacional), el nivel más alto superávit comercial mensual registrado”, explican. Además, ponen en valor el creciente superávit comercial sigue respaldando un repunte al alza del Yuan (CNY).
Un año de renovación
Para UBS 2021 será un año de renovación. “Veremos al mundo volver progresivamente a la normalidad, pese a la continua incertidumbre, y dirigirse rápidamente hacia un futuro transformado. Además, traerá una combinación diferente de dirigentes políticos en Estados Unidos y a ello le seguirá un nuevo liderazgo en los mercados, señalan los analistas del grupo financiero suizo global. Y, por lo tanto, el rumbo del mercado se modificará con un mayor estímulo fiscal y políticas más predecibles.
“Las estrategias de inversión tradicionales también se verán cuestionadas ya que ninguna clase de activos ofrece hoy una solución integral a las diferentes necesidades financieras de los clientes”, dicen en Santander Wealth Management & Insurance
Por otra parte, la aprobación y distribución de las vacunas contra el coronavirus, las medidas de política fiscal y el estancamiento legislativo salido de las urnas en Estados Unidos posibilitarán que para el final del año los beneficios de las empresas de la mayoría de las regiones se hayan recuperado, para situarse en los niveles previos a la pandemia. Igualmente, esperan que los mercados y sectores más sensibles a la evolución económica, muchos de los cuales quedaron rezagados en 2020, despunten en 2021.
Consolidación de la economía global
En Santander Wealth Management & Insurance están convencidos de que las economías globales consolidarán el crecimiento en 2021 y dejará atrás un año 2020 que hará historia. “La pandemia ha dejado una huella permanente en nuestra forma de ver la salud, las finanzas, la política y las relaciones sociales”, señalan.
Mientras el mundo espera la distribución de unas vacunas que nos permitan volver a la normalidad, el mercado ya ha recibido su inyección económica y financiera; un estímulo sin precedentes que nos devuelve la esperanza de una fuerte recuperación en 2021, explican. Y el mundo “se recupera poco a poco de la más aguda y rápida crisis económica desde la Gran Depresión”. Al mismo tiempo, el enorme coste de este cóctel de medicamentos financieros necesarios para tratar la pandemia empequeñece el esfuerzo de estímulo de la anterior crisis de 2008. “La recuperación es una realidad, pero la recuperación económica que estamos empezando a experimentar traerá consigo desafíos para muchos sectores de la economía y los mercados financieros”, subrayan.
Las estrategias de inversión tradicionales también se verán cuestionadas ya que ninguna clase de activos ofrece hoy una solución integral a las diferentes necesidades financieras de nuestros clientes. Cada crisis trae consigo desafíos y oportunidades, y este entorno de recuperación y disrupción requiere un enfoque dinámico para lograr rendimientos superiores a la inflación. En un entorno en el que los tipos de interés son extremadamente bajos y seguirán siéndolo durante mucho tiempo, sigue intacta la necesidad de considerar en alguna medida inversiones más arriesgadas con rendimientos positivos.
Ideas de inversión para un mundo cambiante
La rapidez de los cambios que se están produciendo en el mundo tendrá también implicaciones para la inversión. Dado que la economía se dirige hacia el futuro a un ritmo acelerado, los inversores con la vista puesta en el largo plazo, deberán incorporar exposición a las empresas disruptoras, responsables de que nuestro mundo sea cada vez más digital y sostenible, señalan los analistas de UBS. Particularmente en tecnología verde, tecnología financiera y tecnología sanitaria, y entre los beneficiarios de la implementación del 5G, donde además, tendrán la oportunidad de obtener rendimientos más altos. Por otra parte, el mundo será más endeudado, más desigual y más local. Y las rentabilidades futuras de los principales activos financieros probablemente sean menores que en los últimos años.
Según sus previsiones, la perspectiva para la renta variable y otros activos reales es más favorable que para la deuda pública y el efectivo, señalan desde UBS. También apuestan por diversificar con exposición a acciones globales, valores cíclicos con potencial de recuperación y ganadores a largo plazo de cara al próximo tramo del recorrido alcista. Y reequilibrar las carteras y vender los valores estadounidenses de gran capitalización y del segmento de consumo básico global. “Prevemos que el estímulo fiscal y unas relaciones exteriores más predecibles apuntalarán a los valores cíclicos, incluidos los industriales y las empresas de mediana capitalización. Por otra parte, también pronostican la debilidad del dólar frente unos déficits más altos, subrayan.
El pronóstico central de los analistas de Goldman enfoca en que la inflación aumente “solo gradualmente” y esperan que la primera subida de la tasa de interés sea a principios de 2025. “La orientación básica sigue siendo una clara combinación procíclica: renta variable y materias primas”, añaden. Por ahora están especialmente orientados en áreas donde ven más pistas para que se refleje la recuperación: materias primas y activos relacionados con materias primas en divisas y acciones, así como en un mayor equilibrio de la inflación en EE. UU., mercados emergentes y la mayor debilidad del dólar.