Maite Nieva
Un año más 2021 estará marcado por la volatilidad. Aun así, la renta variable se posiciona como el principal activo de inversión, encabezada por las inversiones temáticas y con el foco puesto en tecnologías avanzadas, energías renovables, cambio, climático y salud, además de infraestructuras, entre otros sectores. El año también se presenta incierto a pesar del optimismo inicial de los mercados. En parte por la aparición de una nueva cepa del covid y el aumento de los nuevos contagios pero también por la enorme brecha abierta no solo entre empresas y los sectores , sino en la sociedad. S&P advierte que la calificación crediticia del 36% de las empresas y gobiernos tiene un sesgo negativo en 2021 y esperan una mayor degradación.
Tras un 2020 marcado por la pandemia del coronavirus y la crisis económica que ha sacudido a una gran parte de las empresas, los mercados arrancan 2021 con optimismo aunque no exento de incertidumbre. Una gran parte de los expertos de la banca de inversión está convencida de que será el año de la recuperación de la economía, si bien no estará exento de desafíos y reconocen que la recuperación será lenta y desigual.
La visión optimista se basa fundamentalmente en tres factores clave. La llegada de las vacunas para frenar alCovid-19, es una de las más importantes, ya que beneficiará a escala global y, muy especialmente, a las economías más golpeadas por la Covid. Entre ellas las del sureste asiático, América Latina, Europa, Oriente Medio y África. Por otro lado, esperan un nuevo impulso de la economía tras la resolución del acuerdo del Brexit y la mejora sustancial de las relaciones comerciales internacionales con el cambio de presidencia en Estados Unidos. Sobre todo Europa y Asia.
Apuesta por la renta variable
La renta variable se posiciona como el principal activo de inversión, frente a la renta fija. En parte por la dificultad de encontrar rentabilidades atractivas, ya que los tipos de interés en mínimos durante largo tiempo debido a las políticas monetarias e los Bancos Centrales. También porque el año “viene marcado por la conjunción de menores riesgos, mucha liquidez y recuperación progresiva de la economía y de los resultados empresariales”, aseguran.
“La importancia de las tendencias estructurales a largo plazo como impulsores del rendimiento de los activos, es una de las lecciones aprendidas de 2020”, señalan los analistas de BlackRock
Las inversiones temáticas a través de fondos globales y la gestión activa sobre criterios ESG se posicionan entre las principales recomendaciones de los expertos. A la cabeza están las tecnologías avanzadas, energías renovables, cambio, climático y salud, además de infraestructuras, entre otros sectores. Igualmente, los criterios de sostenibilidad son una apuesta clara, en una gran parte de las estrategias de inversión.
En cuanto a regiones, EE:UU y China siguen ganando peso. La renta variable europea pierde fuelle, si bien muchos expertos consideran que las medidas de estímulo y la política monetaria del BCE deberían apoyar la renta variable europea en 2021
Tendencias estructurales
Una de las lecciones aprendidas de 2020 es la importancia de las tendencias estructurales a largo plazo como impulsores del rendimiento de los activos, señalan los analistas de BlackRock Investment Institute. Mientras la pandemia “ha reforzado un mayor enfoque en la sostenibilidad y el predominio del comercio electrónico a expensas de retail tradicional. Las exposiciones tecnológicas con vientos de cola estructurales a largo plazo han seguido obteniendo mejores resultados”, comentan.
También se impondrán los activos de riesgo durante los próximos seis a 12 meses, según los analistas del banco de inversión estadounidense. En esta línea apuestan por activos de calidad como acciones de tecnología y atención médica en un extremo, y exposiciones cíclicas seleccionadas, por el otro. “Los activos de calidad con balances y flujos de caja sólidos ofrecen resistencia contra posibles baches en el camino hacia un reinicio completo de la actividad”, explican. “Vemos sectores tradicionales de «valor» que enfrentan desafíos estructurales que se han visto exacerbados por la pandemia, lo que podría limitar su potencial incluso con un reinicio rápido”. Tácticamente, están a favor del riesgo y prefieren las acciones estadounidenses y el crédito de alto rendimiento. Estratégicamente infraponderan los bonos gubernamentales nominales y favorecemos los bonos vinculados a la inflación ya que ven acciones respaldadas por la caída de los tipos reales.
Nuevas oportunidades
Lazard Asset Management propone posicionarse en las tendencias de futuro para aprovechar las oportunidades de inversión a largo plazo. El avance de la tecnología, la atención de la salud en los países desarrollados, el empoderamiento de los consumidores, y la transición energética, son algunas de las grandes temáticas para invertir en futuro, aseguran. Igualmente, las constantes transformaciones en un contexto de economía universal, así como las amenazas medioambientales, los cambios sociales presentan nuevas oportunidades de inversión que solo pueden ser identificadas con una visión amplia sólida, flexible y a largo plazo, señalan estos expertos.
En su enfoque de inversión apuestan por “temas de futuro de progreso” a través de acciones en unas 120 compañías a nivel global de más de 1.000 millones de dólares de capitalización y representadas en el índice “MSCI World” a través del fondo Global Thematic Equity. ”. E fondo que se centra en el crecimiento estructural que transformará la economía mundial, a través de un proceso de selección de valores mediante un análisis fundamental “bottom- up” que permite identificar en las grandes tendencias que cambiarán el futuro a las empresas más atractivas a largo plazo”.
Recuperación cíclica
Mirabaud Asset Management arroja buenas perspectivas para la economía global en 2021, con previsiones cautelosamente optimistas. “Aunque el crecimiento será dispar y el desempleo seguirá siendo alto en muchos países, la actividad económica mundial crecerá un 5%”, explican. En este sentido, ponen en valor el importante papel de los Bancos Centrales en la crisis que, gracias a la intervención política, “representan hoy el 29 % del PIB mundial, acercándose a los 13 billones de dólares”.
“El crecimiento será dispar y el desempleo seguirá siendo alto en muchos países, pero la actividad económica mundial crecerá un 5%”, según las previsiones de Mirabaud
Los analistas del banco suizo espera una recuperación cíclica, con un mayor impulso económico desde Estados Unidos, el despegue de Europa tras su actual bloqueo, y un crecimiento de Asia que seguirá siendo sólido”. Gero Jung, economista jefe de Mirabaud destaca cuatro tendencias principales de cara a 2021: En renta variable mundial apuesta por las acciones asiáticas, con India como excepción. El banco suizo espera que esta región siga recuperándose con fuerza, en particular en el primer semestre del año y que las fricciones comerciales disminuyan bajo la nueva administración de Estados Unidos.
En Europa, muestran un claro sesgo positivo hacia las pequeñas y medianas empresas, tanto en la zona euro como en Suiza. Según los analistas de Mirabaud estas empresas son las que más se beneficiarán del repunte del ciclo económico,-incluida la sólida demanda de crecimiento procedente de Asia , así como de los nuevos estímulos que se están produciendo y que se aplicarán en la zona euro
S&P avisa: aumentarán las insolvencias
Junto a las empresas y sectores que han salido reforzados de la crisis económica derivada de la pandemia también están las que se enfrentan a desafíos que bordean lo existencial. El sector turístico ha sido el más castigado, fundamentalmente hoteles, y aerolíneas, así como comercios minoristas y ocio. También algunas compañías del sector inmobiliario, y empresas relacionadas con el petróleo se están viendo envueltas en una crisis estructural.
Esta brecha entre las empresas y las industrias que se benefician de la digitalización acelerada por la pandemia y los que sufren cambios estructurales en las prácticas laborales y comportamiento, no ha hecho más que empezar, según las previsiones de S&P. Se ampliará en 202 y, en algunos casos a 2022. Entre los riesgos, derivados de la contención del covid, apuntan a un aumento de la presión sobre las empresas con estructuras de capital insostenibles, que acabarán provocando insolvencias o reestructuraciones, a medida que se eliminen gradualmente algunas de las medidas para hacer frente a la pandemia. Y por tanto un aumento de las rebajas crediticias
El impacto de la pandemia ha variado ampliamente entre empresas y sectores industriales y en algunos casos, de manera espectacular, señalan desde S&P y esperan que s este sea un tema importante y continuo en 2021. “La variación es evidente en los ingresos, los márgenes de beneficio, las consideraciones de liquidez”, dicen. “Las métricas de deuda va a continuar, dando forma a las tendencias financieras, las posiciones competitivas y todos los aspectos de la empresa, en particular políticas financieras, empleo, inversiones y decisiones de fusiones y adquisiciones”, subrayan.