N. L.
El pasado lunes, 20, la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, entregó el premio de Periodismo “Rosa del Rio”, dotado con 20.000 euros aportados por Iberdrola y organizado por la Asociación de Periodistas Europeos (APE) por medio de un jurado presidido por José Luis Leal, exministro de Economía, y expresidente de la Asociación Española de la Banca (AEB), a Salvador Arancibia.
El acto fue celebrado en la Bolsa de Madrid iniciado con la bienvenida de David Jiménez-Blanco, vicepresidente de BME y presidente de la Bolsa de Madrid, cuya ceremonia dirigió Miguel Ángel Aguilar, secretario general de la APE, al que acudieron numerosos periodistas de información económica y, muy emocionadas, las hijas de Rosa del Río, Ana y Elena.

El premio de Periodismo Económico “Rosa del Rio” nació con el objetivo de destacar las trayectorias o trabajos periodísticos relacionados con la información económica, financiera y/o bursátil que lo merezcan por su talento, originalidad, espíritu divulgativo, fuerza didáctica o capacidad de superar presiones.
Los organizadores del mismo añaden a estos propósitos recordar la figura de Rosa del Río, que durante muchos años dirigió ‘El Nuevo Lunes’, “referencia del periodismo económico, fallecida en mayo de 2016, y ensalzar los valores periodísticos que defendió, caracterizados por la claridad, el rigor y la independencia”. En las tres primeras ediciones el galardón recayó en Mariano Guindal, Miguel Ángel Noceda y Rosa María Sánchez.
Como presidente de la Bolsa de Madrid y anfitrión del acto, Jiménez-Blanco dio la bienvenida a todos los presentes y señaló que “Rosa del Río era una persona muy querida en esta casa”. Destacó Jiménez-Blanco la importancia que la Bolsa da a la transparencia informativa y por tanto a mantener relaciones sinceras con la Prensa.

Diego Carcedo, presidente de la Asociación de Periodistas Europeos, incidió en la importancia creciente del periodismo económico en España durante los últimos cincuenta años, de la que ‘El Nuevo Lunes’ fue pionero. “Hoy –destacó–, la economía se ha extendido a todos los ámbitos y ha pasado de una sección de los medios a la primera página de los mismos y a la apertura de los informativos de radio y televisión, por lo que crece la responsabilidad de los periodistas, entre los que hay buenos especialistas, capaces de digerir con rigor los hechos económicos y explicarlos honesta y claramente.
José García Abad, director de ‘El Nuevo Lunes’, también dirigió unas palabras a los asistentes: “Ministra, compañeros, he venido aquí con tres propósitos: para decir que la APE no podía haber elegido mejor la atribución de su premio de Periodismo Económico que a Rosa del Río, una periodista ejemplar; para compartir con sus hijas, Ana y Elena, aquí presentes, la emoción de esta ceremonia; y para felicitar al ganador del galardón, Salvador Arancibia, un gran periodista compañero de muchos años.
Rosa, con quien he convivido profesionalmente durante medio siglo, una compañera y gran amiga, se lo merecía por su extraordinaria labor en el periódico y en la universidad como maestra de periodistas y, sobre todo, como activista en pro de los valores que la profesión no debe perder.

Como fundadora de la Asociación de Periodistas Económicos, de la que fue presidenta, impulsó junto a otros compañeros, entre los que me honro participar, la limpieza ética, expulsando a los que llamábamos “sobrecogedores”, a los que se vendían, para entendernos.
También tomamos la decisión de pedir la baja en la APIE de los compañeros que ya no ejercían la profesión en un periódico, sino que lo hacían como directores de comunicación de empresas y otras entidades –los dircom que entonces se llamaban jefes de prensa–, una tarea muy digna pero diferente y a veces contradictoria de la que ejercíamos los que trabajábamos en los medios informativos.
Cada uno en su sitio. Ellos lo comprendieron y formaron su propia asociación, la de los dircom, con quien, por cierto la APIE ha realizado un manifiesto conjunto para el rigor de la información y contra las presiones económicas y políticas. En definitiva, por la consecución de una información incontaminada, de calidad.

La ministra de Hacienda y Función Pública, María Jesús Montero, aseguró que para ella había sido un honor entregar el IV Premio de Periodismo Económico «Rosa del Río» al periodista Salvador Arancibia y expresó su reconocimiento a su trayectoria y a la labor rigurosa de tantos profesionales, que son fundamentales para mejorar la calidad democrática. Montero coincidió con la calificación del periodismo de “bien público, bien de Estado” y puso de relieve la importancia de contar con una información de calidad, crítica y honesta que contribuya con los poderes públicos al crecimiento económico justo y al bienestar ciudadano.
La ministra destacó la pasión y entrega al oficio del premiado, Salvador Arancibia, y de Rosa del Río, quienes han transmitido el amor al trabajo a generaciones de periodistas.

Antes de la ceremonia, preguntada por los periodistas que la esperaban a la puerta de la Bolsa, aseguró que las negociaciones para los Presupuestos Generales del Estado de 2021 «avanzan a un ritmo adecuado» y explicó que el Consejo de Ministros aprobará las cuentas públicas en su reunión del 28 de septiembre o en la del 5 de octubre, como se comprometió el jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez.
Salvador Arancibia veterano periodista, es adjunto a la dirección de ‘Expansión’
Por su parte, Salvador Arancibia, señaló tras recoger el premio que «he pasado por numerosos sitios, aprendiendo en todos, tratando de seguir el ejemplo de los mejores y con el propósito siempre de llevar a cabo el periodismo más honesto y profesional que he podido»,.
El periodista abogó por que no se siga precarizando la profesión: «Es cierto que no habrá un medio libre e independiente si no es autosuficiente económicamente, pero parece claro que el camino no es necesariamente el de la continua reducción de costes, sino más bien el de la apuesta por las mejoras tecnológicas y humanas. […] Sólo así podremos garantizar la información de calidad que se merecen nuestros públicos», dijo.
El premiado en esta edición, Salvador Arancibia, comenzó su actividad profesional como responsable de Economía en la revista ‘Posible’ y ha pertenecido a las redacciones de ‘ABC’, ‘El País’, ‘Cinco Días’, Canal+, CNN+, ‘Actualidad Económica’, Expansión Televisión y el diario gratuito ‘Qué’, donde ha ocupado distintos cargos de responsabilidad. En la actualidad es adjunto a la dirección del diario económico ‘Expansión’.

Arancibia ha desarrollado labores relacionadas con la comunicación empresarial en el Banco Santander y para el Servicio de Estudios de la Caixa, y política, como director de Comunicación del Ministerio de la Vivienda. Es autor de varios libros, el último de los cuales, ‘De crisis en crisis’, aborda el sector financiero.
Rosa del Río, en el cuadro de honor
El jurado estimó que Rosa del Río Cabrerizo “figura en el cuadro de honor de los más prestigiosos periodistas económicos de España”. Nacida en Logroño en 1953, se doctoró en Ciencias de la Información por la Universidad Complutense de Madrid, complementando su formación con la licenciatura en Geografía e Historia y la diplomatura en Economía.

Dirigió nuestro semanario económico, ‘El Nuevo Lunes’, que el jurado señala como “una de las publicaciones económicas decanas de la prensa española”. Rosa del Río fue profesora de Periodismo Económico en la Universidad San Pablo-CEU y directora del máster de Información Económica de la Universidad Complutense de Madrid.
Trabajadora incansable y apasionada del periodismo, su vocación la llevó a implicarse en las asociaciones vinculadas a su quehacer diario y en la formación de los más jóvenes en materia de periodismo y economía. Fue presidenta de la Asociación de Periodistas de Información Económica (APIE) entre 1992 y 1996. Es autora del libro ‘Periodismo económico y financiero’, un amplio trabajo que se erigió como instrumento imprescindible para los periodistas que se dedican a la información económica.
José Luis Leal: “Una buena o mala crónica puede en ocasiones aupar o hundir a una empresa”
El presidente del Jurado, José Luis Leal, no pudo personarse en el acto por lo que Inmaculada Sánchez, directora de nuestra revista ‘El Siglo’ y miembro del jurado que falló el galardón, leyó las palabras que dedicó al evento. Estas fueron sus palabras con las que culminó el acto:

“En primer lugar quiero presentar mis excusas por no haber podido estar presente hoy en este importante acto, por encontrarme fuera de España. Pero no he querido estar del todo ausente y he pedido a mi querido y admirado viejo amigo, Miguel Ángel Aguilar, que leyera unas breves palabras de homenaje al premiado.
El premio “Rosa del Río” que hoy se otorga distingue una trayectoria ejemplar encarnada en un maestro de periodistas en el ámbito económico. La dilatada carrera de Salvador Arancibia es un modelo que servirá de ejemplo a quienes se inician en la importante labor de informar y valorar los hechos que configuran la vida económica en España y fuera de ella.
La honradez, el respeto de los hechos en su descripción, la independencia en las interpretaciones, son características que deben honrar a cualquier periodista digno de ese nombre pero, tal vez más aún, a quienes se dedican al mundo económico, pues deben tener en cuenta la valoración de las consecuencias de sus escritos: una buena o mala crónica puede en ocasiones aupar o hundir a una empresa. Y cuando se habla de una empresa no se trata sólo de un presidente o primer ejecutivo, de sus altos directivos o de su Consejo de Administración, sino también, y muy especialmente, de sus empleados, de quienes día a día añaden valor al objeto de su trabajo, de quienes construyen la riqueza de un país. Saber que las palabras no son neutras, que pueden desencadenar movimientos en uno u otro sentido es una llamada permanente a la responsabilidad y al buen juicio por encima de sentimientos y compromisos. Como decía el gran poeta José Ángel Valente, las palabras “se asocian como nubes/que un día el viento precipita/sobre la tierra/ para cambiar, no inútilmente, el mundo”.
Si queremos avanzar es preciso poseer un conocimiento preciso de los hechos económicos, de su lógica, de su estructura y dinámica, que sólo se adquiere mediante la experiencia que sigue a una sólida formación. En economía, como en todo, caben las más diversas opiniones, pero las que carecen de fundamento se pierden muy pronto y sus autores se exponen con rapidez al olvido.
En su dilatada carrera, Salvador Arancibia ha sabido construir una credibilidad que pocos alcanzan. Puedo dar fe de ello desde sus inicios hasta el presente; en los artículos que escribió durante una Transición económica en la que no todo fue fácil hasta sus colaboraciones actuales. Ha sido un camino cimentado en la independencia, la profesionalidad y el constante buen hacer.
A veces es bueno mirar hacia atrás: la España de hoy dobla en renta por habitante a la del inicio de la Transición: hay muchas cosas que se han hecho bien, aunque alguna no tan bien, y otras aún no se hayan comenzado. Somos un país europeo que se acerca a la renta media de la Eurozona y que comparte los mismos problemas y oportunidades. El periodismo económico es el espejo en la calzada del que hablaba Sthendal; gracias a su aportación podemos contemplar, y juzgar, nuestras acciones. Y para que ello sea eficaz y nos permita, como decía Valente, cambiar no inútilmente el mundo, es necesario preservar la libertad de quienes día a día relatan y analizan las decisiones y los hechos económicos.
Si queremos afrontar el futuro con algo de optimismo una de las condiciones necesarias para alcanzar a los países que nos preceden en Europa es, precisamente, el mantenimiento de la libertad y la solvencia en el análisis y la crítica de nuestros problemas. En esta tarea son indispensables los hombres que, como Salvador Arancibia, han conseguido guiar con su ejemplo a las nuevas generaciones de periodistas económicos.
Muchas gracias a los patrocinadores del premio y a las autoridades que han accedido a entregarlo y, sobre todo, gracias a Salvador Arancibia.
¡Enhorabuena, Salvador!
Muchas gracias”.